Nando Parrado rechaza el mantengo: 'Cada uno tiene que forjar su propio futuro'
Para Fernando Parrado no existe la crisis. Luego de quedar varado a 13,000 pies de altura en la Cordillera de los Andes, abandonado a su suerte, durante más de dos meses, en uno de los escenarios más feroces de la naturaleza, no hay nada que pueda definirse como crisis.
En ese momento, en 1973, el joven jugador de rugby logró el rescate de sus compañeros del equipo Old Christians de Uruguay, tras cruzar los Andes junto a su amigo Roberto Canessa. Pero Parrado confiesa que no lo hizo por liderato, ni por solidaridad como pudieran pensar los románticos. 'La realidad es que lo único que sentía era que quería vivir', contó en entrevista telefónica.
(Suministrada)
Ese deseo de vivir, de volver a un padre que había perdido a toda su familia en el vuelo 571 - donde también viajaban su madre y su hermana -, fue a lo único que pudo aferrarse para mantener la determinación. El amor fue su instinto natural. 'Los supervivientes de de campos de concentración, de guerras u otras tragedias, que tienen a alguien a quien volver, alguien a quien amar tienen más probabilidades que quien tiene sólo dinero', comentó.
Cuando este viernes el reconocido conferenciante se presente ante el público puertorriqueño como parte de su charla 'Crisis qué Crisis', sólo llevará un mensaje: 'Nadie le va regalar a nadie lo que no se merece o lo que no logra por si mismo'.
La frase podría sonar trillada, pero cuando te la dice un hombre que recorrió durante 11 días los picos más elevados de la cordillera más larga de la Tierra, luego de estar varado durante dos meses, la perspectiva cambia.
La esperanza de Parrado es que la gente al oír su testimonio pueda confiar en sus propias capacidades para 'crear su propio milagro'.
'Donde nadie hace nada porque te lo tiene que dar el Estado o porque todo tiene que ser fácil, no funciona. La vida es dura y cada uno tiene que forjarse su propio futuro. Nadie te va a regalar nada', comentó.
Hablar de la solidaridad como solución a la crisis social puede ser deleite a los oídos, según dice, pero en la práctica no funciona. 'El líder tiene que ser personal. Cada uno de nosotros tiene que ser líder de su propia vida, primero', puntualizó.
Al final, cada persona es como un pequeño 'pedacito de sociedad'. 'El esfuerzo de cada uno después puede transformarse en éxito. Pero si uno no lucha por si mismo, no puede luchar por la sociedad', finalizó.