Víctima o ridícula: la mujer en los medios
Christine Blasey Ford y otras en los Estados Unidos. Brenda López de Arrarás, Nayda Venegas y Norma Burgos en Puerto Rico. En las pasadas dos semanas la imagen que se proyecta de las mujeres en los medios de comunicación - tanto allá como acá - perpetúa los peores estereotipos en las sociedades donde persiste el discrimen por genero.
Mujer como oportunista, mujer como corrupta, mujer como tonta y mujer como bruta son los estereotipos más comunes que se difundieron en los medios de comunicación en estos días.
Allá en los Estados Unidos los medios se concentraron esta semana en el análisis y cobertura del minuto a minuto de las serias acusaciones de abusos sexuales que se le imputan a Brett Kavanaugh, nominado al Tribunal Supremo de los Estados Unidos.
El lapidario testimonio que Christine Blasey Ford contó en el Senado sobre lo que vivió con Kavanaugh en una fiesta de estudiantes en la decada del '80 provocó análisis en medios liberales, y críticas severas en las cadenas conservadoras y pro-Trump. Algunos comentaristas criticaban el por que la mujer se tardó en quejarse, si la denuncia es motivada por los demócratas o si era una treta. Es decir, permearon dos estereotipos: la mujer víctima de abuso o la zorra que se aprovecha del momento cumbre para destruir una posible nominación al Supremo.
Acá en Puerto Rico los estereotipos que dominaron fueron las imágenes de mujeres ridículas o políticas corruptas. Por lo tanto, la narrativa mediática es que las mujeres hacen quedar mal al resto de las feminas en este país. Por un lado, está la nueva presidenta del Partido Popular, Brenda López de Arrarás, jugando como si fuera una niña en un programa de televisión. Y por otro, está la comisionada electoral del PNP, Norma Burgos, dando cátedra de cómo ocultar cosas al negarse a dar explicaciones y acudir al Tribunal Apelativo para impedir que salga esa información.
Cierto es que nos avergüenza a nivel colectivo - seamos o no del Partido Popular, que una mujer haga el ridículo papelón de López de Arrarás actuando como una niña en El Guitarreño. Como si ponerse 'de Arrarás' no fuera motivo suficiente para burla y vergüenza colectiva, ya que demuestra que por sí sola o por su apellido López no es nadie y depende de la fama de su marido, la representante se creyó Xuxa o la Chilindrina con El Guitarreño. Que conste, no tengo nada contra el Guitarreño. El problema es con los legisladores a los que les pagamos el sueldo, pero se pasan metidos en ese programa en horario laboral. Los dos más usuales son Brenda López y otro especimen, pero en el PNP, Georgie Navarro.
Recordemos que no es la primera vez que López hace el ridículo. Además de hacerlo a diario en El Guitarreño y en la Legislatura, tiene un historial nefasto por darle la espalda a las organizaciones feministas y que buscaban equidad de genero, quienes en el 2013 pidieron su renuncia.
Pero ella no es la única. Esta semana volvió a ser noticia la senadora Nayda Venegas, quien insiste en legislar para limitar el aborto, a pesar de que el gobernador Ricardo Rosselló ha dicho que no considerará esa medida. Como si eso fuera poco, volvió a salir el caso de Norma Burgos tapando información en la Comisión Estatal de Elecciones para que no se investigue más el desvío de ayudas en furgones desaparecidos. Para colmo, otra noticia importante en la que se reseña a una mujer es la de una supuesta asesina. Me refiero al caso de Áurea Vázquez, la mal llamada viuda negra.
¿Que es esto? Todas las noticias son de mujeres y todo lo que se destaca es lo malo. Las únicas noticias positivas de mujeres fueron la elección de una Miss Universe y el triunfo de la tenimesista Adriana Díaz. Todo lo demás fue negativo.
La narrativa negativa perpetúa los comportamientos que convierten a mujeres y niñas en objetos, en figuras de entretenimiento y de burla. Si por el contrario, se sacaran más noticias y contenidos para promover a la mujer como empresaria, o como líder, tendríamos una sociedad más balanceada.
Me pregunto, dónde están las historias diarias de las mujeres ilustres o las que levantan la sociedad. Rara vez son titular de portada, y cuando se publica algo, siempre viene cargado de paternalismo y llanto, tipo 'Break de la esperanza'.
¿Dónde está la cobertura diaria de las mujeres en Las Mareas? ¿Dónde están las portadas y titulares de esas maestras fajándose por sacar a los estudiantes adelante como hay miles en todo el país? ¿Y que me dicen de las maestras de escuelas católicas con míseros salarios y encima les quitaron el retiro? ¿Y las abuelas? Esas que están en todas partes cuidando y criando nietos, solas. ¿Por que no son el tema que domina la narrativa mediática, por lo menos, a nivel local?
Así como estas, son miles las historias que no salen. A pesar de que mujeres somos la mayoría de la población no estamos, es injusto sigan presentándolas como lo que no son.
*La autora es relacionista profesional y mantiene el blog En Blanco y Negro con Sandra.