Policía: 'Hay más criminalidad en los hogares que en la calle'
El aumento en violaciones sexuales y agresiones agravadas, aún cuando las demás modalidades de crimen han disminuido en el país, refleja la necesidad de atender de forma urgente el problema de violencia contra la mujer, que ha llevado a las autoridades a cuestionar si en efecto hay más criminalidad en los hogares que en la calle, donde en vez de armas de fuego, predomina el uso del 'cuerpo y los genitales como arma'.
La noticia de una mujer que fue amordazada, herida y violada sexualmente, luego de que un sátiro la secuestrara cuando cruzaba la calle para comprar alimento para sus hijos, marcó al país por ser un acto sin precedentes y uno de los más violentos de este tipo. Tan reciente como en mayo, el país se consternó también con la noticia de ocho hombres que violaron a una niña de 9 años, en lo que luce como un caso de trata humana, que según expertas ocurre con más frecuencia de la que se reconoce.
Sin embargo, la agresión sexual incluye otras circunstancias que pasan desapercibidas en la cotidianidad: si a la víctima se le ha disminuido su capacidad de consentir a través de sustancias, si se somete al acto mediante engaño de la identidad real, e incluso si se aprovechó de su confianza debido a una relación de superioridad.
'En el noviazgo se ve mucho. Está internalizado que si estás con alguien, tienes que estar sexualmentecon esa persona. Es como tu obligación o deber. Como es tan descabellado pensar que toda nuestra cultura es así, cuesta trabajo aceptarlo', comentó la Coordinadora de Paz para la Mujer, Adriana Alonso.
Salvo a algunas excepciones como la que ocurrió esta semana, la violencia sexual está directamente vinculada a la violencia doméstica. Los agresores son comúnmente, personas cercanas, familiares, cónyuges o excónyugues. 'Estas personas no son enfermas. Alguien enfermo no lo planifica, ni se esconde... El agresor común no tiene una patología psiquiátrica', opinó la doctora Linda Lara, quien trabaja de cerca con las víctimas como ginecóloga forense del Proyecto Pasos. 'Las manifestaciones de violencia doméstica tienen su arraigo en ideología machista y patriarcal', comentó por su parte, SaraBenítez, directora de la Oficina de Desarrollo Integral de la Mujer, en el Municipio de San Juan.
El psicólogo clínico y terapeuta sexual certificado, José Pando, argumentó que detrás del criminal, cada historia es diferente. Entre los hombres que él ha tratado, hay una serie de inseguridades, dificultad de controlar los impulsos o algunos que fueron víctimas cuando pequeños. 'Nos enfocamos en el acto violento, pero no miramos que el victimario es también víctima de otras circunstancias. La violación es una expresión inadecuada, absurda, tormentosa y desastrosa de un coraje, que descarga sobre alguien que no tiene nada que ver', analizó.
Pando recordó que en la historia de la sexualidad, el acto sexual entre el hombre y la mujer ha sido visto tradicionalmente como un acto de sumisión. 'El hombre penetra y la mujer es penetrada. Se utiliza el cuerpo y los genitales como un arma', comentó acerca de la conducta inexplicable de quienes cometen este delito, que supone 50 años de prisión.
Los casos de menores abusadas sexualmente, cuyas madres son víctimas de violencia doméstica y también fueron abusadas durante su infancia, son cada vez más frecuentes, así como la cantidad de padres biológicos que son victimarios, informó Lara, al señalar que eso debe ser objeto de estudio.
Estadísticas de la Policía señalan que durante este año ha habido un incremento de violaciones sexuales de 71% con relación a 2014 (un aumento de 15 casos). Carolina, Guayama, Utuado y San Juan son las regiones donde más violaciones se han registrado. Este diario contactó al comandante de Carolina, pero no estuvo disponible para abundar.
Pese a que los delitos tipo 1 han disminuido, se ha registrado un aumento dramático de agresiones agravadas, donde también se incluye la violencia doméstica, cuando se trata de un abuso físico. En un año - de 2014 a 2015 - hubo un incremento de 285 casos.
Estudiar los números de las querellas por violencia doméstica es, sin embargo, más alarmante. En Puerto Rico, se han reportado 2,426 querellas hasta el 31 de mayo de este año, lo que equivale a un promedio de 16% diario. Esto representa un aumento de más de 300 querellas con relación al año pasado.
'A veces me pregunto dónde hay más criminalidad si en la calle o en nuestros hogares', reflexionó la teniente Sharon Ruiz, del Cuerpo de Investigaciones Criminales (CIC) de Humacao.
'Esto es algo que la Policía no puede trabajar sola porque no se puede meter en la casa de las personas a decirles cómo tratar a sus parejas. Cuando la Policía llega es porque el crimen ya se cometió', lamentó la teniente.
Recoger evidencia ayuda al proceso de sanación de la víctima, pero no es lo único. 'El servicio a la víctima es más que 'ay bendito'. Servir a la víctima es una especialización', que incluye atención médica, ayuda emocional y psicológica, asesoría legal, acompañamiento al hospital o al tribunal y albergue, señaló Lara.
El manejo de la evidencia, regulado por el Centro de Ayuda a la Víctima de Violación del Departamento de Salud, también debe mejorar: hay hospitales que no cumplen con la política, ya sea por desconocimiento o falta de personal, pero la evidencia debe llegar al Instituto de Ciencias Forenses en un periodo de 72 horas. 'Cuando una víctima decide llevar el caso, nos está ayudando a todos porque yo no quiero que ese agresor toque a mi puerta... Son heroínas', reiteró Lara.
Pese a que de 2010 a 2011, sólo 12% de los casos de delito sexual en Puerto Rico fueron procesados, el trabajo de las Organizaciones Sin Fines de Lucro ha resultado beneficioso: Proyecto Pasos ha logrado un 60% de convicción en los casos en los que ha participado, según Lara.
Las víctimas de este delito pueden recibir atención médica sin necesidad de radicar querella o pagar por el servicio, según políticas del gobierno federal aplicables a la Isla.
En respuesta a este problema social, la Oficina de Desarrollo Integral de la Mujer en el Municipio de San Juan, está trabajando en un modelo integral, que incluye servicios de consejería, asistencia legal y vivienda transitoria, en el que han participado transexuales, homosexuales y mujeres inmigrantes como grupos focales. Con la reducción de salas municipales, se hace imprescindible la labor de estos centros para asistir a las víctimas en el proceso.
Son necesarias también mayores campañas de educación y prevención, que inserten a los hombres en la discusión, un esfuerzo que ya está organizando la Coordinadora Paz para la Mujer. El doctor Pando enfatizó en la necesidad de incluir cursos de educación sexual que sean requisito para los profesionales de la salud, así como para los estudiantes de elemental, intermedia o superior. 'En un mundo tan erotizado, que explota el sexo, si no tienes una buena base de principios, eres mucho más vulnerable', reflexionó. Mientras que Alonso respaldó la perspectiva de género para promover la visión de equidad, sin que se descarte al otro (casi siempre 'otra' femenina) como un objeto.
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