Cannabis en Oregón: una industria camino al mercado de valores (vídeo y galería)
Portland - Si algún día va caminando por la avenida Woodstock en el sureste de Portland, se podría topar con el dispensario KALEAFA, el cual tiene a la venta productos de cannabis medicinal para pacientes que padecen condiciones reconocidas por el OMMP (Oregon Medical Marihuana Program).
Tiendas como esta le generan ingresos al estado a través del pago de permisos y patentes, además de facilitarle ‘la medicina' a quienes no pueden cultivarla por sí mismos, ya sea por falta de recursos, o porque su condición no se lo permite. La renovación de licencias para pacientes cuesta $200.00, y recauda aproximadamente $1.5 millones anuales. Contrario al mercado legal, los pacientes no pagan impuestos por la compra del cannabis medicinal.
Su gerente general Bill Widmer, se encontraba recibiendo inventario cuando sacó hizo espacio para que el lente de NotiCel captara la variedad de productos que tienen disponibles en sus vitrinas, desde parafernalia como vaporizadores, pipas y papeles para enrolar, hasta comestibles y productos concentrados, como aceites e infusiones. También comentó sobre la elección que llevará a cabo Oregón en noviembre, que persigue la legalización de la planta para uso recreacional.
'Pienso que el cannabis debe ser legal, si lo comparas con el alcohol o los cigarrillos es menos nocivo para la salud, no hay muertes registradas por sobredosis de marihuana', comentó Widmer, convencido de que la medida I91 pasará, ya que hay mucho dinero impulsándola. 'Ha pasado demasiado tiempo para que legalicen y pienso que el argumento en contra es bien débil', añadió.
Muchos agricultores en la industria están preocupados porque perciben que la legalización total podría afectar el mercado medicinal, sin embargo Widmer piensa que eso no pasará, ya que son categorías diferentes. 'Creo que lo que se ha descubierto hasta ahora en Colorado y Washington State es que se están desarrollando dos mercados fragmentados, uno es compra al detal y el otro es medicinal, creo que a pasado poco tiempo para descifrar cómo servir ambas categorías a través de un solo suplidor', concluyó.
Bill Widmer se encuentra en el trámite de abrir varias tiendas de venta al detal al norte de Washington State dentro de tres a cuatro meses. A diferencia del mercado recreacional, la preparación de productos que atienden las necesidades de muchos de los pacientes pertenecen al renglón de los concentrados, el cual es otro mercado aparte, ya que el componente Cannabidiol (CBD), al cual se le atribuye la mayor cualidad medicinal, funciona mejor si se ingiere, en vez de fumarlo.
Por su parte, Andrew Gurevich, agricultor a pequeña escala, entiende que el mercado ha colapsado en los últimos años, ya que con tanta producción a lo largo de la costa oeste, el mercado está saturado. 'Los que cultivamos por nuestra cuenta podemos poseer hasta libra y media, así que según la ley, lo que sobra se lo facilitamos a otro paciente y este nos reembolsa un porciento de los costos de inversión. Antes mi reembolso ascendía a los $3,600 la libra. Ahora le sacas entre $2,000 a $2,200, lo que representa una reducción significativa', destacó Gurevich.
El fenómeno de los dispensarios comenzó a tener más auge en los estados que legalizaron tanto para uso medicinal como para el recreacional, cuando el Departamento de Justicia circuló unas guías en agosto del año pasado, que de ser honradas, evitarían consecuencias legales a los operadores en el foro federal.
'El estado genera mucho dinero de esto, desde lo que le cobran a los pacientes hasta lo que reciben de la operación de los dispensarios, y ahora la industria está cambiando de manos deliberadamente. Por ejemplo, en Washington si deseas abrir una facilidad de producción necesitas cientos de miles de dólares para lograrlo, debido a la naturaleza de las licencias y el tamaño de la operación para hacer suficiente dinero. Literalmente son establecimientos del tamaño de un Walmart, así que la industria está cayendo en manos de nuevas oligarquías, como siempre ha pasado en los Estados Unidos', argumentó Gurevich.
Entretanto, Paul Satnford, presidente y fundador de la THCF (The Hemp and Cannabis Foundation) está llevando la compañía pública en el mercado de valores. 'Ya firmamos todos los documentos y la auditoría de los estados financieros está en proceso. Las personas podrán comprar nuestras acciones a través de sus corredores. En octubre nuestras acciones ya deberían estar corriendo en el mercado de valores público, lo que se llama el OTC (Over the counter market).
La fundación tiene clínicas en diez estados, las cuales atienden la población de 60 ciudades a través de la nación. Desde su comienzo en el 2001, han diligenciado los permisos de sobre 225,000 pacientes, 90,000 de estos en el último año, en su mayoría residentes de Oregón y Washington, y en otras jurisdicciones como Colorado, Michigan, Hawaii, California y Montana entre otras.
En la Isla, el proyecto de la Cámara 1362 de los representantes populares Carlos Vargas Ferrer y José Báez, proponía regular el uso de la marihuana para propósitos medicinales. Sin embargo la Cámara lo transformó en una legislación que viabilizaría un proyecto piloto de 5 años de duración para determinar si la sustancia tiene o no las propiedades medicinales.
Con el proyecto el gobierno central pretendía recaudar unos 5 millones para el presupuesto del año fiscal 2014-2015, según información contenida en los documentos presupuestarios.
*Para ver la 1era y 2da parte de esta serie especial pulse en los siguientes enlaces:
Cannabis en Oregón: del crimen a la economía formal (vídeo y galería)