La escuela Andrés Sandín, una de seis escuelas que fueron certificadas como apta pero que aún requieren refuerzos en su estructura, inició su primer día de clases en el 2020 ayer con solo 25% de la matrícula de estudiantes de entre kinder y tercer grado que suponían iniciar.

La baja asistencia se debe en gran medida a la desconfianza de los padres sobre la integridad de la estructura tras apreciar la certificación que un ingeniero estructural emitió y que encontró áreas en las que la escuela debería mejorar. La certificación no alude a daños provocados por el terremoto del pasado 7 de enero, pero los señalamientos sí apuntan a daños crónicos que tiene el plantel y que, con fin de mantenerla en buen estado, deben atenderse con prontitud.

De hecho, este plantel no es el único que abriría aunque estaba en una lista que el Departamento de Educación (DE) proveyó a FEMA como planteles con prioridad de atender ante necesidades de protección sísmica. También están Luis Muñoz Marín (Aguas Buenas), Claudio Ferré Cotto (Comerío), Alejandro Jr. Cruz (Toa Alta), María C. Osorio (Toa Alta), y Silvestre Martínez (Naranjito).

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Según explico a NotiCel la directora del plantel, Annette del Moral Rosario, el martes solo acudieron 45 de 180 estudiantes entre los grados de kinder a tercer grado, los cuatro grados que el DE anuncio comenzarían clases hoy. El miércoles, el plantel espera recibir otros 200 estudiantes adicionales, indicó la directora, pues inician otros grados.

Entre los señalamientos que ilustraba la certificación - la cual pegaron en la entrada de la escuela - se indica que: 'No se observó fallas estructurales debido a la actividad sísmica. Sí se observó algunas situaciones que deben ser atendidas'. El documento menciona daños por corrosión en la cancha, varillas expuestas en una columna, vigas con fisuras cortantes y 'características para una posible falla de columna corta'.

Mira a continuación la certificación: 'Yo entiendo que los papas todavía tienen esa preocupación. Dentro del plantel, ayer, se hizo una asamblea de padres, vinieron 162 padres, se les mostró la certificación, se dialogó con ellos y quedó en cada uno de ellos tomar la decisión de si la escuela estaba apta o no. Ellos me dejaron saber la preocupación que tenían en torno a las recomendaciones que los ingenieros habían escrito en esa certificación', manifestó la directora.

Precisamente, Jenniffer Nazario tiene la escuela justo al frente de su lugar de trabajo, en la Pizzeria El Pariente #2. Es madre de una estudiante que asiste a la escuela y relató que durante la reunión de padres del lunes, hubo muchos que expresaron su desconfianza sobre la integridad de la escuela, destacando múltiples grietas en las paredes y el piso, y mostrando reparos con las indicaciones de la certificación.

'Los papas caminaron por la escuela y vieron que no se sienten seguros', dijo Nazario a NotiCel.

La escuela, construida en 1989, está bajo la tutela de la Autoridad de Edificios Públicos (AEP), agencia que supone entrar a remediar aquellas fallas señaladas en el informe estructural. Según del Moral Rosario, ya el caso de su escuela fue referido a nivel central del DE para canalizar los esfuerzos de reparación con la AEP.

'Estuve en comunicación directa con la superintendente regional, Soliris Ortiz, y me indicó que ella había referido el caso a nivel central y que a la brevedad posible tan pronto ella tuviera esa información ella me iba a llamar y ella también iba a canalizar esta situación a través de AEP que es la agencia responsable de hacerle arreglos a nuestra escuela', indicó la directora.

Al mediodía, Luis Torres, otro padre de una estudiante, conversaba con la directora sobre los hallazgos de la certificación y para ver de primera mano la estructura. En su caso, indico que estaba convencido de que la estructura es segura para su hija, pero resaltó que tanto la AEP, como el DE como la administración municipal de Yabucoa deberían tomar cartas en el asunto y trabajar para remediar las fallas esgrimidas en la certificación.

'Es bien mínimo lo que necesitamos, pero necesitamos la ayuda. La directora sola no va a poder. Necesitamos el apoyo del DE y del gobierno', manifestó Torres.

Por su parte del Moral Rosario indico que la presencia de brigadas o de movimiento para arreglar los daños reportados ayudaría a mitigar las preocupaciones de los padres y devolver esa escuela a la normalidad que vivían antes del terremoto del 7 de enero.

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