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Parásitos en los gatos

La toxoplasmosis es un parásito que se reproduce en el intestino del gato y sus huevos se pueden encontrar en la materia fecal. Una vez los huevos salen necesitan de 2 a 72 horas para poder infectar a otro animal (incluyendo a los humanos).

Debido a que los felinos son animales muy limpios no resulta peligroso el contacto directo con estos animales. Las personas que han estado expuestas a este parásito desarrollan inmunidad o defensas en contra de estos parásitos. Los humanos que están en mayor riesgo de desarrollar esta condición son aquellas con el sistema inmunológico comprometido (como por ejemplo pacientes de HIV, mujeres embarazadas o pacientes que se encuentran en quimioterapia).

Debido al contagio a humanos, esta es una de las enfermedades más importantes en el mundo aunque raramente produce algún síntoma clínico significativo. Aun así en mi práctica regularmente veo mujeres embarazadas que van a la oficina pues el ginecólogo les recomendó que se deshicieran de su gato debido al riesgo de toxoplasmosis. No hay ninguna razón para este tipo de recomendación.

Lo primero es que al gato se le puede hacer una prueba de toxoplasmosis para saber si es portador de la enfermedad. Aún si la persona no puede hacerle la prueba, si la caja de arena (litter box) se limpia diariamente no hay riesgo de que los huevos en la excreta del gato se conviertan en infecciosos. Mi recomendación es que le asignen a su pareja hacer este trabajo diariamente. Si están solos pueden utilizar guantes para hacer la limpieza de la caja de arena. También se recomienda afeitar el pelo en la parte posterior del gato para prevenir que bolas de excreta se queden pegadas al pelo por mucho tiempo y se conviertan en una posible fuente de contagio. También es recomendable utilizar guantes siempre que hacen jardinería, debido a que gatos realengos podrían utilizar la tierra de las plantas para evacuar y podría ser otra manera de exponerse a la condición.

Otros modos de contagio podrían ser transmisión congénita transplacentaria al feto en mujeres que adquirieron la enfermedad por primera vez durante el embarazo por ingestión de alimentos contaminados, o de carne cruda infectada mal cocida.

Los síntomas en humanos podrían ser generales, linfadenopatía, fiebre, mialgia y malestar general. EL peor de los síntomas es muerte intra-uterina o causar secuelas graves si la infección de la madre ocurre en la primera mitad de la gestación.

Recuerde si está embarazada consultar con un veterinario licenciado y evaluar a su gato y prevenir esta condición.

*Espere la sección del Dr. Sosa miércoles alternos al mediodía en Las Noticias Univisión. Puede contactar al Dr. Sosa a través de hospitalparamascotas.com; Hospital Para Mascotas en Facebook; hparamascotas@gmail.com; o el 787-292-0455.