Dos siglos en cemento frío para el incendiario de Florida
El llamado incendiario de Florida, Justino Sánchez Díaz, fue sentenciado esta mañana a 198 años de prisión, por la jueza Marta Rosario Santana del Centro Judicial de Arecibo.
Sánchez Díaz fue declarado culpable el pasado 8 de septiembre por asesinar a seis familiares al incendiarlas durante una cena familiar el Día de Año Nuevo en el barrio Maldonado de Florida.
El sujeto enfrentaba seis cargos de asesinato en primer grado y cargos de tentativa de asesinato e incendio agravado. La determinación de la jueza surgió tras la Fiscalía y la defensa presentar sus argumentos finales en sala en la mañana de hoy.
Aunque el perito de la Fiscalía en siquiatría, Raúl López, entiende que el hoy convicto actuó motivado por frustración y rencor, concluyó que éste sí tenía conciencia de lo que hacía.
De esta forma se distanció del diagnóstico de 'trastorno delirante' que hizo la testigo pericial de la defensa, Arlene Rivera Mass, quien dijo que por ello no se debía responsabilizar al acusado penalmente.
De acuerdo con la investigación, el acusado convocó a su familia a una cena en la casa de sus padres para la celebración del Año Nuevo y el compromiso de uno de sus sobrinos. En medio de la comida, los roció con gasolina y les prendió fuego.
Los hechos sucedieron el pasado 1 de enero, donde murió la madre de Justino, Josefina Díaz; su excuñada, tres de sus sobrinos y a la novia de su sobrino Jesús Sánchez, la estadounidense Kate Donahue, quien estaba en la Isla de visita para conocer la familia de su prometido.
Pedro Sánchez, hermano de Justino, al igual que otros familiares, sufrió quemaduras y perdió a dos de sus hijos en el fatídico incidente.