Cuba prevé captar 9,500 millones de dólares foráneos para su economía
Una Cuba acuciada por la necesidad de inversiones extranjeras vitales para la economía de la isla presentó hoy su nueva cartera de negocios, que incluye 395 proyectos por valor de más de 9,500 millones de dólares, con protagonismo de los sectores del turismo, petróleo, agroalimentación y energías.
'La inversión extranjera no es un mal necesario' sino un 'elemento importante para el desarrollo social y económico del país', afirmó el ministro cubano de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca, al presentar la nueva cartera en la Feria Internacional de La Habana (Fihav 2016).
Las oportunidades de negocio que la isla propone se corresponden con sectores estratégicos del plan nacional de desarrollo, se extienden a nuevos sectores e incluyen más proyectos con el estudio de viabilidad ya elaborado, refirió el ministro.
Una de las principales novedades de este año es que se abren las puertas al establecimiento de empresas de capital íntegramente extranjero para la ejecución de 'inversiones complejas', pero Cuba mantiene sus prerrogativas de participación mayoritaria en sectores estratégicos como la biotecnología, el turismo y la extracción de materias primas, entre otros.
Otra es que se da prioridad para inversiones externas en el sector turístico a La Habana, junto a otras cuatro áreas del país que el Gobierno quiere impulsar.
De los 395 proyectos para los que el Gobierno cubano precisa captar inversión, 69 más que 2015, 120 son nuevos.
La cartera incluye 24 iniciativas en la Zona Especial de Desarrollo del Mariel (ZEDM), una suerte de zona franca que ofrece posibilidades de inversión con beneficios fiscales, y 111 del total de proyectos abarcan varias provincias porque, según Malmierca, Cuba necesita desarrollar todo el país, 'no solo algunas partes'.
El documento abarca 15 sectores, de los que los más presentes son el turismo con 114 proyectos, el petróleo (87), el agroalimentario (76), la energía (23) y la industria (16).
'Todavía no se avanza en cuanto a concreción de negocios al ritmo que requiere nuestra economía para su desarrollo', reconoció el ministro cubano, quien subrayó que facilitar la entrada de capital extranjero es una 'decisión soberana' de la isla, convencida de su importancia dentro del proceso de actualización de su modelo económico.
Cuba necesita para su desarrollo económico atraer anualmente 2,000 millones de dólares en inversión extranjera directa.
Sin embargo, aún no alcanza ese objetivo a pesar de la aprobación en marzo de 2014 de una Ley de Inversión Extranjera, y el país se encuentra por debajo de sus 'expectativas y necesidades', subrayó el ministro.
Desde que entró en vigor ese marco se han aprobado 83 proyectos que suman un capital foráneo de 1,300 millones de dólares: 54 negocios, otros 15 en la Zona del Mariel y 14 reinversiones en negocios ya existentes.
'Estos datos no son para vanagloriarnos (...). Se requiere otorgarle mayor prioridad para que la inversión extranjera sea parte esencial de la estrategia de desarrollo del país', consideró Malmierca, quien abogó por 'imprimir mayor velocidad a los procesos de negociación'.
Entre las directrices con las que la isla socialista abre esta nueva cartera de negocios está evitar repetir errores y no precipitarse, por lo que todos los proyectos que aparecen están ya estudiados 'y listos para ponerse en marcha con capital extranjero'.
La preservación de la soberanía, un enfoque ambiental e introducir innovación y tecnología son otras de las premisas que se han tenido en cuenta en los proyectos inversores ofertados.
Con objeto de despejar el camino, el ministro aseguró que las instituciones cubanas harán 'todo lo posible por facilitarle la vida a los empresarios'.
Cuando las empresas extranjeras llegan a Cuba suelen encontrar obstáculos que van desde la excesiva burocracia y lentitud en la toma de decisiones, a largas demoras a la hora de recibir sus maletas en el caótico aeropuerto de La Habana y dificultad para encontrar viviendas adecuadas para el personal expatriado.
Sobre estos problemas, Malmierca insistió en que el Gobierno quiere 'mejorar el ambiente' para los inversionistas y también 'incrementar la preparación' de su empresariado frente a las quejas de que los procesos 'son tensos y se demoran'.
'Los empresarios cubanos a veces por falta de preparación dudan a la hora de tomar decisiones', reconoció.
Recalcó asimismo que las empresas estatales cubanas -que son casi todas- 'están llamadas a convertirse en empresas cada vez más autónomas, a tomar sus propias decisiones', de forma que el Estado simplemente regule y actúe como accionista, pero no las dirija.
Una de las muestras de esta voluntad de allanar el camino a la entrada de capital fue la organización, dentro de la Fihav 2016, de un Foro de Inversiones para facilitar los contactos entre empresarios.
Según cifras oficiales, en esa convocatoria participan 167 ejecutivos de 38 países, hay coordinadas 242 citas con empresas cubanas y los sectores que más interés han despertado son el turismo, el agroalimentario y forestal, y la construcción.