Ven oportunidad para el turismo gallístico en Borinquen
Se pudiera decir que la tradición de las peleas de gallos en Puerto Rico acaba de coger más fuerza.
Una enmienda al ‘Animal Welfare Act' fue aprobada recientemente por el Congreso de Estados Unidos, en la cual se prohíbe ser espectador en algún evento de peleas de gallos en los 50 estados de la unión.
Pero no en Puerto Rico. Mientras tanto, el Animal Fighting Prohibition Enforcement Act, firmado por Geroge W. Bush en 2007, prohíbe transportar gallos a través de las fronteras estatales.
Todos estos puntos hacen que Puerto Rico se convierta en una meca para los amantes de las peleas de gallos, al menos en cuanto a territorio estadounidense se refiere. Tampoco es ilegal esta actividad en el resto de los territorios de Estados Unidos, como Guam, pero es en Borinquen donde la tradición ha convertido a los gallos en un negocio redondo. Es más, tan cercano como 2010 la Legislatura puertorriqueña aprobó resoluciones que protegen lo que es conocido como 'el deporte de los caballeros', estableciendo que las peleas de gallos son parte del patrimonio nacional.
'Esta ley permite que Puerto Rico siga disfrutando de esto que es parte de la tradición. Hay una gran parte de esta patria que lo atesora', expresó el Secretario del Departamento de Recreación y Deportes (DRD), Ramón Orta, al ser contactado por NotiCel.
'Es una ventaja. Creo que podemos aprovechar para promover el deporte en el área turística, lo veo como una ventaja. Ya hay una gallera que se considera turística, que es la de Isla Verde, pero se puede mercadear a Puerto Rico con las otras galleras', manifestó Orta.
Orta recordó que hay 90 galleras certificadas, en distintos municipios, 'que ya tienen sus programas de turismo interno'.
'Con la situación de Puerto Rico, dependemos de promover la economía como mejor podamos. Y ahora tenemos esta ventaja sobre los otros 50 estados', expresó.
De por sí, las peleas de gallo ya estaban prohibidas en los 50 estados. En 33 es considerado un delito grave, mientras que 40 estados de la unión, a nivel local, buscaban también respuestas punitivas al asunto.
De hecho, un reporte de Caribbean Business establece que las peleas de gallos que se efectúan en las decenas de galleras sancionadas alrededor de Puerto Rico recaudan alrededor de $30 millones al año, solamente en apuestas. Según la prestigiosa publicación, un estimado de $1 millón de personas visitan las galleras anualmente, y es una industria que emplea a más de 100,000 personas.
'Es una industria que genera muchos ingresos, en términos de los productos que se venden para mantener a los gallos, y en cuanto al proceso de crianza y de mantenimiento de los gallos, pues genera mucho dinero', articuló Orta.
Esto no incluye las actividades en galleras clandestinas, lo que Orta reconoce como un problema que hay que atender.
'En cuanto a con lo que cuenta el DRD y la Comisión de Asuntos Gallísticos para poder atender las peleas clandestinas, pues antes teníamos unos interventores, pero nos vimos afectados por la Ley 7 y perdimos muchos de los interventores, que no tan solo trataban a las clandestinas, si no a otros problemas generales de las galleras. Esperamos trabajar con legislación para expandir ese grupo de interventores', apostilló.
Orta dijo que antes del 30 de junio deberá celebrar unas vistas referentes a asuntos gallísticos, en las cuales tratarán varios temas. Las vistas estaban pautadas para diciembre, pero tuvieron que ser pospuestas por asuntos internos del DRD.
Indicó que buscará 'tocar las puertas en (la Compañía de) Turismo y en (el Departamento de) Agricultura' para ver cómo se puede trabajar el ángulo de Puerto Rico como destino turístico para los seguidores de las peleas de gallos.
'Esto es una industria que tiene muchos seguidores en países como Colombia, Venezuela y República Dominicana, tres vecinos latinoamericanos. A nivel mundial también hay más aficionados a este deporte y creemos que podemos explotar eso y ayudar a la economía del País', apuntó Orta.