La ola de frío deja 183 muertos en Europa Central y los Balcanes
Viena - La ola de frío siberiano que atenaza a Europa Central y los Balcanes ha causado hasta hoy al menos 183 muertos en la región, donde numerosas poblaciones permanecen aisladas por la nieve, que junto al hielo dificulta el tráfico por tierra, mar y aire.
El país más afectado es Rumanía, donde el número de muertos por 'hipotermia severa' asciende a 68, tres de ellos en las últimas 24 horas, según informó el Ministerio del Interior.
Seis carreteras del país balcánico seguían hoy cortadas a causa de las nevadas, que han dejado aisladas a 36 localidades del sur y el este del país. Las autoridades meteorológicas mantienen hasta el martes la alerta naranja para varias provincias.
En Serbia, el número de fallecidos es de 20 y unos 50.000 ciudadanos siguen aislados en aldeas de las montañas.
Las autoridades suministran alimentos y medicinas en helicópteros y trineos motorizados a los necesitados en las zonas donde el acceso no es posible de otra forma.
Nuevas nevadas que afectan al país desde la noche del viernes acompañadas por fuertes vientos, ralentizan el trabajo de los equipos de ayudas, mientras que el temor a una escasez de electricidad ha llevado a Belgrado a instar a empresas e instituciones a suspender o reducir al mínimo el trabajo durante toda la próxima semana.
En Montenegro, las autoridades declararon anoche la situación de emergencia, después de que las intensas nevadas prácticamente paralizaran el país. En Podgorica, la capital conocida por su clima cálido y donde la nieve es poco común, ahora hay 57 centímetros.
En Bosnia ha habido al menos 17 víctimas de la ola del frío, y en Montenegro 3.
Al menos siete personas murieron ayer sepultadas por un alud de 500 metros de longitud y 10 metros de altura en la aldea Reka de Kosovo, a unos 100 metros al sur de Pristina, lo que eleva a 10 el número de víctimas mortales registradas por el temporal, mientras que tras tres están desaparecidas.
Las autoridades de Albania estudian declarar el estado de emergencia ante el temporal de nieve que ha aislado a centenares de aldeas en las montañas, donde el fuerte viento impide el acceso de los helicópteros.
Las nevadas de las últimas horas han paralizado parte del oeste de Croacia. La situación se ve agravada en la región de Rijeka por los fuertes vientos con ráfagas de hasta 180 kilómetros por hora, que han causado daños en techos de varios edificios y en una decena de automóviles.
En la zona adriática de Sibenik está cortado el tráfico en autobuses y conexión marítima con las islas, y hay dificultades en el suministro de energía eléctrica, un problema que afecta también la zona de Zadar, donde unas 6.000 personas están sin luz.
También hay cortes de electricidad en la isla de Pag, y más de 5.000 personas no tienen luz en Podgorje, Gospic y Senj.
En Eslovenia nieva hoy en todo el país, y se prevé que las precipitaciones permanecerán hasta el lunes.
En Hungría, donde el frío siberiano ha causado al menos 24 muertes, el Servicio de Meteorología declaró para este domingo el estado de alerta amarillo por frío extremo en dos provincias del este del país, cerca a la frontera con Ucrania.
En el sur del país seguirá nevando hoy, donde ya en los últimos días ha caído más de 40 centímetros de nieve. Para los próximos días se esperan temperaturas de hasta 15 grados bajo.
Por otra parte las autoridades de Hungría, donde la navegación por el río Danubio está prohibida desde la noche del jueves a causa del riesgo que supone el hielo flotante, ha enviado hoy cuatro rompehielos a para ayudar las labores de las autoridades croatas y serbias en el Danubio, donde el río se ha congelado.
Esa importante vía fluvial europea está también congelada en una gran parte de su tramo por Bulgaria, donde el desastre climático ha incluido fuertes inundaciones y se ha cobrado hasta ahora 23 vidas.
En República Checa hasta han muerto 21 personas y en Praga se registraron anoche 21 grados bajo cero.
En otros países de la región se han producido también víctimas mortales por el temporal de nieve, así, en Austria se han contabilizado seis fallecimientos, cuatro en Grecia, dos en Albania y un muerto, respectivamente, en Macedonia y Eslovaquia.