Fútbol 101: la FPF
Las asociaciones nacionales de fútbol de cada país son una extensión de la Federación Internacional del Fútbol Asociado (FIFA), cuyas reglas hay que seguir a rajatabla so pena de desafiliación y marginación deportiva a nivel mundial.
Joe Serralta, saliente presidente de la Federación Puertorriqueña de Fútbol (FPF) ha manejado esa relación como si fuera una embajada.
"Somos los representantes de la FIFA en Puerto Rico y por ello recibimos una asignación anual de $250,000 para poder pagar el personal a tiempo completo necesario para llevar a cabo la misión de desarrollar este deporte siguiendo las reglas FIFA".
La FPF cuenta con un presidente, un secretario general y personal administrativo asalariado para poner en práctica los reglamentos internacionales que rigen a todo el fútbol del planeta.
"Esto no es un trabajo a tiempo parcial o voluntario, sino que hay un compromiso total con el deporte", agrega Serralta.
"Del presupuesto que destina la FIFA a Puerto Rico, hay que asignar un 15 por ciento al desarrollo del fútbol femenino ($37.500) que se aplica a la selección nacional femenina y sus campeonatos, pero siempre se gasta casi en triple en ello", admite el funcionario.
La estructura jurídica de la FPF está integrada por un Comité Ejecutivo y una Asamblea de Afiliados.
El Comité está integrado por el presidente, dos vicepresidentes y seis miembros asociados elegidos por la Asamblea. Aparte de ello se constituyen comisiones permanentes, siendo las más importantes las de Finanzas, Competiciones, Técnica, Arbitraje y Disciplina.
"Sin este marco es imposible funcionar", explica Serralta, que agrega existen otras comisiones como Médica, Comunicaciones y Regionalización.
El poder de la FIFA sobre las asociaciones nacionales es tal que en el 2002, ante una profunda crisis de la Federación local, la FIFA obligó a constituir una Comisión Normalizadora que revisara y actualizara los Estatutos y Reglamentos de la FPF y abriera las puertas a toda entidad futbolística organizada bajo las leyes del Estado Libre Asociado de Puerto Rico que tuviera como finalidad fortalecer y fomentar el desarrollo del deporte de fútbol.
En abril de 2004 en una Asamblea General celebrada en San Juan, bajo la estricta supervisión de la FIFA y Concacaf, representados por Vincent Monnier, de Suiza y Oscar Thamar, de Guatemala, quedó constituido el Nuevo Comité Ejecutivo encabezado por Serralta como presidente, con la encomienda de dirigir los trabajos federativos del 2004 al 2008, término que se extendió luego hasta el 2010.
La reciente elección donde Erick Labrador ganó la presidencia de la FPF, también contó con dos veedores internacionales de la FIFA, que avalaron el proceso.
La Federación tiene un carácter administrativo, además de preparar cursos de capacitación y conformar las selecciones nacionales.
"La Liga profesional, tanto en Puerto Rico, como en los demás países, es una entidad autónoma, pero afiliada a la FPF", enfatiza Serralta.
Sobre el particular, el dirigente es concluyente: "No hay apoyo económico de la FPF a la Liga, sino más bien de servicios. Es la Liga la que aporta a la Federación a través de sus jugadores profesionales".
Ante la integración con la United Soccer League (USL), el presidente saliente de la FPF explica que se labró un acuerdo de colaboración entre la USL, la Federación y la PRSL, donde la entidad americana le otorga 4 franquicias a Puerto Rico para esa liga continental.
"Es decir que los que compitan en la USL también deben competir en la PRSL, que es la liga profesional local, de acuerdo a lo estipulado por la Concacaf y la Unión Caribeña de Fútbol (CFU)", dijo.
Sobre qué le falta al fútbol profesional de Puerto Rico para pasar a otro nivel, Serralta enfatiza que una de las prioridades debe ser las instalaciones deportivas.
"Para un buen desarrollo de los clubes hay que contar con mejores estadios y ahí deben entrar los alcaldes a trabajar por sus pueblos", señaló.
Por su parte, Erick Labrador, recién electo presidente de la FPF hace dos semanas, explica que su visión es el desarrollo del fútbol de alto rendimiento, junto con la Liga profesional y el apoyo a las ligas menores.
"Perseguimos restablecer la estructura de dividir la isla en cinco regiones y tener en cada una de ellas tanto categorías menores como una preselección nacional que alimente a la selección mayor. Además vamos a intensificar el proyecto profesional, más los programas de certificación de entrenadores para categorías infantiles y superiores y el adiestramiento de árbitros nacionales", enfatiza Labrador al compartir lo que persigue lograr al frente de la Federación Puertorriqueña de Fútbol.