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Deportes

En el Oeste es que saben en la NBA

El balance de poder entre las conferencias del Este y Oeste en la NBA tiende a cambiar década tras década convirtiendo una más poderosa y profunda que la otra. Ya sean lesiones, buenos cambios o buenas selecciones en el sorteo de novatos, la norma dicta que siempre se encontrará un número mayor de contendores en una.

Durante la década del 60', la presencia de Bill Russell le dio un poder absoluto a la conferencia del Este, cuando sus Celtics de Boston ganaron 11 campeonatos en 13 años. Los 80' se consideran la era mas balanceada gracias a la aparición de Magic y Bird, quienes se encontraron en tres ocasiones en las finales, aunque vale la pena resaltar que la llegada de los ‘Bad Boys' Pistons de Isiah Thomas hicieron que Bird y su combo llegaran seriamente machucados a varias de esas finales.

Tras el retiro de Michael Jordan a finales de los 90', el Oeste se coronó año tras año gracias a dos dinastías y tres de los mejores jugadores en la historia, Shaq y Kobe en Los Ángeles y el siempre subestimado Tim Duncan en San Antonio. La gran mayoría de las subsecuentes finales se convirtieron en una carcajada de barridas y palizas convirtiendo las finales de la conferencia del Oeste en el verdadero matchup de intriga.

En el 2012, gracias a la intransigencia del emperador Stern y su cierre patronal, el apretado y arriesgado calendario, llevó a serias lesiones por parte de súper estrellas que hubiesen tenido una seria marca en el desenlace de esta curiosa temporada. La lesión en la rodilla izquierda del MVP de la pasada temporada, Derrick Rose, transformo el panorama en toda la conferencia del Este. Sus Bulls fueron eliminados en la primera ronda y de la noche a la mañana el trio de South Beach veía el camino a las finales mucho menos rocoso. Esto fue así hasta que una lesión abdominal dejara fuera a Chris Bosh, desamparando al dúo fantástico de Lebron y Wade con un elenco que se hubiese batallado la última posición de la liga con los Bobcats de Charlotte sin sus Big 3.

Aun así, el próximo enfrentamiento entre los Spurs de San Antonio y los Thunder de Oklahoma City posee la mejor calidad de baloncesto que la NBA tiene que ofrecer. Aquí no se verá el 'dásela a Lebron y quédate mirándolo' de Miami, el yoyeo, por falta de opciones, de Chris Paul con los Clippers o el metralleo repentino de Kobe Bryant. Este, terminó con la curiosa línea de 42 puntos y cero asistencias en 40 minutos en el juego de eliminación contra los Thunder quienes los sacaron de la cancha.

Liderados por, tal vez, el mejor dirigente de todos los tiempos, Gregg Popovich, los Spurs tienen un juego metódico. Nunca abandonan su ritmo y tiene la aptitud de adaptación como ningún equipo en la liga. La madurez demostrada por el estelar argentino Emanuel Ginobili, al aceptar un rol del banco a pesar de ser de los mejores jugadores del mundo, le da gran versatilidad y fortaleza a la segunda escuadra. Su lesión a principios de temporada dio paso al desarrollo de los jóvenes Danny Green y Kawhi Leonard, quienes tendrán la imposible tarea de detener a Kevin Durant. Los pilares del equipo, Tony Parker y Tim Duncan, el mejor delantero fuerte de todos los tiempos, son las rocas que mantienen a esta ejemplar franquicia sólida año tras año.

Al otro lado, los Thunder de OKC son un equipo joven de gran explosividad ofensiva. Kevin Durant posee la habilidad para obtener un buen tiro prácticamente cada vez que el balón llega a sus manos y el talento para meter hasta los tiros malos. Russell Westbrook, viviendo bajo la sombre de Durant, se ha convertido en uno de los mejores en ambos lados de la cancha, poniendo presión defensiva desde el saque y atacando el canasto de manera insaciable en el lado ofensivo. Debajo del palo, la combinación de la fortaleza por Kendrick Perkings y el atletismo de Serge Ibaka, convierten esa zona en una de 'no entre' mientras que la explosividad ofensiva de James Harden, el sexto hombre del año, transforma a los Thunder en una pesadilla en ambos lados de la cancha.

El rol de los árbitros será crucial para ambos equipos. Durant se ha convertido en uno de los mejores jugadores que ha pasado por la liga, en crear contacto para vivir en la línea de las tiradas libres donde convierte casi un 90 porciento de sus intentos. Al ser defendido por jugadores jóvenes incluyendo un rookie, a quienes los árbitros normalmente no le dan mucho espacio de error, puede que el alucinante Durant promedie más de 13 tiros libres por juego lo cual pondría en serios problemas a la defensa tejana. Por los Spurs, la veteranía y alto IQ de baloncesto que posee Duncan, Boris Diaw y el brasileño Tiago Splitter, puede poner en patines a la defensa de Oklahoma con buenos pases y colocar a su línea frontal, especialmente a Ibaka que por querer dar tantos tapones se come muchos ‘fakes', en serios problemas de ‘foul'.

A menos que haya una seria lesión o un improbable regreso de Bosh que inspire a Miami a un campeonato, los Spurs o los Thunder se ganarán la preciada sortija. Váyale a quien le vaya, acomódese en su asiento y prepárese para este preciado manjar deportivo.

Los Spurs. Sucio díficil.
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