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Chile recibe propuesta constitucional y se prepara para histórico plebiscito

Chile inició proceso constituyente como la salida para desarticular la ola de protestas contra la desigualdad de 2019, las más grave desde el fin de la dictadura de Augusto Pinochet.

Una imagen de la ceremonia de hoy en la que el órgano constituyente entregó uno de los ejemplares al presidente del país, Gabriel Boric, y se disolvió tras un año de trabajo.
Foto: EFE

SANTIAGO DE CHILE - Chile cerró este lunes un capítulo más en su ajetreada historia reciente con la entrega de una propuesta de nueva Constitución y se prepara para el siguiente hito: la aprobación o el rechazo de la misma en el plebiscito de septiembre.

En una emotiva ceremonia en el antiguo edificio del Congreso Nacional, en la capital chilena, el órgano constituyente entregó uno de los ejemplares al presidente del país, Gabriel Boric, y se disolvió tras un año de intenso trabajo.

"Hay algo en lo que todos y todas tenemos que estar orgullosos: que en el momento de la crisis más profunda política, institucional y social que ha vivido nuestra patria en décadas, los chilenos y chilenas optamos por más democracia y no por menos", indicó el mandatario.

Chile inició el proceso constituyente como la salida para desarticular la ola de protestas contra la desigualdad de 2019, las más grave desde el fin de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), con una treintena de fallecidos y miles de heridos.

"Hoy es un día que quedará en los anales de la patria", afirmó Boric, quien fue uno de los políticos que más impulsó el proceso mientras era diputado en 2019.

"Base de un país más justo"

El texto fue redactado por una convención con paridad de género e integrada por 154 ciudadanos en su mayoría independientes progresistas y declara a Chile un Estado social de derecho.

En sus 388 artículos, la propuesta consagra derechos sociales como salud pública y universal, educación gratuita, mejores pensiones y acceso a la vivienda y al agua.

El derecho a la interrupción voluntaria de embarazo, el carácter plurinacional del Estado, mayor autonomía para los pueblos originarios y la eliminación del Senado son algunos

De aprobarse en el plebiscito del 4 de septiembre, la propuesta sustituirá a la actual Ley Fundamental, heredada de la dictadura y considerada por muchos como el origen de las desigualdades del país por su corte neoliberal y por favorecer la privatización de servicios básicos.

Boric, que no puede hacer campaña a favor de ninguna opción aunque parte de su Gabinete ya ha anunciado que aprobará la propuesta, pidió a la ciudadanía "debatir intensamente sobre los alcances del texto, mas no sobre falsedades, distorsiones o interpretaciones catastróficas ajenas a la realidad".

"Esta propuesta constitucional que hoy entregamos está llamada a convertirse en la base del país más justo con el que todas y todos soñamos", afirmó por su parte la presidenta del órgano constituyente, María Elisa Quinteros.

Resultado muy ajustado

Pese a que la opción de aprobar el nuevo texto en el referéndum de voto obligatorio -Chile tiene sufragio voluntario desde 2012- fue durante meses la mayoritaria, en los últimos tiempos no hay una tendencia clara y algunos sondeos muestran una mayor preferencia por rechazarlo.

Según la última encuesta de la consultora privada Cadem de este fin de semana, un 51 % es favorable a rechazar el texto, frente a un 34 % que lo aprobaría.

La derecha chilena, que consiguió menos de dos tercios en la convención, votará en contra de la propuesta al encontrarla "radical", "socialista" e "indigenista", mientras que la izquierda se inclina por darle luz verde.

"El 4 de septiembre los chilenos podrán elegir entre dos visiones: la que se impuso a sangre y fuego en los 80 y otro modelo que trae muchos derechos", señaló a Efe el convencional progresista, Daniel Stingo.

Para Ezio Costa, vocero de la plataforma "ApruebaXChile", que aglutina a un centenar de organizaciones sociales, el nuevo texto "es un avance para el país".

"Dibuja un camino que busca superar nuestros problemas acumulados en el tiempo y, por otra parte, nos permite encarar los desafíos del siglo XXI", añadió a Efe.

Tras la ceremonia de este lunes, un grupo de convencionales de derecha publicaron una carta en la que reafirman su intención de votar en contra del texto cuando empiece la campaña el próximo 6 de julio y denuncian que este fue escrito por "una izquierda atrincherada en su ideología radical".

"Los chilenos quieren una nueva constitución, pero no el texto presentado. Estamos seguros de que nuestra patria merece más, merece una nueva oportunidad, y es por ello que quienes suscribimos esta declaración nos comprometemos firme y decididamente en apoyar futuros procesos de cambios", indicaron en el documento.