Cinco personas murieron el jueves en las operaciones realizadas por las fuerzas de seguridad para reprimir la revuelta en Siria, donde los militantes lanzaron un nuevo llamado para convocar manifestaciones pacíficas contra el régimen.

En la región de Homs (centro), las fuerzas de seguridad dispararon contra los manifestantes, matando a tres de ellos, informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), con base en Reino Unido, informa AP.

Vehículos militates blindados entraron en la ciudad, según activistas.

En Idleb, noroeste, un hombre de 70 años falleció cuando un cohete impactó en su vivienda y cinco más resultaron heridas en el asalto de las tropas a la localidad de Al Rama.

En Deir Ezor (este), un joven resultó muerto por los disparos de 'milicianos' del régimen y las fuerzas de seguridad abrieron fuego contra los manifestantes.

En esa misma ciudad, una niña de 10 años sucumbió el jueves a las heridas de bala que recibió en la víspera cuando se encontraba en el interior de un taxi cerca de la comisaría de policía, informó la ONG.

Pese a la violenta represión, el movimiento pacífico de impugnación continúa y se han convocado nuevas manifestaciones para mañana con el lema 'la muerte antes que la humillación'.