Deniegan libertad bajo fianza a Lutgardo Acevedo
Tras una prolongada vista, la magistrada Aida Delgado denegó la libertad bajo fianza al contable Lutgardo Acevedo López, acusado a nivel federal por corrupción judicial, al coincidir que había evidencia suficiente de que el sujeto representa un peligro para la sociedad por las amenazas que ha hecho y por el miedo que provocaba en los involucrados del caso.
La Fiscalía logró convencer a la magistrada de que Acevedo López tenía un 'lado oscuro' - como se le llamó en sala - o que al menos un grupo cercano a él tenían razones suficientes para temer por su vida. La fiscal federal, María Domínguez, leyó una carta en que el sargento Noel Pérez Crespo le expresa al Jefe del FBI, Carlos Caces, que estaba preocupado por la naturaleza violenta y los múltiples contactos del acusado dentro de la Policía, tras haber sido asignado a investigar un suceso violento que protagonizó en el restaurante Mesa Criolla en Moca.
En la carta, el sargento detalló que Acevedo López radicó viciosamente investigaciones administrativas para que se le impusieran sanciones, lo demandó civilmente y compareció a los mediostildándolo de corrupto. 'Consiguió él que se me trasladara de mi posición como supervisor en el Cuerpo de Investigaciones Criminales a prestar servicios uniformados en el Distrito de Rincón valiéndose de sus contactos de la alta jerarquía de la Policía en Aguadilla', aseguró.
En Corte, se reprodujo una grabación donde el coacusado, el juez superior de Aguadilla, Manuel Acevedo le advierte a Ángel 'Lito' Román Badillo, el empleado gestor del CPA: 'si tú le llegas a fallar a ese hombre, ese hombre te mata a ti'. A lo que 'Lito' le contestó, 'igual que a ti'.
También presentaron una conversación por mensaje de texto, en que el acusado amenazó a un primo identificado como 'Rafi' con quitarle el hijo. La reacción de Rafi, en horas de la madrugada, fue inmediata: 'Me vas a matar?', preguntó con miedo, según él mismo admitió ante los agentes del Negociado Federal de Investigaciones (FBI) que investigaron el caso.
La defensa intentó reducir el altercado a una discusión menor entre primos y negó la teoría de que Rafi haya salido al día siguiente a Tampa (Florida) por temor a Acevedo López. Para esos efectos, trajeron al tío de ambos, el exteniente Luis López Rivera, quien testificó que fue el mismo Acevedo López, quien compró los pasajes ante el pedido que le hiciera su primo. 'Ellos siempre se ayudaban entre si', justificó.
López Rivera se mostró, sin embargo, molesto durante el contra interrogatorio cuando negó conocer que hubiera ocurrido una pelea entre ambos en una barra, ni que su sobrino había puesto una querella en contra de Acevedo López. La abogada de Acevedo, Esther Castro, resaltó que el propio Rafi luego no quiso dar declaraciones y ofreció versiones contradictorias. Pero la Jueza encontró 'lagunas' en su testimonio y opinó que estaba intentando defender a su sobrino acusado, cuando incluso indicó que no consideraba violenta a una persona que cometía violencia doméstica contra su esposa. La pregunta del fiscal José Capó se refería a una supuesta alegación que hizo la esposa del acusado por soborno judicial.
Fiscalía develó, además, un registro de sobre 300 municiones que compró el acusado en abril de 2014, lo que despertó la suspicacia de la Jueza. 'Después de dos años sin comprar municiones, por alguna razón se ve en la necesidad de comprar esa cantidad', reflexionó Delgado, con cierto escepticismo, pese a las alegaciones de la defensa de que en 2007 y 2008 compró cantidades similares.
La defensa intentó, además, limitar los antecedentes violentos del acusado a hechos aislados cuando estaba bajo los efectos del alcohol, 'estuvo bebiendo en lugares donde la gente va a beber', justificó Castro. Insistió, además, que el acusado buscó voluntariamente rehabilitación para su alcoholismo.
'Si las amenazas hubieran sido ciertas, él tuvo oportunidad de causar daño. Estuvo armado todo ese tiempo', indicó la abogada. Entonces agregó, 'cuando no está bebiendo es una persona diferente. Cuando fue arrestado, ya estaba camino a la rehabilitación'.
En el último turno, la Fiscalía refutó esta alegación al recordar que el acusado ha sido arrestado por guiar bajo los efectos del alcohol, acusado de homicidio negligente, y ha admitido que lleva bebiendo desde hace diez años. 'Decidió ir a rehabilitación cuando conoció que el FBI estaba tras él', aseguró Domínguez, para luego enfatizar ante la Jueza: 'es una persona sin conciencia que piensa que está por encima de la ley y no respeta la ley'.