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Educación

A la vuelta de la esquina, el retorno de las clases presenciales

El Departamento de Salud presentó el protocolo, que regirá el regreso de los estudiantes a las escuelas públicas y privadas del país.

El retorno a las aulas escolares se dará de forma gradual.
Foto: Archivo/Juan R. Costa

A una semana del inicio de las clases presenciales, el Departamento de Salud divulgó ayer el protocolo, que guiará ese regreso de los estudiantes a las escuelas públicas y privadas del país, que ahora contarán con termómetros a la entrada para tomar la temperatura de los alumnos, flechas para mantener el distanciamiento físico, un salón de aislamiento y almacenarán pruebas diagnósticas para detectar el peligroso virus.

La época de los abrazos y los saludos afectuosos quedó atrás. Ahora se impondrá el régimen de la mascarilla y el ‘hand sanitizer’.

En rueda de prensa en la sede de la agencia en Río Piedras, el secretario de Salud, Carlos López Mellado y el equipo epidemiológico a cargo del sistema de vigilancia escolar presentaron presentaron un protocolo de salud uniforme que provee una lista de cotejo de las medidas de prevención e higiene requeridas en tiempos de la pandemia COVID-19.

El protocolo de salud, de 89 páginas, provee “los requisitos mínimos” que debe cumplir toda escuela pública y privada que tenga la intención de iniciar clases presenciales a partir del 1 de marzo. Usando este documento como punto de partida, cada escuela debe elaborar un plan particular conforme a sus necesidades. El protocolo uniforme también ofrece recomendaciones específicas ante posibles escenarios de contagios en las escuelas.

Al presentar el documento, Mellado López recalcó la importancia de retomar la rutina escolar para garantizar la salud mental de los estudiantes, pero el protocolo, que desde ayer aparece colgado en la web del Departamento de Salud, cincela un retante escenario de trabajo y de enseñanza.

Por ejemplo, el protocolo clausura las fuentes de agua y prohíbe el uso de abanicos de techo en una isla tropical, donde la mayoría de las estructuras no aprovechan la bondades de la ventilación cruzada.

“Los abanicos de ventana o laterales podrán utilizarse siempre y cuando se puedan tomar medidas para minimizar el aire que sopla de una persona a otra”, indica el protocolo.

“Las unidades de aire acondicionado independiente (aires de ventana, consolas de pared, etc.) deben permanecer apagadas. De haber instalado “screens” plásticos, estos deberán ser removidos para permitir la entrada del aire”, agrega.

En el caso del agua, permite el uso de dispensadores colocados en el salón de clases “siempre y cuando se cumplan los siguientes criterios: sólo podrá estar una persona a la vez dispensando agua y habrá material disponible para la desinfección frecuente del dispensador”.

La epidemióloga Fabiola Cruz López, quien estableció y dirige el Sistema Municipal de Investigación de Casos y Rastreo de Contactos, explicó que las escuelas que cumplen con los requerimientos del protocolo podrán obtener una auto-certificación preliminar ‘online’, pero que luego personal del Departamento de Salud -que labora en los municipios- visitará las escuelas para emitir la certificación de cumplimiento final.

Apuntó que la apertura de los planteles requerirá cumplimiento con indicadores epidemiológicos, que miden los índices de contagio y de transmisión del virus a nivel estatal y municipal, así como requisitos escolares relacionados a las medidas de prevención para mitigar la propagación del peligroso virus.

Solo podrán abrir las escuelas públicas y privadas localizadas en los municipios que tengan niveles de transmisión baja (azul), moderada (amarilla) y sustancial (anaranjado). No podrán abrir los planteles en los ayuntamientos con niveles de transmisión alta (rojo). Estos datos, indicó Cruz López, se revisarán semanalmente y se divulgarán los miércoles para que las autoridades escolares puedan determinar si abren o cierran sus planteles.

Ayer, había 31 municipios con un nivel de transmisión alto y 47 municipios se encontraban en los niveles aceptables para la reapertura. Pero esa cuadro podría cambiar la semana próxima.

Cruz López, la demógrafa Wilmarí de Jesús Álvarez y el analista de datos Aníbal López Correa formarán el equipo de vigilancia y rastreo, que asistirá a las escuelas en este proceso de regreso a las clases presenciales. La semana próxima ofrecerán talleres virtuales y charlas a los maestros y maestras así como al personal escolar para repasar las medidas de seguridad y atender preguntas.

De Jesús Álvarez reiteró que formar parte del BioPortal del Departamento de Salud constituye un requisito esencial para obtener la certificación de la agencia para abrir las escuelas. Ya las 857 escuelas del sistema de educación público cuentan con un perfil completo en la base de datos, mientras que la mitad de los 700 colegios privados completó el proceso, que permitirá a Salud seguir el rastro del virus en la Isla.

No solo se trata de colocar datos. Cada escuela tienen que identificar a una persona para que se mantenga atenta al BioPortal y las señales de alerta que puede emitir si identifica un caso de contagio dentro de la comunidad escolar al cruzar sus bases de datos. El Departamento de Educación ya contrató enfermeras escolares para esta tarea.

El protocolo no establece el número de estudiantes por salón, pero requiere mantener una distancia de seis pies entre los estudiantes o los pupitres. Los alumnos tampoco podrán prestar o intercambiar los lápices, bolígrafos o materiales escolares.

Salud contratá con un ejército de unos 800 empleados para vigilar el cumplimiento del protocolo y requerirá que la certificación de registro de las escuelas en el BioPortal se renueve mensualmente.

El próximo lunes, el gobernador Pedro Pierluisi Urrutia divulgará la Orden Ejecutiva, que autorizará formalmente el inicio de las clases presenciales. La designada secretaria de Educación, Elba Aponte Santos, indicó que el jueves anunciará las escuelas que se encuentran aptas para recibir estudiantes.

El plan de apertura de las escuelas públicas será gradual e incluirá, en la primera fase, a estudiantes de kínder a tercer grado, educación especial y cuarto año. Los estudiantes se dividirán en dos grupos. Un grupo tomará clases lunes y martes. El otro tomará clases jueves y viernes.

Aunque Aponte Santos inicialmente mencionó una lista de 172 escuelas aptas para abrir, ayer en entrevista radial señaló que entre 20 a 25 escuelas podrían iniciar clases presenciales el próximo 3 marzo. El resto de los estudiantes se mantendrán tomando clases de manera virtual.

De cara al retorno a las aulas, el Gobierno inició un plan de vacunación del personal escolar de las escuelas públicas y privadas. Hasta el momento, hay 53,434 maestros y empleados no docentes vacunados. De esta cifra, 43,207 ya recibieron la primera dosis y 10,765 tienen ambas dosis.

Las escuelas privadas, que funcionan de manera autónoma e independiente, decidirán según sus necesidades si adoptan un modelo de enseñanza híbrido o si optan por un regreso a clases total.

Las escuelas públicas y privadas permanecen cerradas desde marzo pasado cuando el Gobierno decretó un estado de emergencia por la pandemia e impuso un toque de queda y estrictas medidas de confinamiento para paliar la propagación del COVID-19.

Mira el protocolo aquí.

PDF: Protocolo Escuelas - COVID-19.pdf