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Comercio

Reforma contributiva marca el fin del paraíso fiscal que éramos

Aunque es muy temprano anticipar efectos.

Aunque el efecto macro de la reforma contributiva federal comisionada y aprobada por la administración del presidente Donald J. Trump no se percibirá a corto plazo, lo cierto es que en lo que consta a Puerto Rico, marca el fin de su reputación como un paraíso contributivo, potencialmente afectando aún más el sector industrial de las manufactureras.

Afortunadamente, las compañías domesticas organizadas y operadas dentro de la Isla no están sujetas a tributación federal, pero en el caso de todas aquellas compañías cuya matriz se encuentre en Estados Unidos y este operando en Puerto Rico, estarán sujeta al pago de arbitrios que antes no aplicaban. La discusión sobre estos cambios fue el tema central del conversatorio 'La Reforma Contributiva Federal y su Efecto en Puerto Rico', celebrado en la Facultad de Derecho del recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico la semana pasada.

Según explicó la CPA Denisse Flores, uno de los primeros cambios que aplicaría a estas compañías del exterior con afiliadas en Puerto Rico es el tributo de Global Intangible Low-Taxed Income (GILTI) de 10.5%. En el caso de Puerto Rico, actualmente las empresas foráneas pagan un arbitrio de 4% de conformidad a la ley 154 del 2011 que así lo estableció, por lo que este cambio supondría un nuevo aumento en impuestos para estas empresas.

Esto se añade al mencionado 'Toll gate tax' tambien aplicable a la matriz de una empresa que hace negocios en Puerto Rico y que no han sido sujeto a impuestos federales. Este es de 12%.

Para Teresita Fuentes, asesora para el Departamento de Hacienda, el panorama de cambios que se vislumbra para las empresas foráneas en Puerto Rico no es positivo. Los recaudos que actualmente produce el arbitrio de 4% - que genera hasta $2 mil millones para el estado - provienen de 10 compañías establecidas aquí.

Aunque Fuentes señaló que esto no provocaría un cierre de operaciones por estas empresas a corto plazo, a largo plazo ese podría ser el caso en la medida que opten por no invertir en maquinaria nueva que pueda producir productos nuevos.

'Si usted deja de traer productos nuevos a Puerto Rico porque de momento Irlanda va a ser más competitiva, o Singapur o Malta o cualquier otra jurisdicción en el mundo es más competitiva que Puerto Rico, pues eso quiere decir que esa planta en Barceloneta, en Humacao, en donde este localizada en Puerto Rico, va a empezar a ponerse vieja. Y al no haber inversión nueva en esa planta pues eventualmente va a venir un cierre', advirtió.

A juicio de la asesora, por demasiado tiempo el estado ha dependido del sector de la manufactura para generar sus recaudos, por lo que una alternativa viable sería la diversificación. Esto supondría la eliminación de algunos incentivos y la creación de otros para crear mejores oportunidades de crecimientos para otros sectores industriales.

'Ciertamente, tenemos que ser bien estrategicos. Tenemos que repensar nuestro modelo económico a la misma ve que tenemos que atender unos problemas económicos que venimos arrastrando desde hace mucho tiempo, así que no es pequeña la tarea que tenemos por delante', declaró.

De izquierda a derecha: Denisse Flores, Carlos Díaz Olivo y Teresita Fuentes (Eric De León Soto / NotiCel)

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