Log In


Reset Password
SAN JUAN WEATHER
Mundo

Movimiento estudiantil Chile: el salto a la política y la nueva ola radical

Mientras los jóvenes que encabezaron el movimiento estudiantil chileno surgido en 2011 se postulan como candidatos en las elecciones legislativas del domingo, sus sucesores, elegidos esta semana, anuncian que volverán a las calles para exigir educación gratuita y de calidad.

Dirigentes de izquierda de las federaciones de estudiantes de las principales universidades de Chile ratificaron hoy en declaraciones a Efe que iniciarán movilizaciones para exigirle una reforma educativa en profundidad al próximo Gobierno.

Pocos días antes de las elecciones presidenciales y legislativas del 17 de noviembre, los movimientos de izquierda han consolidado posiciones con la victoria de Melissa Sepúlveda en la Universidad de Chile y Naschla Aburman en la Universidad Católica.

Sepúlveda, del colectivo 'Luchar', se impuso en las elecciones celebradas el martes y miércoles pasados por la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH), la más importante del país.

'El giro que nosotros queremos dar y que creemos que es necesario para el movimiento estudiantil es dotar de contenido a una consigna que ya está muy bien instalada, que es la educación pública, gratuita y de calidad', dijo a Efe Sepúlveda, quien se declara anarquista y feminista .

A su juicio 'no sólo es necesario hablar de educación gratuita como consigna, porque eso puede llenar programas de gobierno, lo que se necesita es hablar de quién financiará la educación, si eso significará una nueva forma de distribución de la riqueza o seguirá siendo un mecanismo de endeudamiento', agregó.

La elección de Sepúlveda es particularmente significativa porque hace 89 años que los anarquistas no lideraban la FECH. Además, solo dos mujeres la han antecedido al frente de esta emblemática organización estudiantil.

Casi simultáneamente, en las elecciones celebradas en la Universidad Católica de Chile ganó la agrupación de izquierda 'Nueva Acción Universitaria', con Naschla Aburman como presidenta.

Aburman ya ha anunciado que los puntos más importantes al frente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica (FEUC) serán la calidad, el acceso y la financiación de la enseñanza superior.

'Creo que se ha banalizado la consigna 'educación gratuita y de calidad'. Si bien estamos avanzando con algunas discusiones, no se puede quedar ahí. Tiene que hacerse realidad', concluyó Aburman.

Y mientras tanto, el escenario político chileno se ha visto ocupado por antiguos líderes del movimiento estudiantil que hoy concurren a las elecciones por un puesto en la Cámara de Diputados.

Éste es el caso de Camila Vallejo, Giorgio Jackson, Francisco Figueroa o Gabriel Boric.

El exvicepresidente de la FECH y actual candidato a diputado Francisco Figueroa, considera que la relación del movimiento estudiantil con un eventual gobierno de Michelle Bachelet, la expresidenta que encabeza las encuestas de cara a las elecciones del domingo, 'dependerá de si ella se abre efectivamente a dialogar'.

'El movimiento estudiantil siempre ha estado dispuesto a dialogar en la medida de que sea para lograr avances y cambios', manifestó a Efe.

Por su parte, el exdirigente de la FEUC y actual candidato a diputado Giorgio Jackson considera que 'el año 2011 era muy difícil encontrar un interlocutor'.

'Con mi candidatura o la participación de los demás exdirigentes habrá mayor facilidad para conseguir interlocutores, pero eso no implica que se vaya a coartar la autonomía del movimiento estudiantil', puntualizó al diario 'La Tercera'.

Los estudiantes chilenos permanecen movilizados desde hace dos años en demanda de una educación pública gratuita y de calidad, así como por la eliminación del lucro de las universidades privadas, entre otras reivindicaciones.

El Gobierno de Sebastián Piñera ha rebajado los intereses de los créditos que los universitarios deben obtener para financiar sus carreras y ha aumentado las becas y otros beneficios, medidas consideradas insuficientes por los estudiantes, que demandan un cambio 'estructural' de la enseñanza básica, secundaria y superior.

Las protestas comenzaron en 2011, cuando los alumnos empezaron a pedir cambios al sistema impuesto en 1981, que redujo la aportación del Estado y abrió la educación al mercado, lo que encareció el costo de los estudios.