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SAN JUAN WEATHER
La Calle

Vecinos resienten fin de pacto entre narcotraficantes (galería)

Desde hace dos semanas los vecinos de Monte Carlo despiertan al ruido estruendoso de balaceras. Relatan que durante las madrugadas se escuchan ráfagas de ametralladoras como hace años no ocurrían en la zona, flanqueada por cuatro residenciales a cada lado de la avenida. Las alianzas entre los narcotraficantes de Jardines de Monte Hatillo, Jardines de Berwind, Campo Rico y Monte Park han quedado disueltas a consecuencia de los cambios de mando tras intervenciones federales.

En la noche del miércoles cuando tan solo eran las 9:25 p.m., se recibió una llamada al Sistema de Emergencias del 9-1-1 alertando de un tiroteo, que se extendió durante 30 minutos. Tres agentes del cuartel de Monte Hatillo también repelieron la agresión contra un hombre que les realizaba disparos con un arma larga. No hubo arrestos, mas el tramo de la carretera que divide a Monte Hatillo y Berwind permaneció cerrada durante tres horas.

El día siguiente amaneció en calma. La calle estaba tan desierta que del interior de todo carro, que salía de Monte Park, se torcía una cabeza curiosa con la mirada presta a identificar a las únicas dos personas que ocupábamos la acera. Rosita, de 50 años, iba caminando con las bolsas de compra junto a su hija. Viven tranquilas, aseguró con pocas palabras y una mirada desconfiada. Entonces, aclaró: 'vivo encerrada... Salgo solo cuando es necesario'.

Los residenciales Monte Hatillo y Monte Park tienen rivalidad contra los residenciales Berwind y Campo Rico, contó un retén de la Policía, sin importar que tomen de rehén a los transeúntes de la avenida 65 de Infantería. El regimiento de voluntarios puertorriqueños, que surgió hace 70 años, da nombre a una zona que se ha caracterizadopor la pobreza y la marginación, sin ayuda suficiente de entidades dispuestas a 'dar la batalla' por los residentes, según cuentan.

'Cuéntale que se inunda, que hay tiros, que se va la luz, que esto aquí es el diablo', dijo a su esposa un residente cercano a los complejos residenciales, mientras caminaba hacia el interior de su casa.

La Policía ha activado un plan de vigilancia de 24 horas, con dos patrullas dando rondas preventivas en el interior del residencial Monte Hatillo. Pero fuentes de NotiCel aseguraron que el acuerdo se rompió luego de que convictos ocuparon el residencial Jardines de Berwind tras cumplir su condena en prisión. Los propios agentes de seguridad tienen conocimiento de que pandillas del residencia rival intervinieron en Monte Hatillo para sacar jóvenes de allí e integrarlos a su pandilla.

Tan reciente como en julio de este año, las autoridades federales anunciaron el arresto de 105 narcotraficantes de la organización criminal conocida como Rompe ONU, que operaba en una decena de residenciales, entre ellos los cuatro que ahora están en guerra. La propia jefa de Fiscalía, Rosa Emilia, contó en una conferencia de prensa de 2012, que los códigos de estas organizaciones criminales incluyen acuerdos para no matarse entre sí, ni apropiarse de los puntos de quienes forman parte de la alianza.

Tras el arresto de miembros de esta organización, otros reos quienes cumplieron su tiempo en la federal, salieron rápido a ocupar los puntos de droga que quedaron desocupados, en un ciclo vicioso de no acabar, según fuentes.

Pedro ha sido testigo de 42 años de transiciones en el residencial Monte Park, ahora quienes controlan la venta de droga son los hijos y sobrinos de quienes se criaron con él. 'He estado en las altas y bajas... Desde hace dos semanas que está imposible. Porque siempre hay tiros del que quiere alardear que tiene pistola, pero hay noches que lo que se oyen son ráfagas como si fuera Vietnam... Que lo que uno quiere es largarse, pero no tengo a dónde ir. Y ellos no se meten con uno si uno no se mete con ellos... Ahí es que uno tiene que hacer buche...', mencionó mientras arrastraba dos troncos de un patio, y se secaba el sudor. Sin preguntarle, contó que trabajó como obrero, pero ya el cuerpo no da abasto para las 40 horas semanales; se conforma con trabajar patios de casas cercanas.

La violencia ha impactado también las escuelas aledañas, que tienen protocolos de emergencia para tiroteos. El director de la Escuela Elemental de Berwind dice que cuando ocurren esas situaciones, el plan consiste en cerrar los portones y que los niños permanezcan dentro del plantel bajo la filosofía de que 'ningún lugar es más seguro que la escuela'. Contrario a las recomendaciones de seguridad, los padres y madres acudieron en manada a buscar a sus hijos e hijas por los rumores que se difundieron temprano de que habrían más amenazas de tiroteos.

- Ma', va a haber tiroteo? - le preguntó un nene de alrededor de ocho años cuando salía con su madre de la escuela elemental.

- No, no va a haber na- contestó la mujer con despreocupación.

Frankie Rodríguez, director de la escuela, confirmó que escuchó los rumores de que habría otra balacera a mediodía. Pero el reloj ya marcaba la 1:30 p.m. La escuela quedó desolada sin que él hubiera dado la orden desalojo: la histeria se apoderó de los padres y madres.

En el Colegio Calasanz, que ubica en Monte Carlo, el protocolo implica que todos los estudiantes se tiren al piso, al lado del pupitre, pero rara vez se ha usado. Unos pocos acudieron a buscar a sus hijos preocupados por lo que se había divulgado en las noticias. En la tarde, todo fluía con normalidad. 'La delincuencia no debe perturbar la vida de los más pequeños', afirmó el director y sacerdote católico, Juan Cabrerizo.

Hay también pocos sitios para el ocio en esta zona, por la cual muchos cruzan la calle a pie o en bicicleta. Los negocios aledaños son consultorios médicos, supermercados, panaderías y barras. Del supermercado Mi gente, los residentes salen tan solo con una o dos bolsas; no hay grandes compras.

'No hay sitio... La gente no sabe leer, no sabe nada; todo son palabras soeces. No hay teatro, no hay dónde jugar, no hay con quién tener una conversación edificante', protestó un hombre de 81 años, retirado de investigador laboral. Ante la escasez y la falta de educación, la comunicación que impera es, según dice, la de las balas de distintos calibres de un lado a otro de la avenida.

Al cierre de este artículo, se supo que la Policía de Puerto Rico se dirigió al residencial Monte Hatillo como parte de un plan de vigilancia preventiva, en el que se encuentra también el superintendente José Caldero. Así lo confirmó a NotiCelel portavoz de la Uniformada, sargento Áxel Valencia.

Asimismo, Caldero conversó con NotiUnodurante el recorrido que realizó con 52 agentes de la Policía de distintas divisiones tanto en el mencionado residencial como en Jardines de Berwind.

'Esto es un plan indefinido y van a ver presencia policiaca las 24 horas los siete días de la semana en todo este sector', adelantó el Superintendente a la emisora.

*Los nombres de los residentes han sido cambiados para proteger su identidad.

      

Madre e hija salen de la escuela hacia el residencial Monte Park. (Josian Bruno/NotiCel)
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Madre e hija salen de la escuela hacia el residencial Monte Park. (Josian Bruno/NotiCel)
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Madre e hija salen de la escuela hacia el residencial Monte Park. (Josian Bruno/NotiCel)
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Madre e hija salen de la escuela hacia el residencial Monte Park. (Josian Bruno/NotiCel)
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Madre e hija salen de la escuela hacia el residencial Monte Park. (Josian Bruno/NotiCel)
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Madre e hija salen de la escuela hacia el residencial Monte Park. (Josian Bruno/NotiCel)
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Madre e hija salen de la escuela hacia el residencial Monte Park. (Josian Bruno/NotiCel)
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Madre e hija salen de la escuela hacia el residencial Monte Park. (Josian Bruno/NotiCel)
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