Incentivos contributivos para evitar éxodo de jovenes
Ante la crisis económica que atraviesa la Isla y la disminución constante en el grupo de niños menores de 15 años, el gobierno ha propuesto otorgar incentivos contributivos y de negocios así como estímulos económicos a jóvenes para que se queden laborando en Puerto Rico.
Los jóvenes entrevistados vieron con buenos ojos los incentivos pero algunos dijeron no saber si eso sería suficiente para quedarse en la isla.
'Hay otras cosas como el tipo de trabajo que se tienen que considerar porque si no consigo empleo en mi área entonces, de qué sirve que me eximan de pagar impuestos?', dijo Ana Lugo, estudiante de mercadeo en la Universidad del Sagrado Corazón.
El Proyecto de la Cámara 1921, cuyo equivalente en el Senado es el 1091, establece que otorgar exenciones a los jóvenes sobrepasa el costo fiscal al gobierno porque, de quedarse en la isla, los jóvenes estarían aportando a la economía.
Además de que se estima que la población se reducirá gradualmente, el gobierno espera que para el 2050 una reducción significativa en el número de jóvenes y un aumento de más de 30 por cient% en las personas mayores de 64 años.
Los beneficios que provee la ley serán para jóvenes entre las edades de 16 a 26 años. Uno de estos le otorgaría una exención contributiva a los primeros $40,000 en ingresos derivado de salarios, servicios o por cuenta propia. El exceso de los $40,000 seria tributable a las tasas ordinarias.
Otro de los beneficios le permitirá al Banco de Desarrollo Económico de Puerto Rico desarrollar un plan que permita a jóvenes refinanciar sus préstamos estudiantiles a tasas preferenciales sujeto a que permanezcan y trabajen en la isla por al menos tres años. Se exceptúa del requisito de residencia a los estudiantes matriculados en estudios post-graduados pero tienen que cumplir con el mínimo de residencia.
Actualmente, los préstamos estudiantiles federales tienen un interés de 3.86 por ciento.
El proyecto de La Fortaleza también permite al gobierno entrar en acuerdos especiales con jóvenes empresarios de 16 a 26 años que creen empleos y operar a largo plazo una empresa en la isla.
Estos negocios nuevos disfrutaran de exención temporal de contribución sobre ingresos, de patentes municipales y de propiedad mueble durante los tres años posteriores a la firma del acuerdo. No obstante, la exención cubriría los primeros $500,000 de ingreso bruto que genere el negocio nuevo y, cualquier cantidad en exceso, tributará a las tasas regulares.
Además, la medida crearía un proceso expedito de permisos para los negocios nuevos que hayan otorgado un acuerdo.
De otra parte, los jóvenes empresarios no tendrían que preocuparse por buscar un lugar dónde poner su negocio porque el proyecto le ordena a la Compañía de Fomento Industrial de crear un inventario de propiedades muebles e inmuebles para ofrecérselas.
La medida dispone, también, para la creación de un programa para atender las necesidades de financiamiento y asesoría que puedan tener los jóvenes empresarios. Como un incentivo adicional, se crearía un programa de inversión de capital de riesgo, el cual sirva como incentivo para el desarrollo de nuevos negocios. Este programa establecerá un Fondo Especial de Capital de Inversión como instrumento de apoyo para la creación de negocios nuevos por jóvenes empresarios.
Rolando Higgins, estudiante universitario de biología, dijo que le parecían muy buenos los incentivos pero sugirió que se debía aumentar la edad de los jóvenes que se beneficiarían de los mismos.
'Por ejemplo, que sea de 18 a 28, porque un muchacho de 16 años no está pensando en tener un negocio y muchos menos ganarse $40,000', dijo el joven.
José Torres, un estudiante de administración de empresas en la Universidad del Sagrado Corazón, dijo que le parece bien que el gobierno esté tratando de ayudar a los jóvenes a establecer sus negocios porque 'eso es lo que hace falta.'