Maestros baby boomers reacios a la tecnología, los nuevos sin ese apoyo
Mientras la evolución tecnológica avanza a un ritmo acelerado en todos los renglones, la transición digital en las escuelas públicas ha sido lenta. Los maestros que se han incorporado a la fuerza laboral desde hace diez años, cuentan con el conocimiento para integrar la tecnología, pero muchas veces no tienen el equipo, la infraestructura o el apoyo administrativo.
José Plaza, maestro de matemáticas en la Escuela Gabriela Mistral, utiliza la pizarra inteligente para integrar presentaciones, hojas de cálculo y documentos de forma interactiva. El interés de los estudiantes en la materia ha aumentado con los nuevos métodos educativos. Los estudiantes pueden formar equipos para solucionar los problemas matemáticos en la misma pizarra y hasta hacen sus exámenes de forma digital, lo que les resulta menos intimidante y le facilita el trabajo al profesor.
Silkia Chique, maestra de inglés en el Colegio Lourdes de Hato Rey, ha incorporado los videos y las redes sociales en su curso. Uno de los proyectos que asignó a los estudiantes fue que grabaran un vídeo definiendo y usando una palabra en una oración. Pese a que el ejercicio pudiera realizarse de forma tradicional, la incorporación de la nueva tecnología sirve de estímulo a los estudiantes.
Chique de hecho hizo su tesis de maestría con niños que aprendían inglés como segundo idioma mediante la lectura en distintos formatos. Los resultados de comprensión fueron mucho más altos en los niños que estaban usando la tecnología, mediante lectura en PDF o en libros auditivos. Uno de los niños que estaba más rezagado, tuvo una mejoría acelerada en vocabulario al escuchar la pronunciación mediante una aplicación de libro auditivo que bajó a su celular, según contó.
Los estudios que comprueban la efectividad de la tecnología en la educación es poderosa. Algunos teóricos plantean que no se trata de una alternativa pedagógica, sino de una necesidad: la educación debe capacitar paralas competencias que exige la era digital.
El Departamento de Educación tiene, sin embargo, políticas incongruentes. 'Las Escuelas del siglo XXI no necesariamente tienen todo lo necesario para llamarse de esa forma', opinó Carmen Pacheco Sepúlveda, profesora de tecnología educativa en la Universidad de Puerto Rico. Estas escuelas tienen el equipo pero, en algunos casos, no tienen acceso a Internet.
Tienen computadoras, pero sin programas instalados. Incluso, destaca la profesora, que el equipo muchas veces está destinado a una persona específica, en lugar de estar disponible mediante un plan de rotación para todos los salones.
El acceso a Internet no está disponible para todas las escuelas, y en aquellas en que está, se les bloquea el acceso a Youtube, un recurso que cada vez utilizan más profesores por los vídeos instructivos e interactivos que tiene. 'Se trata de enseñar el uso correcto, no de bloquear el acceso', expresóPachecoSepúlveda.
Pese a que innumerables voces han señalado la necesidad de que las escuelas integren la tecnología en sus currículos y estilos pedagógicos, para el 70 por ciento del personal en las escuelas públicas, la tecnología aún no es parte integral del proceso de enseñanza, según la consulta 'Todos Presentes por la Educación en Puerto Rico'.
PachecoSepúlveda opinó que la dificultad en la transición se debe a la edad de una gran parte del magisterio ya que significa un proceso de cambio donde tienen que salir de la comodidad y de lo que tenían dominado. La responsabilidad también recae sobre el Estado que no da el seguimiento adecuado a los adiestramientos y planes de currículo. 'Hay unos estándares que se han integrado, pero no se ha establecido la estrategia', comentó.
La revolución tecnológica, que sucede a la gran revolución industrial, requiere otras capacidades y competencias como el autoaprendizaje, la creatividad y el emprenderismo. En la consulta del DE, el 38 por ciento del personal educativo indicó como característica idónea que los egresados debían ser aprendices constantes, el 30 por ciento éticos, el 23 por cientocomunicadores efectivos, mientras que sólo el nueve por ciento indicó que deben dominar la tecnología. Curiosamente, las tres primeras características pueden ser desarrollados o ir a la par con la tecnología.
'Maltratamos a los niños porque no les permitimos que su fortaleza la utilicen para su aprendizaje', puntualizó, José Torres, de la empresa Adler Group, que se dedica a la construcción de ambientes de aprendizaje.'El maestro ya no es centro del conocimiento. Es uno de los recursos', explicó.
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