Percepción y Realidad
Una conversación interesante para mí transcurrió no hace mucho, al final de una buena cena y en la intimidad de nuestra casa, con un asesor en finanzas de una compañía estadounidense destacado entonces en Venezuela. Joven, apenas pasando los 30 años, muy inteligente y obviamente muy bien preparado para la posición que ostentaba, respondió riendo a una curiosidad mía, bastante amplia, en el cómo y el porque de los movimientos inversores, es decir, del vaiven del capital entre acciones, compras y ventas, entradas y salidas corporativas, etc.
Uniendo el pulgar con el índice en chasquidos notables y moviendo la mano en arco frente a su cara, me contestó: 'percepción y realidad, realidad y percepción'. A la síntesis no le hacía falta nada más: el dinero se movía bajo la percepción de los expertos, que la realidad confirmaba después en acierto o fracaso.
En Puerto Rico hoy el 48% de la población estable no trabaja, poco más del 75% de hombres y mujeres en edad productiva está empleada pero muchos con salarios a los que la combinación de crisis económica y aumentos en costos y precios ha dejado al costado del camino, según estudios económicos difundidos recientemente; otro estudio identificó 300,000 jóvenes en edad promedio 20-25 años que no trabajan ni estudian, y que obviamente, son mano de obra clara para el narcotráfico; al otro lado, el éxodo de jóvenes profesionales muy bien preparados a los que el mercado irónicamente encuentra 'sobrecalificados' y para los que ofrece trabajos precarios lejos de sus méritos universitarios, es todos los días una novedad entre familiares y amigos que los despiden a través de las redes sociales; las historias de las policiales diarias son cada día más fieles a la ficción de escritores geniales como Poe o Kafka, con adolescentes que decapitan víctimas, nietos sospechosos de participar en robos y asesinatos de sus propios abuelos para costear su adicción y sujetos que violan a sus propias hijas. Todo esto con el narcotráfico como movimiento ascendente que ya no divide a la sociedad, sino que se la está tragando entera a pasos acelerados, ocupando el centro de la escena.
Todos estamos atrapados, además y no es poco, en la maquinación diabólica más afinada de nuestro tiempo que discípulo de Maquiavelo haya podido engendrar: el consumo y el pago de la luz, uno de los dos servicios esenciales, básicos, fundamentales para sencillamente sobrevivir, un monstruo al que no puede derribarse porque es imposible convencer y convencernos a todos de no pagar y resistir a ver quien va más lejos, si nosotros sin aire acondicionado ni nevera o el monstruo que primero atiende los dividendos de sus accionistas, como ha dicho claramente la presidenta de la Junta, y la ofensiva maquinaria politiquera interna con donativos obligados a las campañas, dietas por asistencia de los ejecutores de la Junta que cobran, por un día de reuniones discutiendo nuevos movimientos en contra de la sociedad en pleno, el equivalente de una semana de sueldo de una cajera de supermercado, y que avalan con sus nombres y apellidos unas facturas delincuentes, porque es delito no especificar cada uno de los renglones que se aplican en un servicio como la electricidad, y es fraude cerrar el último mes con aumento exagerado en el gasto por combustible cuando la gasolina cuesta este mes 5 centavos menos que durante el cierre anterior, y es una estafa al consciente colectivo nombrar al ex administrador de una agencia, Puertos, que adeuda 55 millones de dólares nada menos que a la AEE que ahora va a dirigir.
Si no pudo conducir correctamente, claramente, racionalmente, una agencia deudora en sus pagos en la luz, como va a poner en orden para la gente, para el consumidor, esta corporación pública que ha alcanzado en nuestros días un manejo delictuoso de sus funciones?
Esa es la realidad de nuestros días en Puerto Rico.
Cuenta un asistente a la presentación del Gobernador del país ante los miembros del Tea Party en Orlando, que su ponencia fue espectacular en el sentido más concreto de la palabra espectáculo. Precedido por un presentador que dijo que Fortuño es un gobernador que había hecho cambios con 'verdadero estilo', nuestro primer ejecutivo apuntó que 'los ciudadanos pueden pensar más, soñar más, trabajar más, producir más que cualquiera en el mundo, siempre y cuando sean recompensados justamente cuando lo hacen, y eso es exactamente lo que yo estoy haciendo en Puerto Rico hoy'.
A renglón seguido, destacó el recorte de salario que se impuso a sí mismo y a los jefes de agencia, la reducción del déficit, pasar una de las leyes de alianzas público privadas 'más avanzada y agresiva' de todo Estados Unidos, el recorte de los impuestos a las corporaciones, la reducción del gobierno mediante la eliminación de 20,000 empleados, y asumió como hazañas completadas el 'revertir la caída de nuestro plan de pensiones', y la 'reactivación de nuestro mercado de vivienda'.
'Nuestro progreso es claro y convincente', afirmó Fortuño, montado vaya uno a saber en qué estrategia diseñada para una probable candidatura republicana en el futuro, tal vez poco después de las elecciones locales en 2012.
Eso es percepción, su percepción del país que gobierna, absolutamente enajenado de la realidad.