Cascos rosa contra el machismo en Ecuador
QUITO- Bajo el símbolo de un Casco Rosa, un grupo de jóvenes que se autodenominan 'neomasculinos' luchan contra el machismo y por la equidad de género en Ecuador, donde la violencia contra la mujer registra altas cotas ante la pasiva mirada de gran parte de la sociedad.
'Estamos conformados por hombres que quieren el cambio, hemos cambiado tanto nosotros como a ciertas personas. Estamos cansados de actitudes machistas, tanto del hombre como de la mujer', explicó a Efe Fredy Calderón, de 18 años y uno de los líderes de Cascos Rosa.
Vestidos con una camiseta color rosa chicle con el logotipo estampado de un casco con una rosa, la mayoría de los chicos, menores de 20 años, llevan a cabo capacitaciones y talleres en sus respectivas provincias, desafiando la indiferencia ciudadana ante un tema tan dramático como ignorado.
El Plan Nacional de Erradicación de la Violencia de Género del Gobierno de Ecuador afirma que 8 de cada 10 mujeres han sido víctimas de violencia alguna vez y un 21 % de niños, niñas y adolescentes han padecido abusos sexuales.
Sin embargo, faltan datos oficiales sobre el número de mujeres muertas o heridas a manos de hombres, y los activistas critican la irregular atención que se presta al fenómeno en la prensa y las instituciones públicas.
'De 10,000 denuncias a la Fiscalía por abuso sexual, solo 300 han recibido sentencia. Existe un caso gravísimo de impunidad judicial', denunció a Efe la representante de ONU-Mujeres en Ecuador y Colombia, Lucía Salamea-Palacios.
Ana Lucía Herrera, la presidenta de la Comisión de Transición -un organismo que trabaja con el Gobierno para crear un Consejo de las Mujeres e Igualdad de Género en la Asamblea Nacional-, dijo a Efe que mientras existe alarma en el país por la delincuencia, se olvidan las políticas en favor de la mujer, que son 'las principales afectadas' de la violencia.
Los Cascos Rosa nacieron para mitigar ese olvido, según Rocío Rosero, fundadora del proyecto y presidenta de Acción Ciudadana por la Democracia y el Desarrollo.
'Esta decisión de luchar contra el machismo desde su adolescencia nos parece capital. Es una nueva situación del mundo en la que involucrar a una población que por lo general no tiene voz', dijo Rosero, que apuntó que 700 jóvenes han pasado por los talleres del grupo.
Los chicos que participan en el programa, creado en mayo, se autodenominan 'neomasculinos' y su manifiesto aboga por 'contribuir a la igualdad de género, usar el diálogo y respetar todo género y condición sexual', un ideal que les ha conllevado críticas.
'Muchos amigos me han cortado la amistad porque se piensa que ya no podemos compartir secretos', explicó el Casco Rosa, y roquero, Cristian Arias, de 22 años. 'Me ven como una mujer chismosa que contará los secretos íntimos que ellos viven con sus parejas', añadió.
'Un hombre en la casa, si es machista, no quiere cocinar ni lavar. Estas cosas no te hacen menos hombre, al contrario, te hacen más hombre porque ayudas a la familia', dijo el Casco Rosa Damián Valencia, quien criticó a su padre por no colaborar en el hogar.
Además, todos ellos denunciaron que, en Ecuador, se forja la masculinidad a partir de prácticas machistas. 'Los chicos te dicen 'pórtate como hombrecito, tienes que maltratarlas (a las mujeres)', recalcó Calderón.
'Aquí a los 14 años tu padre te lleva a un prostíbulo, y cuando sales siendo un 'hombrecito', tienes dos cervezas esperándote', agregó Valencia, quien se negó, a los 16 años, a que sus hermanos le llevaran a un burdel.
Según explican los jóvenes, ser un Casco Rosa les aporta cosas tan positivas como el sentido de grupo, la mejora de relaciones sentimentales o la lucha conjunta por unos valores que consideran universales, aunque también tienen alguna queja.
'Las chicas se quedan súper felices y anonadadas de que existan chicos así, pero todavía siguen siendo machistas y nos dicen: 'Eres tan lindo, que te quiero como a un amigo'', dijo Calderón.