Manifestantes rompen cordón policial junto al Parlamento ucraniano
Miles de manifestante rompieron hoy un cordón policial en la inmediaciones de la sede del Parlamento ucraniano, en el primer incidente entre los opositores y las fuerzas antidisturbios en la capital ucraniana desde finales de enero.
Los choques se produjeron en la calle Grushevki -escenario de violentos disturbios hace un mes- cuando la policía intentó impedir el paso de una marcha multitudinaria convocada por la oposición para demandar que se restituya la Constitución de 2004 para recuperar el sistema presidencial-parlamentario.
También se han producido enfrentamientos en el cruce de las calles Institútskaya y Shelkovíchnaya, donde unos 2,000 manifestantes tratan de superar las barreras policiales y lanzan adoquines contra los agentes antidisturbios que responden con gases lacrimógenos y granadas aturdidoras.
Al frente de la marcha iban destacamentos de 'autodefensa' creados por los opositores, que se manifiestan de manera ininterrumpida desde hace casi tres meses en el centro de Kiev y otras ciudades ucranianas.
Los tres grupos parlamentarios opositores, Batkivshina, UDAR y Svoboda, anunciaron la víspera que en la sesión de hoy de la Rada Suprema (Parlamento) exigirían la restitución de la antigua Carta Magna, pero la mayoría oficialista se niega incluso a incluir en el orden del día el debate sobre la reforma constitucional.
El sistema político ucraniano fue convertido en presidencialista mediante una reforma constitucional aprobada en noviembre de 2010, meses después de que el actual presidente ucraniano, Víktor Yanukóvich, asumiera la jefatura del Estado.
Según el líder del opositor partido UDAR, Vitali Klitschkó, el retorno a la Constitución de 2004 sería el 'primer paso' para superar la crisis en que se encuentra el país.
Además de la reforma constitucional, que recortaría los poderes del jefe del Estado en favor de los del Legislativo, la oposición reclama la celebración de comicios presidenciales y parlamentarios anticipados.
Las protestas opositoras estallaron en Kiev a fines de noviembre del año pasado después de que Yanukóvich aplazara la firma del Acuerdo de Asociación con la Unión Europea.
Ante las crecientes manifestaciones europeístas en el centro de Kiev, ocupado por la oposición, la mayoría parlamentaria oficialista aprobó el 16 enero una serie de leyes para restringir el derecho de reunión y otras libertades civiles.
Tres días después se registraron en la capital ucraniana violentos choques entre manifestantes y policías antidisturbios que causaron seis muertos y centenares de heridos.
Para evitar un mayor derramamiento de sangre, las autoridades y la oposición comenzaron un proceso de negociaciones, cuyos resultados han sido la dimisión del Gobierno del primer ministro Mikola Azárov y la entrega del Ayuntamiento de Kiev y otros edificios públicos ocupados por los manifestantes.
Además, fue aprobada una amnistía para todos los manifestantes imputados por participar en los desórdenes callejeros.