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Chris Paul exhibe su grandeza (análisis NBA)

La ventaja atlética de un jugador sobre otro puede ser el factor determinante tanto en una victoria como en una histórica carrera. Shaquile O?neal solía llegar fuera de forma a todos los entrenamientos de pre temporada y aun así terminó siendo uno de los jugadores más imponentes de todos los tiempos por la combinación de pura fortaleza y agilidad que poseía gracias a una bendición genética.

Hoy día es fácil dejar caer las babas admirando el atletismo de LeBron y sus 6'8' de estatura, la fortaleza bruta de Dwight Howard en su marco de 6-11 o la fluidez en chancha de Kevin Durant a pesar de sus 6'9'. Pero si algo nos ha enseñado la historia es que hay factores en el baloncesto que no se pueden cuantificar. Cómo se explica el resumé de Larry Bird cuando éste no podía brincar ni un libro?, Cómo se cuantifica el dominio de Michael Jordan en el famoso ‘flugame' donde His Airness, con una fiebre matadora, terminó con 38 puntos y la daga en el momento de la verdad en un juego que prácticamente les aseguró un campeonato?. El ejemplo más reciente salió de nuestro patio y con sabor a mangó. En la pasada temporada, el gigante J.J. Barea penetraba como Pedro por su casa contra todos los árboles de la liga de camino a una preciada sortija.

Se le puede llamar corazón, liderazgo o de mil otras maneras, pero para el vivo ejemplo, solo prenda su televisor cada vez que Chris Paul pise la cancha.

La cuarta selección en el ‘draft' del 2005, Paul ya venía con fama de crecerse en los momentos importantes y de exhibir su dominio en cancha a pesar de sus 6'0' de estatura. Analistas de la talla de Jay Bilas, especialista en NCAA para ESPN, lo comparaban con Isaiah Thomas por su furor en cancha y su manejo de balón que trae recuerdos de Tim Hardaway. Desde sudar su primera camisa, Chris ha sido contendor a jugador mas valioso, seleccionado al All-NBA First Team y medallista olímpico con solo 27 años de edad.

Historias como la noche en que, aún en escuela superior, anotó 61 puntos en honor a su abuelo que había sido asesinado días antes a sus 61 años, o el famoso puño, en un área seriamente sensitiva para los hombres, a un contrincante en un juego de la NCAA, fueron forjando la leyenda de el gen competitivo que crecía en CP3.

Mala suerte, malos equipos y serias lesiones eran la única razón por la cual el fugaz armador había podido pasar de la primera ronda solo en una ocasión, cuando militaba con los Hornets, a pesar de abusar de los armadores en la liga, llevando a Magic Johnson a proclamar: 'Paul es uno de los cinco mejores jugadores en la liga y si se mantiene saludable entrará en el debate de los mejores en la historia'.

Tras un cambio a la peor franquicia en todos los deportes profesionales en Estados Unidos, Los Angeles Clippers, Paul trajo su legendario liderazgo a un equipo que seriamente carecía de ella. Tras una lesión que dejó fuera a Chauncey Billups, el único jugador con seria experiencia de postemporada en el equipo, CP3 arrastró a los Clippers por los próximos meses hasta cualificar con la quinta posición en el oeste, lo cual significaba un cruce con un peligroso y superior equipo de Memphis que tendría ventaja como local.

Los Grizzlies contaban con un mejor jugador en todas las posiciones excepto en el match up de armador donde Chris tenía la ventaja ante Mike Conley que tampoco es pellizco de ñoco. La gran mayoría de los analistas deportivos anunciaban un dominio total de Memphis, una probable barrida y una posible aparición en las finales de conferencia.

He ahí la grandeza de, tal vez, el mejor líder de su generación. Después de un ‘come back' de 27 puntos en el cuarto periodo y conducir al hospitalillo, los Clippers tenían ocho jugadores lesionados incluyéndolo a él que sufría una seria lesión en la ingle, al séptimo juego en la cancha del contrincante donde se creció una vez más.

Este armador por excelencia celebra de igual manera una espectacular jugada de un compañero como se goza las suyas, inspirándolos a dejar el pellejo en la cancha al igual que lo hace su líder.

Reportes de que había comprado los pasajes para su familia con destino a San Antonio, su próximo retador, antes del juego siete contra Memphis, comenzaron a navegar por la web. Videos dando instrucciones desde el banco han llevado a rumores del puesto de ‘player-coach' para la próxima campaña, puesto donde solo Bill Russell ha sido exitoso.

Hay una gran probabilidad de que los Spurs, que están masacrando la competencia, los domine en la próxima ronda, pero la belleza de ver el corazón de un verdadero competidor en cancha, en una era donde los jugadores juegan más por dinero y fama que cualquier otra cosa, es algo realmente admirable.

Chris Paul (EFE)
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