EEUU acepta liberar a un espía israelí
Estados Unidos habría aceptado poner en libertad tras la fiesta de la pascua judía (Pesah) a Jonathan Pollard, un judío estadounidense encarcelado desde la decada de los ochenta tras ser condenado por espiar a favor de Israel, aseguró hoy la prensa local.
Según la edición digital del diario Yediot Aharonot, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, aceptó la exigencia israelí para tratar de salvar el exangüe proceso de diálogo con los palestinos.
El rotativo, que cita fuentes próximas a la reunión que no identifica, explica que la liberación forma parte de un nuevo plan israelí que incluye la excarcelación de centenares de presos palestinos y que prolongaría el esfuerzo negociador de Kerry hasta 2015.
Fuentes estadounidenses en Jerusalén declinaron hacer comentario alguno sobre la cuestión.
Kerry llegó anoche a Israel y se dirigió de inmediato a Jerusalén para reunirse con el primer ministro, Benjamin Netanyahu, encuentro del que no han transcendido detalles.
También tenía previsto viajar este martes a Ramala para departir con el presidente palestino, Mahmud Abás, encuentro que según dijeron a Efe fuentes palestinas ha sido pospuesto por razones que evitaron revelar.
Esas mismas fuentes señalan que Kerry podría incluso abandonar la región sin entrevistarse con Abás, mientras los palestinos siguen esperando a que se produzca la liberación de los prisioneros como establecía el pacto alcanzado con Israel a través de EEUU al inicio de las conversaciones el pasado verano, al margen del actual debate sobre la extensión del proceso.
Analista civil de inteligencia de la Marina estadounidense, Pollard fue arrestado en 1985 y condenado a cadena perpetua dos años después por robar decenas de miles de documentos clasificados con información sobre programas de misiles de países en Oriente Medio y con códigos criptográficos de alerta estadounidenses.
En 1995, Israel le concedió la ciudadanía, aunque no admitió que había sido reclutado hasta tres años después.
Su liberación ha sido exigida por varios gobiernos israelíes y su causa defendida generalmente por los sectores más derechistas del país, aunque la demanda de su puesta en libertad goza del consenso de gran parte de la ciudadanía.