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Economía

Alza salarial marcan el Día del Trabajo en Latinoamérica

Una mejora en las condiciones laborales de venezolanos y peruanos tras el anuncio de sus Gobiernos de aumentar el salario mínimo y el 'homenaje' al pueblo boliviano que supuso la expropiación de una filial de la Red Eléctrica Española marcaron hoy la celebración del Día del Trabajo en América Latina.

Desde Cuba, en donde adelanta un nuevo ciclo de radioterapia contra el cáncer, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, saludó a la clase obrera de su país que amaneció con la promulgación de la Ley Orgánica del Trabajo (LOT) que, a su juicio, contiene 'grandes conquistas' para los empleados.

La nueva normativa establece, entre otros aspectos, que la jornada laboral 'se reduce a 40 horas diurnas' semanales frente a las 44 actuales, 'con la obligación y el derecho de los trabajadores de dos días continuos de descanso'.

Este Primero de Mayo también entró en vigor el primer tramo del aumento del sueldo básico que pasará de 1.548,22 (360 dólares) a 2.047 (476 dólares), lo que, según Chávez, coloca a Venezuela 'en el primer lugar en salario mínimo en América Latina'.

Una medida similar dio a conocer este martes el mandatario peruano, Ollanta Humala, quien aprobó un incremento de 75 soles (27,9 dólares) en la remuneración mínima, que ascenderá a 750 soles (279,85 dólares).

Una vez conocida la noticia, el secretario general de la Confederación General de Trabajadores del Perú, Mario Huamán, se mostró complacido ya que la iniciativa beneficiará a más de dos millones de personas.

A la 'celebración' se unió desde Bolivia el gobernante Evo Morales, quien dispuso la expropiación de las acciones de la Red Eléctrica Española en una empresa transportadora de energía.

'Hoy día nuevamente, como justo homenaje a los trabajadores y al pueblo boliviano que ha luchado por la recuperación de los recursos naturales y los servicios básicos, nacionalizamos la Transportadora de Electricidad', dijo Morales.

A su turno, Cuba conmemoró el Primero de Mayo con sus habituales desfiles masivos, cuya principal novedad fue la participación de miembros del emergente sector privado de la isla en un día dedicado a reafirmar la unidad en torno a la llamada 'actualización' del modelo económico.

El presidente Raúl Castro encabezó el acto más importante, pero fue Salvador Valdés, secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba, quien pronunció el discurso principal de la jornada, enfocada en 'reafirmar' el compromiso con el plan de reformas económicas emprendidas en el país para perfeccionar su socialismo.

Sin embargo, no todo fue fiesta, ya que como es tradicional las calles de las principales ciudades latinoamericanas fueron escenario de numerosas manifestaciones en contra de los Gobiernos de turno y sus políticas económicas.

Así, los ánimos se caldearon en Santiago de Chile, en donde unos dos centenares de encapuchados atacaron con piedras y botellas a la policía, la prensa y a manifestantes, dejando como saldo seis carabineros heridos y más de una veintena de civiles detenidos.

Mientras se registraban los desórdenes, Arturo Martínez, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores, pronunció un discurso ante unas 100.000 personas para exigir 'un salario mínimo de verdad, que debe llegar este año a los 250 mil pesos (unos 520 dólares)', ante lo cual la ministra del Trabajo, Evelyn Matthei, respondió que 'no es posible' porque afectaría el empleo.

Igualmente, en la capital colombiana al menos 64 personas fueron detenidas por portar artefactos que podían alterar la normalidad de la conmemoración durante la que el gobernante Juan Manuel Santos firmó un decreto de reglamentación del llamado 'teletrabajo' y se lamentó de que siga el asesinato de sindicalistas.

Sobre el particular, el presidente de la Central Unitaria de Trabajadores, Tarsicio Mora, precisó que en 2012 han muerto siete miembros del colectivo y 3.000 en los últimos quince años, por lo que es importante que el mundo entienda que 'Colombia es el país más peligroso para ejercer la actividad sindical'.

De otra parte, con la mirada puesta en el sector bancario, los representantes sindicales exigieron en Sao Paulo la bajada de las tasas de interés, una semana laboral de 40 horas y la vigencia de los sindicatos en la lucha obrera, según Força Sindical, que situó en más de un millón el número de participantes en los actos de hoy.

En México, decenas de miles protestaron contra diversas políticas en una jornada opacada por la decisión de algunas de las principales centrales obreras de boicotear las movilizaciones en varios estados a causa de la inseguridad.

Entretanto, la mandataria de Argentina, Cristina Fernández, pidió defender lo logrado en materia laboral 'con uñas y dientes' e indicó que el Gobierno trabaja 'por un modelo de acumulación que articula capital y trabajo y que le da al trabajo la centralidad clave para la recuperación' del país.

A su turno, las centrales obreras paraguayas reprocharon la ley de la 'micro, pequeña y mediana empresa' porque es, a su juicio, 'una maniobra político-empresarial que denigra el trabajo humano', al tiempo que sus homólogos uruguayos reconocieron los éxitos cosechados por los Gobiernos del Frente Amplio y pidieron ampliar la reforma fiscal para redistribuir la riqueza.

También, en Ecuador dirigentes indígenas y otros sectores sociales y políticos de izquierdas opuestos al Gobierno criticaron al presidente Rafael Correa por los despidos en el sector público y por su política petrolera y minera.

En respuesta, los afines al Gobierno se dieron cita en el centro de Quito en donde Correa invitó a los sindicalistas opositores a 'conversar' y justificó los despidos al calificar la medida de 'dolorosa' pero 'necesaria' para 'defender el bien común' y mejorar el servicio que brinda el Estado.

Finalmente, miles de centroamericanos se unieron en un solo grito para exigir seguridad social, respeto a los obreros y libertad sindical, así como para condenar al sistema capitalista y a la corrupción reinante en las altas esferas de la región.