El exgimansta y olímpico, Tommy Ramos, tiene muchas palabras para describir el momento exacto cuando el reloj marcó las 3:47 a.m. del pasado 30 de noviembre, justo nació su retoño, Valeria Victoria Ramos Mojica, quien le permitió descubrir el amor puro.

Entre risas sin dejar de mirar a la pequeña, Tommy recuerda la mezcla de sentimientos al momento en que su esposa, la voleibolista Vilmarie Mojica, dio a luz a Valeria.

'Emoción, llanto, felicidad, amanecida, cansancio. Fue un montón de cosas. El tiempo vuela. Yo siento que eso fue ayer', confesó Tommy con Valeria sobre la falda.

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A nivel deportivo y mayormente internacional, el exgimnasta alcanzó los niveles más altos. Todas las medallas conquistadas y una participación olímpica no tienen comparación con lo que siente hoy día tras día por su hija.

'Jamás y nunca. Participación es entrenamiento, dedicación y sí, ser un padre es bien dedicado, pero es mucha adrenalina. Esto es un sentimiento bien puro. Ser padre es un sentimiento bien puro. Es una responsabilidad, pero es una etapa distinta', contó a NotiCel.

Si bien Vilmarie confesó que papá se graduó, Tommy lo reafirma. Entre ambos, bendecidos por compartir su retoño minuto a minuto, han logrado compenetrarse a la perfección para dividirse la crianza.

'Estoy ayudando mucho a Vilmarie en cuestión de rotarnos para que ella pueda descansar y dormir. Ella tiene que estar levantándose, dándole comida a la nena, lactándola. Afortunadamente ahora mismo, tenemos la dicha de que yo puedo mantenerme mucho tiempo con la nena y nos rotamos estoy una hora con ella jugando mientras Vilmarie descansa, yo la suelto y trabajo. Está bien interesante, porque formo parte de su crecimiento a todo minuto. A mí me encanta porque cada hora que pasa es algo nuevo que está haciendo. Me fascina eso', confesó.

Y esto, acompañado de la carga de trabajo, han sido parte de los ajustes más importantes que ha llevado a cabo en los pasados seis meses.

'Es un reto trabajar desde la casa. Uno tiene que desarrollar un itinerario bien riguroso y pues, esto es un juguetito nuevo. Uno tiene que saber manejarse bien, las horas de trabajo, tiempo, juego, las horas de dormir', dijo Tommy, quien alcanzó una sexta posición en anillas en los Juegos Olímpicos Londres 2012.

Los padres suelen aspirar para sus hijos lo que nunca tuvieron o alcanzaron mientras crecían. Tommy, quien estuvo cerca de conquistar una presea en las Olimpiadas, no quiere imponer sus sueños a su primogenita, pero le gustaría ver a Valeria como sus padres, olímpica.

'Yo nunca logre una medalla olímpica. Estuve cerquita. Nunca llegue a tenerla, pero yo creo que es un poco egoísta que un papá enfoque sus metas personales en una hija. Si hubiese algo que yo pudiese utilizar de mi pasado que no logre, sería eso', admitió.

'A mí me gustaría que ella logre lo que ella quiera hacer. Ya sea deporte, trabajar, arte, medicina, ingeniería. A mí me encantaría como padre que ella fuese deportista', agregó al tiempo que expresó que la gimnasia será el primer contacto con el deporte que tendrá Valeria Victoria, y posteriormente el voleibol.

Hay algo claro que Tommy tiene presente. No titubea si le preguntan si las nenas son de papá. 'Completamente. 100 por ciento', afirmó un convencido padre primerizo y uno de los 'Golden Boys' de la gimnasia puertorriqueña.