Otra treintena de muertos en Siria
El Cairo - Al menos 30 personas murieron hoy en Siria, la mayoría en los ataques lanzados por las fuerzas del régimen de Bachar al Asad contra los feudos opositores de Homs (centro) e Idleb (norte), según un grupo opositor.
Los Comités de Coordinación Local (CCL) informaron de la muerte de 17 personas en la provincia de Homs y de ocho en Idleb, cinco de estas últimas en la ofensiva terrestre y los bombardeos contra la localidad de Saraqeb.
Entre las víctimas mortales hay tres mujeres y tres menores, según los CCL, que agregaron que otras dos personas perecieron en la periferia de Damasco, una en Hama (centro) y otras dos en Alepo (norte) y Deraa (sur).
La ciudad de Homs, uno de los principales feudos opositores, fue blanco de bombardeos de las tropas del régimen que se centraron en los barrios de Bab Hood y Al Jalidiya, y que también estuvieron dirigidos contra la localidad cercana de Al Qusair.
El grupo opositor denunció que las víctimas murieron por disparos de las fuerzas de seguridad y de francotiradores y por el impacto de los proyectiles.
En cuanto a Idleb, las poblaciones más castigadas fueron Saraqeb, Sermin y Jan Sheijun, donde los bombardeos han provocado grandes desplazamientos de civiles.
Badredin Shalash, miembro de los opositores Comités de Coordinación Local (CCL) en Saraqeb, explicó por teléfono a Efe que las tropas irrumpieron en la población a primera hora de la mañana y que los bombardeos han destruido un buen número de viviendas y el centro de Información de su grupo.
De los fallecidos de Saraqeb, un hombre fue ejecutado por las fuerzas del régimen y una mujer murió por los disparos de los 'shabiha' (matones del régimen) que entraron en su casa, según los CCL.
El ataque contra Saraqeb se produce después de que este mes el Ejército sirio asediara durante varios días la ciudad de Idleb, próxima a la frontera con Turquía, y recuperara el control de la misma el pasado día 14, la víspera del primer aniversario del inicio del levantamiento popular contra el régimen de Al Asad.
La violencia persiste pese al aumento de la presión internacional y los esfuerzos mediadores del enviado especial de la ONU y de la Liga Árabe para Siria, Kofi Annan, quien llegó hoy a Moscú para reunirse con los responsables rusos, que apoyan al régimen de Damasco.
Según datos de Naciones Unidas, al menos 8.000 personas han perdido la vida en Siria, más 200.000 están desplazadas y 40.000 se han refugiado en otros países, desde que hace un año estallara la revuelta en el país.