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Fijan estricto plan para destruir armas químicas fuera de Siria

La Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) adoptó hoy un estricto plan para completar durante la primera mitad de 2014 la destrucción de todas las armas químicas sirias, una tarea que se llevará a cabo en un tercer país aún por definir tras el 'no' de Albania.

Después de horas de discusiones, el Consejo Ejecutivo de la OPAQ aprobó la estrategia detallada para proceder a la segunda fase de la eliminación del arsenal químico acumulado por el régimen de Bachar al Asad, incluidas más de 1,000 toneladas de agentes tóxicos.

Las sustancias más peligrosas serán transportadas fuera de Siria antes del 31 de diciembre y su destrucción se llevará a cabo de la forma 'más segura y más rápida' antes del fin del próximo marzo, según informó la organización.

El resto de agentes químicos -con excepción del isopropanol- saldrán de territorio sirio como muy tarde el 5 de febrero y deberán neutralizarse durante la primera mitad de 2014.

Mientras tanto, los expertos internacionales procederán a destruir todas las instalaciones químicas en suelo sirio entre el 15 de diciembre y el 15 de marzo, en una secuencia que se organizará en base a los riesgos que plantea cada localización.

Así, toda la operación de eliminación del arsenal químico sirio debería completarse como muy tarde en junio de 2014, cumpliendo con los plazos fijados inicialmente en el acuerdo negociado entre Estados Unidos y Rusia, que el régimen de Damasco aceptó para evitar una intervención internacional en el país.

'El plan ofrece una clara hoja de ruta. Fija ambiciosas metas para el Gobierno de Siria', señaló en la nota el director general de la OPAQ, Ahmet Ümzücü.

Sin embargo, la comunidad internacional deberá encontrar aún al país o países que acogerán las armas químicas sirias para su destrucción.

El Gobierno de Albania, que mantuvo negociaciones con EEUU durante los últimos días, finalmente rechazó hoy la propuesta, tras enfrentarse a duras protestas ciudadanas en contra de esa posibilidad.

'Por fidelidad hacia Albania y con el máximo respeto hacia nuestros amigos y socios insustituibles, ellos ya tienen mi decisión: a Albania le resulta imposible participar en esta operación', dijo el primer ministro, Edi Rama, en una breve declaración retransmitida por televisión.

Otros países que se habían considerado como posibilidades, caso de Noruega, también han descartado por ahora hacerse cargo de las peligrosas sustancias, que incluyen agentes como el gas sarín y el gas mostaza.

Varios gobiernos, entre ellos el noruego y el danés, sí se han mostrado dispuestos a facilitar barcos y equipos para el transporte de las armas fuera de Siria.

El director general de la OPAQ, Ahmet Ümzücü, se encargará de presentar próximamente un plan específico para la destrucción de armas químicas fuera de Siria, en el que se fijará a quién corresponde la responsabilidad de cada fase del proyecto y los requisitos de seguridad.

La situación de guerra abierta en el país árabe plantea grandes desafíos para todas estas tareas, según admitió hoy la jefa de la misión conjunta de la OPAQ y la ONU en Siria, Sigrid Kaag.

Damasco ha solicitado a la comunidad internacional equipos militares para garantizar la seguridad del transporte de las sustancias químicas, una petición que genera escepticismo en Occidente ante el temor de que Al Asad pueda terminar usándolos con otros fines.

La OPAQ hizo además un llamamiento a la comunidad internacional para que apoye el proceso tanto por la vía financiera como la de seguridad.

'El apoyo y asistencia internacional para esta tarea continuará siendo crucial', subrayó Ümzücü en un comunicado.

Hasta ahora, todos los plazos fijados para la destrucción del arsenal químico sirio se han cumplido estrictamente.

Los expertos de la OPAQ y la ONU se han encargado de verificar sobre el terreno la destrucción de equipos de producción y llenado de armas químicas, así como de las armas utilizadas para disparar los agentes tóxicos.

Según indicó hoy Kaag, el 60% de todas las municiones sin carga declaradas por Damasco han sido ya destruidas, mientras que el régimen se ha comprometido a acabar con el resto de misiles y bombas para finales de enero.