República Dominicana se blinda para evitar brote de cólera de Haití
Las autoridades sanitarias de República Dominicana anunciaron hoy un reforzamiento de las medidas preventivas en la frontera con Haití, para evitar que el cólera afecte a la población local ante la amenaza de un rebrote de la enfermedad en el vecino país tras el paso del huracán Matthew.
El director provincial del Ministerio de Salud Pública en la provincia de Dajabón (noroeste), Persio Jiménez, pidió a la población colaborar con las autoridades y tomar previsiones dirigidas a evitar el contagio del cólera.
El funcionario aclaró que esas acciones preventivas se aplican en la frontera desde el año 2010, pero que en los últimos días se han reforzado aún más, tras los efectos provocados por Matthew en Haití.
Jiménez manifestó que están exigiendo a las personas que entran a República Dominicana, que laven sus manos en dispositivos de desinfección instalados en el portón fronterizo norte dominicano.
Asimismo, que se han distribuido folletos para orientar sobre las acciones de precaución que se deben adoptar ante la amenaza del cólera proveniente de Haití.
Por otra parte, también en Dajabón, miembros del Ejército de la República Dominicana arrestaron por separado a dos dominicanos que transportaban a 13 haitianos indocumentados.
La primera de esas acciones se produjo en el puesto de control militar El Laurel, de la localidad de Caño, de Dajabón, cuando las autoridades detuvieron un autobús del transporte público con 10 ciudadanos haitianos en condición migratorio irregular.
En el segundo hecho, miembros del Ejército interceptaron a tres haitianos indocumentados que viajaban en una motocicleta conducida por un dominicano en la carretera entre Dajabón y Montecristi, también una provincia fronteriza.
De acuerdo con las autoridades dominicanas, al menos tres de los detenidos narraron que semanas antes fueron apresados en las islas Bahamas donde alegaron sufrieron maltratos y violados sus derechos fundamentales.
'Allá (en Bahamas), nos llevaron a un terreno cercado con alambres de púas y verjas electrificadas, no nos dieron comida y tampoco nos permitieron usar el baño', dijo a Efe Ontinata Osinta Bazin, una de los inmigrantes.
Afirmó que su intención, al igual que la de sus compatriotas, no consiste en establecer residencia fija en República Dominicana, sino tratar desde este país de viajar clandestinamente hacia la isla de Puerto Rico en rudimentarias embarcaciones.