Se queja EEUU de impuestos a sus vehículos en China
Washington - El gobierno estadounidense inició hoy una queja ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) por los gravámenes impuestos por China, desde diciembre, a las importaciones de vehículos automotores fabricados en Estados Unidos.
El Representante Comercial estadounidense, Ron Kirk, informó en un comunicado de que ha solicitado la intervención de la OMC 'en un intento por eliminar esos gravámenes injustos' que, en su opinión, representan otro 'abuso' de los instrumentos comerciales por parte de China.
Los gravámenes afectan a casi el 80 % de las exportaciones de vehículos automotores estadounidenses a ese país, esto es, unas 92.000 unidades, y representan un aumento de unos 3.300 millones de dólares en el precio de esos vehículos en el mercado chino.
La gestión ante la OMC busca que China rescinda los gravámenes que impuso a las importaciones de vehículos de Chrysler y General Motors después que el gobierno de EE.UU. inyectara desde 2009 unos 85.000 millones de dólares en socorro de las dos firmas en bancarrota.
En diciembre pasado el gobierno de China impuso los gravámenes sobre las importaciones de ciertos vehículos todo terreno argumentando que el socorro gubernamental consistía en un subsidio, lo cual es ilegal bajo las reglas de la OMC.
Esos gravámenes añaden un 15 % al precio de un Jeep Wrangler o un Jeep Grand Cherokee; un 21,8 % al precio del Buick Enclave y el Cadillac CTS, y un 41 % al sedan Acuran TL.
El diario The Wall Street Journal y otros medios indican hoy que el presidente Barack Obama hablará sobre este asunto en el inicio, hoy, en Ohio, de una gira de campaña para su reelección en noviembre.
La vinculación de las disputas comerciales y la campaña electoral de EE.UU. proviene del hecho de que Obama defiende como uno de los logros más importantes de su gestión el socorro que su gobierno dio a GM y Chrysler y que impidió el colapso de las dos compañías.
La intervención gubernamental salvó casi un millón de empleos directos en la industria automovilística e indirectos en los proveedores de partes y servicios para la fabricación de automóviles.
En junio de 2009 Chrysler y GM salieron de la bancarrota y, según el gobierno, la industria automovilística estadounidense desde entonces ha añadido 233.700 puestos de trabajo.