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Una 'irónica' temporada finalizada con un anillo de campeón

Beltrán no se destacó mejor que otras temporadas

El exjardinero de Grandes Ligas, Carlos Beltrán, pasó 20 años jugando en el mejor beisbol alrededor del mundo y conquistó premios individuales consagrándolo como uno de los mejores peloteros que ha producido la isla.

Las vueltas que le dio la vida a Beltrán durante su última campaña fueron unas irónicas. Tuvo un promedio bajo de bateo y no participó mucho en los jardines, tanto así que hasta los compañeros de equipo le hicieron un funeral a su guante, aunque desde su contratación, se conocía el rol por la cual fue llevado a las filas de los Astros de Houston.

El manatieño se mantuvo consciente en todo momento y a pesar de que participó en 129 juegos, Beltrán no colocó buenos números ofensivos durante la regular y mucho menos en la postemporada, donde había glorificado su madero primordialmente.

Su promedio de bateo fue .239, 108 inatrapables en total y 14 jonrones, su cuarta cifra más baja registrada durante una temporada completa. En postemporada conectó de imparable en tres ocasiones durante 20 turnos al bate oficiales para un bajo promedio de .150.

Aun así, Beltrán vivió la experiencia de conseguir ese signo de exclamación al final de su grandiosa carrera: el anillo de campeón mundial, permitiendo retirarse de los diamantes como todo un ganador.

'Yo le digo a mi esposa que fue uno de los años que entiendo yo, que mis números no estuvieron al nivel que estuvieron en años anteriores, pero irónicamente es el año que gano la Serie Mundial. Durante la temporada di el máximo. Fue un año que estuve 'struggling' la mayoría parte del tiempo', recordó Beltrán en una conferencia de prensa celebrada el miercoles tras su arribo a la isla.

Desde un punto de vista menos estresante, Beltrán observó cómo la novena con la que jugó en postemporada, por primera vez en su carrera, finalizaba la espectacular corrida que comenzó desde el mes de marzo en los entrenamientos primaverales. Mientras la defensa capturaba los tres 'outs' finales, el puertorriqueño no dejaba de pensar en sus inicios como pelotero en su barrio de procedencia.

'Me vi en Cantitos, Tierras Nuevas, Manatí, yendo al parque solo. Me vi bateando en el parque de Boquillas, dando un jonrón por encima de los banderines, mi familia en las gradas. Fueron tantas cosas que vinieron a mi mente, mi esposa estaba ahí, mis tres hijos estaban ahí. Poder disfrutar ese momento con mi familia fue un momento bien especial. Las lágrimas salen porque amo lo que hago', fueron sus palabras ante el gesto que acaparó la atención pública cuando secaba sus lágrimas tras lo vivido.

Tan pronto cayó el telón con la roleta de Corey Seager al intermedista Jose Altuve, al salir de la cueva, Beltrán no fue eufórico como otros compañeros. Era todo sonrisas mientras recibía abrazos de Yuli Gurriel, George Springer y Evan Gattis, con quien se confundió en un efusivo abrazo.

Mientras lloraba, Carlos buscaba a su familia, que estaba en las gradas presenciando el inolvidable momento. 'Hay veces que le digo a Jessica que no quiero ni llorar, pero es cuestión de que la emoción te toca y tú no puedes hacer nada al respecto. Ese momento fue especial y le agradezco tanto a Dios', dijo.

Por su parte, Jessica agradeció que la presión se alejó desde que los Astros asumieron el comando de la pizarra por completo, dándole un espacio mayor al disfrute de la victoria.

'Los últimos tres 'outs' fueron bien emocionantes. Gracias a Dios que el juego estuvo abierto desde el principio. Yo quería tanto esto para el y lo que recibí de la gente, fanáticos, compañeros de equipo, querían este campeonato para Carlos. Estábamos felices por el', confesó Jessica Beltrán.

Beltrán anunció su retiro tras ganar su primera Serie Mundial en 20 años de carrera. (Juan R. Costa / NotiCel)

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