Estudios divulgados esta semana sobre la educación pública de kinder a tercero (K-3) advierten que el ausentismo crónico afecta el aprovechamiento, que los varones son más vulnerables que las niñas en el área de lenguaje y que hay una alta razón de estudiantes por maestro en los salones K-3.

Además, que los estudiantes que viven bajo el nivel de pobreza son mucho menos proficientes en el área de la lectura que sus contrapartes que provienen de hogares con ingresos más altos. El 85% de la población K-3 del Departamento de Educación vive bajo el nivel de pobreza.

'Sabemos que el dominio apropiado de la lectura y la escritura al completar el tercer grado es determinante en el exito academico y profesional de los estudiantes. Sin embargo, aunque el aprendizaje de la lectura en K-3 ha cogido auge internacional como área crítica de enfoque, en Puerto Rico recibe muy poca atención', indicó Carlos Rodríguez Silvestre, director ejecutivo de Flamboyán en Puerto Rico, que presentó los estudios junto al Capítulo de Puerto Rico de ProLEER.

El simposio La lectura K-3 en Puerto Rico: datos e indicadores, realizado el miercoles pasado, fue el marco de discusión de los estudios y contó con educadores internacionales entre sus exponentes.

Claves principales

1. Se observa bajo aprovechamiento en Español K-3

2. Los estudiantes bajo el nivel de pobreza son más vulnerables a desarrollar problemas de lectura

3. El problema de ausentismo crónico afecta el aprovechamiento

4. Los varones son más vulnerables que las niñas en el área de lenguaje

5. Hay una alta razón de estudiantes por maestro en los salones K-3

'Los indicadores de aprovechamiento de los años bajo estudio -calificaciones finales, resultados en pruebas estandarizadas, y tasas de promoción de grado- señalan problemas desde el comienzo de la escolarización. Ya en primer grado la tasa de promoción es la más baja del sistema, dejando atrás al 11.5% de los estudiantes. Para tercer grado, solo el 60% de los estudiantes salieron proficientes en Español en las pruebas estandarizadas de (Educación)', señaló la Fundación en un comunicado.

'Los datos sociodemográficos demuestran claramente una tendencia que se ha probado en sistemas educativos alrededor del mundo: la pobreza incide negativamente en el aprovechamiento academico en estos grados. Tanto en las calificaciones finales como en los resultados de las pruebas estandarizadas los estudiantes bajo el nivel de pobreza obtuvieron calificaciones de D y F y reprobaron las pruebas estandarizadas en una mayor proporción que sus contrapartes que vivían sobre el nivel de pobreza. Esta tendencia es grave: 85% de los estudiantes de K-3 vive bajo el nivel de pobreza. La desventaja socioeconómica severa que enfrentan nuestros estudiantes K-3 implica un alto riesgo de desarrollar dificultades en la lectura', añade.

Sin embargo, quedó claro tambien que estos rezagos pueden superarse con las intervenciones adecuadas.

'El gran merito de esto es comprender que el conocimiento y el estudio tienen que trabajar sobre datos reales, poner enfasis en la investigación empírica, no solo en la especulación teórica […] porque nos marcan un camino sobre el cual encaminar nuestras acciones educativas', dijo Ana María Rodino, del Programa Estado de la Educación de Costa Rica.

Paola Uccelli, de la Escuela Graduada de Educación de la Universidad de Harvard, indicó, por su parte que 'en la lectura se da el efecto Mateo que es que los ricos se enriquecen cada vez más, mientras que los pobres son cada vez más pobres. Pero, si hay una maestra equipada, un currículo de calidad, unos líderes educativos comprometidos, esta realidad se puede cambiar. Si creemos en la escuela como la gran ecualizadora, la atención al lenguaje y a la lectura es primordial. Si no atendemos el lenguaje y la lectura, la escuela no solamente reproduce la inequidad social, la amplía'.

'Los estudiantes en Puerto Rico merecen la mejor educación posible. Garantizar que los estudiantes lean de manera efectiva al terminar el tercer grado debe ser una prioridad nacional para todos en Puerto Rico', indicó Kristin Ehrgood, presidenta de la Fundación Flamboyán.