Roland Garros: Nadal supera a Almagro
El español Rafael Nadal mantuvo firme la defensa de su título de Roland Garros y superó en segunda ronda a su compatriota Nicolás Almagro por 6-4, 6-3 y 6-1 en 2 horas y 21 minutos.
Nadal, que persigue levantar su décima Copa de los Mosqueteros, no dejó entrever ninguna de las fallos en su juego que le han llevado a perder esta temporada cinco partidos en tierra batida, un cuarto del total de las derrotas concedidas en esa superficie.
El campeón logró su victoria número 37 consecutiva en París desde que en 2009 el sueco Robin Soderling le propinara la única derrota que ha sufrido en 68 partidos en ese torneo.
'Estoy muy contento, creo que he jugado un buen partido, muy sólido. Nicolás es un gran jugador. Estoy feliz de volver a la Philippe Chatrier, gracias por el apoyo al público', dijo desde la pista el español en francés, lo que le valió la ovación de la grada.
El español aseguró que la pista central de París es 'la más importante' de su carrera.
Nadal señaló que en su segundo partido en esta edición de Roland Garros, tras haber ganado en el primero al joven francés Quentin Halys por 6-3, 6-3 y 6-4, se sintió 'mejor' que en la fase anterior.
Firme se mostró el mallorquín ante un Almagro que le castigó con sus derechazos y potentes reveses a una mano, señal de que el murciano está mejor de lo que dice su ránking, 154 del mundo, recuperado cada día más de la fastitis plantar que le mantuvo meses alejado de las pistas.
Pero no fue suficiente para desestabilizar el juego del cabeza de serie número 7, que se medirá por un puesto en octavos de final contra el ganador del duelo entre el austríaco Jurgen Melzer y el ruso Andrey Kuznetsov.
En la pista central de París, su talismán, Nadal rompió el servicio de su rival en el tercer juego del primer set y mantuvo la ventaja hasta el final.
El segundo comenzó de nuevo con un quiebre del mallorquín, que lo afianzó en el séptimo. Aunque cedió su saque en el siguiente, acabó ganando la manga con el servicio de Almagro.
El juego del murciano se fue descosiendo, y se fue descentrando. Tan alta era la montaña que tenía ante sus ojos, que en el tercer set fue una caída continua que dio acceso a Nadal a la tercera ronda sin problemas.
Si supera esa ronda, Nadal se medirá, teóricamente, en cuartos de final contra el serbio Novak Djokovic, número uno del mundo, que busca en París levantar el único Grand Slam que aún falta en sus vitrinas.