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Estados Unidos

Casa Blanca condena nueva ley que prohíbe el aborto en Oklahoma

La portavoz Karine Jean-Pierre dijo que la medida es parte de un ''esfuerzo creciente'' de los republicanos en todo el país para hacer retroceder libertades.

La portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre.
Foto: EFE

La portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, condenó este jueves la prohibición del aborto en el estado de Oklahoma y afirmó que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se ha comprometido a "proteger" este derecho.

"Ayer por la tarde, el gobernador de Oklahoma promulgó la ley más extremista para anular el derecho fundamental de las mujeres de tomar sus propias decisiones reproductivas", criticó la secretaria de prensa en su rueda de prensa diaria.

Jean-Pierre advirtió que esta legislación forma parte de "un esfuerzo creciente" de los republicanos en todo el país para "hacer retroceder libertades" y aseguró que tras prohibir el aborto harán lo mismo con el matrimonio igualitario.

"Estos derechos están cada vez más en peligro", afirmó.

Ante esto, aseguró que Biden cree "que las mujeres tienen el derecho fundamental a tomar sus propias decisiones" y su Administración se ha comprometido a "proteger estos derechos constitucionales".

El gobernador de Oklahoma, el republicano Kevin Stitt, firmó el miércoles una nueva ley que prohíbe el aborto en el estado desde el momento de la fertilización, considerada la legislación más restrictiva de Estados Unidos.

Además, siguiendo la línea de la polémica ley contra el aborto aprobada el año pasado en Texas, la nueva norma permite a los ciudadanos denunciar a cualquier compañía o persona que asista a una mujer en la interrupción de su embarazo.

La prohibición del aborto en Oklahoma se aprobó en medio de la polémica por la posibilidad de que el Tribunal Supremo, de mayoría conservadora, tumbe en junio la sentencia "Roe versus Wade", que desde 1973 protege el derecho constitucional al aborto en todo el país.

Organizaciones de la sociedad civil calculan que al menos 26 de los 50 estados del país, gobernados por conservadores, prohibirán el aborto una vez el Supremo emita su fallo.