Más vulnerable la isla a inundaciones
La concentración de población en áreas de alto riesgo como zonas costeras o aledañas a la ribera de ríos, el impacto a las barreras naturales que controlan las escorrentías y el desparrame urbano, han contribuido al aumento de la vulnerabilidad de la isla ante los huracanes y tormentas, aseguró Juan Amador Gutiérrez, presidente del Instituto de Ingenieros Ambientales de Puerto Rico.
El ingeniero y consultor manifestó en entrevista con Inter News Service (INS) que la reglamentación vigente en la isla impide la construcción de infraestructura en áreas del cauce mayor de cuerpos de agua, pero permite la construcción en valles inundables.
Por esta razón, indicó, no es una sorpresa que fenómenos climatológicos con gran intensidad de lluvias como la tormenta Irene ocasionen graves problemas de inundación y daños a la infraestructura vial.
'La gran mayoría de las áreas inundables están asociadas a ríos y afluentes que tienen sus cauces naturales y sus fases de inundación, lo que pasa es que se ha venido construyendo en el paso de las aguas y eso ha incrementado los riegos de inundaciones, sobre todo cuando se presentan eventos de lluvias', dijo Amador Gutiérrez.
Agregó que los problemas de inundación que enfrenta Puerto Rico responden a distintas decisiones de planificación tomadas en el pasado, asentamientos espontáneos en zonas inapropiadas y a impactos al medioambiente acumulados a través de los años.
El especialista en medioambiente señaló como factores que han contribuido a incrementar la vulnerabilidad de la Isla ante el paso de huracanes, elementos como la construcción de viviendas sin respetar las disposiciones en materia de calificación de terrenos, el incremento de construcciones en las costas y el aumento de las escorrentías a causa de la disminución de las barreras naturales que protegen de las inundaciones.
Sobre el particular, el ingeniero ambiental Marco López añadió que el incumplimiento a las disposiciones sobre calificación de terrenos pone en peligro a muchas personas que se encuentran viviendo en lugares de alta probabilidad de inundaciones y deslizamientos.
'La gente se asienta en lugares donde existe riesgo de inundación debido a la deforestación de las áreas circundantes que antes le servían para mitigar las escorrentías. Cuando se presentan las lluvias el agua corre y pone en peligro vidas y propiedades', sostuvo.
Fue enfático en que las construcciones en áreas propensas a inundación constituyen un grave problema para Puerto Rico.
'Una vez que las personas se asientan no puedes negarles los servicios de agua, electricidad y carreteras, lo que resulta en construir más infraestructura en zonas de riesgo', dijo.
En Puerto Rico existen más de mil corrientes de agua, entre ríos y quebradas, de los cuales alrededor de 70 tienen su origen en montañas y discurren por pendientes escarpadas. El sur de la isla es más susceptible a inundaciones ya que los ríos de la zona son más cortos en longitud y tienden a desbordarse con mayor rapidez.
En la ocurrencia de inundaciones también intervienen elementos como la presencia de suelos predominantemente arcillosos, cursos de agua no canalizados, presencia de escombros que obstruyen las corrientes y drenaje pluvial deficiente.
Sobre las inundaciones causadas por Irene en la isla, Amador Gutiérrez manifestó que aunque hubo muchas precipitaciones, el fenómeno no alcanzó las proporciones de una 'lluvia de 100 años'.
Explicó que cada evento de lluvia es diferente y que los totales que se van acumulando en las diferentes cuencas hidrográficas resultan en cantidades individuales, lo que dificulta una predicción exacta sobre los ríos que serán afectados o inundados a causa del evento climático.
El presidente del Instituto de Ingenieros Ambientales de Puerto Rico indicó que para prevenir las inundaciones en la Isla hay que mitigar las vulnerabilidades específicas de cada zona y planificar desarrollos futuros teniendo conciencia los impactos al medioambiente.