El auge de la derecha en Europa
El corazón de la Unión Europea se ha visto en medio de una crisis de identidad a raíz de la elección del magnate Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos, el exodo del Reino Unido de la Unión Europea-- mejor conocido por los medios de comunicación como el Brexit-- y el auge de la extrema derecha en Francia y Alemania.
Tras la elección de Trump, el continente americano despertaba ante una realidad que ya había comenzado a tener más conciencia en Europa. Y es que el discurso político al que se aferraba el magnate durante su campaña apuntaba indefinidamente hacia la inmigración como el problema del país.
En el viejo continente, las discrepancias entre la Unión Europea y el Reino Unido comenzaban a calentarse. Aunque el Brexit no fue a causa absoluta de la inmigración, gran parte de la población británica estaba en desacuerdo con las políticas migratorias ejercidas desde Bruselas para toda nación participe de ellas.
'Todos los grandes demagogos de la historia han atribuido los males que padecen sus países a los perniciosos extranjeros, en este caso los inmigrantes, empezando por los mexicanos atracadores, traficantes de drogas y violadores y terminando por los musulmanes terroristas y los chinos que colonizan los mercados estadounidenses con sus productos subsidiados y pagados con salarios de hambre', indicó el premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa en su columna en el diario El País de España.
A pesar del pensamiento de Llosa, la extrema derecha en Europa es la única fuerza política que se ha ocupado de hablar y enfatizar sobre la crisis migratoria que afecta la mayoría de las naciones europeas.
En la segunda vuelta de las primarias de la derecha francesa, el ex primer ministro Françoise Fillon ganó los comicios con un 67.5% de los votos frente a 32.5% de Alain Juppé, actual alcalde de Burdeos. En su discurso, Fillon promueve una línea dura contra el terrorismo yihadista, el islam y la migración que ha seducido al electorado más a la derecha en medio de una inquietud generalizada en Francia tras la oleada de atentados.
'No, Francia no es una nación multicultural', expresó Fillon durante el debate de la segunda vuelta de las primarias, añadiendo que los inmigrantes que vienen a Francia se deben asimilar a la cultura francesa. 'Cuando vas a la casa de alguien, por cortesía, no tomas control'.
Frente al yihadismo y el islamismo radical, la mano dura es la fórmula de Fillon. Quiere expulsar de Francia a todo sospechoso con doble nacionalidad y prohibir el regreso a los franceses que hayan ido a combatir a Siria o Irak. También es partidario deprohibir el burkini, a pesar de que el Consejo de Estadorechaza ese veto.
Y es que Fillon se perfila como el próximo presidente de la república ante la ultraderechista Marine Le Pen, que tras la victoria del ex primer ministro a la candidatura ha reducido su popularidad en las encuestas.
Por su parte, en Austria, la victoria del ecologista Van der Bellen interrumpe la ola de recientes éxitos de la derecha en el mundo occidental. Con un 53.3% de los votos el candidato independiente se ha hecho con la victoria en las urnas, frente al 46.7% de su rival, el ultra Norbert Hofer. Frenando así el temor de muchos austriacos de un Hofer que durante la campaña jugó ambiguamente con la idea de un referéndum sobre la permanencia de Austria en la Unión Europea.
En Alemania, la canciller Angela Merkel fue reelegida al frente de la Unión Demócrata Cristiana (UDC). Merkelobtuvo 89.5% de los votos.Perdió siete puntos con relación a su reelección hace dos años a la presidencia del partido, en medio de las críticas por su políticamigratoria, según el periódico El Mundo.
La mandataria fue ovacionada al pronunciarsepor vetar el burka u otros velos islámicos integrales 'en los espacios públicos donde es posible su prohibición', y resaltó que en una sociedad abiertacorresponde ir 'con el rostro descubierto'.
En su libro ‘The Clash of Civilazition', el politólogo Samuel P. Huntington precisó que 'en este nuevo mundo los conflictos más penetrantes, importantes y peligrosos no estarán entre las clases sociales, los ricos y los pobres, u otros grupos económicamente definidos, sin entre los pueblos pertenecientes a diferentes entidades culturales'.
Ante la fuerte crisis de identidad los europeos se han inclinado hacia la ideología de derechas para intentar detener el auge migratorio que atenta con la estabilidad de las naciones que conjuntan uno de los proyectos políticos mejor confeccionado como lo es la Unión Europea.