En medio de la vista pública en que se discutían proyectos del Senado (PS) para imponer mayores controles al aborto y prohibir las llamadas 'terapias de conversión' en menores de edad, un grupo de manifestantes fue removido del salón por los ujieres del Capitolio y miembros de la Policía.

Las participantes de la protesta eran mujeres que portaban pañuelos verdes, a modo de simbolizar su preferencia por un aborto accesible, libre y gratuito.

'Aborto libre para no morir, la que decide es esta, esta que está aquí', corearon las mujeres dentro del salón 'Yiye Ávila', nombrado en honor al evangelista Jose Joaquín Ávila Portalatín y ubicado en el edificio Baltasar Corrada detrás del Capitolio donde se discutían los proyectos de ley.

'¿Quieren otra ronda? Otra ronda por favor', clamó el presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz. Las mujeres repitieron el estribillo, seguido de un grito de 'macharrán' dirigido al legislador.

'¿Terminaron? Le agradecemos su expresión. Lo que no queremos es que interrumpan a los ponentes', continuó el Presidente del Senado, a toda vez que los ujieres se acercaban a las manifestantes para sacarlas del salón.

En cuestión de segundos comenzaron los forcejeos entre mujeres y ujieres, empujones y discusiones entre las partes, así como los encontronazos con Carlos Perez --sacerdote y abogado civil--, quien deponía sobre las diversas interpretaciones de la legislación existente respecto a los temas.

La seguridad del Capitolio prosiguió en fila a expulsar a las manifestantes del salón, con instrucciones estrictas de empujar hasta lograr el cometido, momento que fue presenciado y experimentado por la prensa. Al salir, bloquearon el paso a las manifestantes para que no regresaran al salón. Las mujeres, algunas quienes terminaron en el piso, decidieron no marcharse hasta que todas salieran del salón.

Desde la convocatoria de la vista, organizaciones defensoras de los derechos de la mujer denunciaron que no se les permitiría deponer ante el Senado. Entre ellas se encontraron Taller Salud y el Movimiento Amplio de Mujeres.

El PS 950, de la autoría de la senadora del Partido Nuevo Progresista (PNP), Nayda Venegas Brown, exige, entre otros detalles, a la paciente una espera de 48 horas luego de su primera visita a una clínica de aborto antes de realizarse el procedimiento. La medida, titulada 'Ley para la protección de la mujer y la preservación de la vida', tambien obligaría a los medicos a enseñarle a la paciente el sonograma de su caso.

Por otra parte, el PS 1000 busca prohibir la práctica de terapia de conversión sobre los menores de edad. Estos procedimientos se han efectuado en los Estados Unidos para revertir la homosexualidad de los pacientes, pese a que carecen de base científica que los sustente.

El proyecto de ley fue presentado en conjunto por los senadores Eduardo Bhatia Gautier, Zoe Laboy Alvarado, Juan Dalmau Ramirez y Miguel Pereira Castillo.

La manifestación había escalado gradualmente durante la vista, pues las participantes eran parte del público presente para los cinco paneles y alrededor de 20 deponentes sobre las medidas.

En un primer suceso, y en completo silencio, una manifestante se levantó de su asiento y levantó el pañuelo verde mientras transcurría el tercer panel. Segundos despues, el Presidente del Senado detuvo la vista pública para solicitarle que no interrumpiera los trabajos.

'Vamos a darle un aplauso. Captamos su mensaje, gracias. Le voy a pedir que no interrumpa a los deponentes para que puedan expresarse', señaló Rivera Schatz desde la mesa legislativa.

La manifestante, identificada como Shariana Ferrer Núñez, se mantuvo de pie y en silencio, pese a que la circundaban tres ujieres. Rivera Schatz hizo un segundo parentesis para instruirle a los ujieres que si la mujer deseaba mantenerse de pie, que le fuera permitido.

En una segunda instancia, y más cercana al encontronazo final, un puñado de mujeres se levantaron de sus asientos para imitar el gesto, esta vez mientras el Padre Perez abogaba sobre el derecho de los padres a decidir por sus hijos.

Este tema es uno discutido en tanto el PS 950, como el PS 1000, ya que en el primero se pretende que las menores de edad sean acompañadas a una clínica de aborto por un tutor. El segundo, y de acuerdo al sacerdote, 'limita' el poder de los padres de recurrir a 'terapias de conversión' como una 'alternativa' para sus hijos e incide en el poder de las familias de educar.

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