Log In


Reset Password
SAN JUAN WEATHER
Mundo

Acusado de matar a adolescente negro pagó fianza

El vigilante voluntario que mató a un adolescente negro desarmado en EE.UU. alegando defensa propia podrá salir en libertad, tras el pago del 10% de 150,000 dólares de fianza, y esperar fuera de prisión a ser juzgado por un delito de homicidio en segundo grado.

'Quiero decir que siento la pérdida de su hijo. No sabía qué edad tenía. Creía que era algo más joven que yo. Tampoco sabía si iba armado o no', ha dicho el acusado, George Zimmerman, minutos antes de conocer la decisión del juez y en una sala en la que estaban presentes los padres de la víctima, Trayvon Martin.

Se trata de la primera disculpa pública de este hombre de 28 años, que ha acudido a la vista celebrada en un tribunal de Sanford (Florida) esposado con las manos a la cintura y vestido de traje oscuro, camisa blanca y corbata.

Tras pedir la palabra, al acusado se le autorizó dirigirse al estrado donde declaran los testigos y desde allí hizo esa breve declaración.

'Se me dijo que no me comunicara con ellos', argumentó el acusado cuando el asistente de fiscal Bernardo de la Rionda le preguntó con un elevado tono de voz por qué había esperado tanto tiempo para pedir perdón a los padres de Trayvon Martin, de 17 años.

Los hechos ocurrieron en la noche del 26 de febrero pasado. Ante la falta de testigos o pruebas que demostraran lo contrario, las autoridades locales decidieron no detener de inmediato a Zimmerman porque alegó haber actuado en defensa propia, algo que protege la legislación de Florida.

Sin embargo, el caso desató protestas por todo el país, por parte de gente que acusaba a Zimmerman de actuar movido por prejuicios racistas y que protestaba por la existencia de una ley que ampara el uso de la fuerza letal alegando defensa propia, incluso aunque quien se considera en peligro tenga opciones de retirarse de forma segura.

Además, se puso en duda que la Policía hubiera dejado en libertad al atacante si éste hubiera sido un negro y la víctima un blanco.

La enorme presión pública, que obligó a Zimmerman a permanecer escondido, se calmó en gran parte cuando el 11 de abril la Fiscalía decidió presentar cargos contra él, lo que llevó a su detención.

Hoy, nueve días más tarde, el juez escuchó los testimonios de sus familiares, así como el de uno de los principales investigadores del caso, y decidió establecer una fianza de 150.000 dólares para su liberación.

Antes de salir de prisión, Zimmerman deberá garantizar el pago de la fianza, muy superior a los 15.000 dólares que había propuesto su abogado y muy inferior al mínimo de un millón de dólares que pedía la Fiscalía.

Además se deberán hacer los arreglos necesarios para el cumplimiento de las otras condiciones impuestas por el juez, como que el acusado esté siempre localizado por GPS, no mantenga contacto con la familia de la víctima, se comunique con las autoridades cada tres días, no porte armas de fuego y no consuma medicamentos o drogas, salvo por prescripción médica.

También se ha de establecer dónde residirá el acusado en espera del juicio y cómo se garantizará que su paradero permanezca en secreto, algo que el juez considera esencial para preservar su seguridad.

El juez decidió permitirle que salga del estado de Florida para reducir así la presión mediática y lo hizo después de escuchar los testimonios de la esposa de Zimmerman, Shellie, así como de sus padres, Robert y Gladys.

Todos ellos testificaron por teléfono para evitar su exposición a los medios de comunicación que siguen con atención este caso y que retransmitieron hoy en directo la vista.

Shellie Zimmerman dijo que su marido 'en absoluto es una persona violenta' ni supone una amenaza pública y explicó que la familia no tiene muchos recursos para hacer frente al pago de la fianza. En cualquier caso aseguró que otros familiares se han comprometido a tratar de reunir todo el dinero posible.

El padre de Zimmerman, Robert, también negó que su hijo fuera una persona violenta y aseguró que 'ha sido honesto durante toda su vida'. Además, reconoció que los recursos económicos de la familia no son muchos y que la vivienda en la que vive está hipotecada.

'Yo soy un veterano discapacitado y mi esposa está jubilada', relató el hombre, quien aún así dijo estar dispuesto a pedir una segunda hipoteca para respaldar parte de la fianza y lograr que su hijo salga de prisión.