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Opiniones

Resiliencia electoral

El licenciado Roberto Prats le pide a la gobernadora que evalúe el voto adelantado o voto por correo como la manera más eficiente de llevar a cabo el proceso electoral que nos espera en los próximos meses.

Licenciado Roberto Prats.
Foto: Suministrada

Las elecciones en tiempos de pandemia presentan un grave riesgo al sistema electoral como lo conocemos. La llegada del COVID-19 no tiene fecha de salida y sus estragos se sentirán cuando los ciudadanos participemos del proceso democrático.

No hablo de cómo es que pasaremos juicio sobre aquéllos a cargo de manejar los asuntos del país durante la pandemia, sino de cómo es que lo vamos a hacer.

El distanciamiento social, por su propia naturaleza, aborrece las actividades del ser humano que conllevan agruparnos. Pongamos esto en perspectiva, en las pasadas elecciones votaron un poco más de 1.5 millones de electores en sobre 1,500 unidades electorales en toda la Isla.

Ese día compartimos el lápiz de votar, intercambiamos con un funcionario nuestra tarjeta electoral, firmamos la hoja de registro, compartimos las casetas de votación, hicimos filas, apretamos el mismo botón de la máquina electrónica e insertamos el dedo en la esponja de tinta invisible. La nueva realidad es que al coronavirus le importa poco la democracia y las elecciones tradicionales son un potencial foco de infección.

El mayor riesgo en un escenario de la elección tradicional la tendrían los miles de funcionarios de colegio que manejan la infraestructura electoral ese día y las semanas de preparación y adiestramiento que esto conlleva.

Ante esa realidad, nos queda muy poco tiempo para confeccionar un plan de trabajo para llevar a cabo las primarias y elecciones generales del 2020.

La posposición de las primarias y la elección de noviembre no son alternativas ni es la opción a seguir. No hay duda de que el voto adelantado o voto por correo es la manera más eficiente de llevar a cabo el proceso electoral que nos espera en los próximos meses.

Pero no hay mal que por bien no venga. Existen tendencias modernas de ampliar los métodos de votación que van desde la votación electrónica hasta la votación por correo regular.

Por muchos años hemos visto una caída en la participación electoral en Puerto Rico y la discusión de cómo incrementarla es necesaria. No he favorecido el voto por correo electrónico porque no me parece fiable dada la infraestructura digital y eléctrica del país en estos momentos. En el 2016 un total de 25,027 electores ejercieron su voto de manera adelantada o mediante voto ausente. Es ahí donde creo que debemos explorar el mejor mecanismo para las próximas elecciones y primarias.

Votar por correo y por adelantado existía en Puerto Rico desde antes de la pandemia. La alternativa de un sistema híbrido que pueda reducir significativamente las filas y conglomeraciones el día de las elecciones es lo más responsable que nos toca hacer en este momento.

Recomiendo que la primera mandataria designe a un grupo de trabajo electoral, multipartidista, incluyendo funcionarios del correo federal (quienes ya tiene un “Election Mail Kit” preparado para estos procesos) para que en un término corto, le presenten a la ella, a la Asamblea Legislativa y al país, cómo llevar a cabo las elecciones y primarias del 2020 de una manera eficiente y segura para los electores.

Este trabajo no le pertenece al partido de mayoría, le pertenece a todos los que participan del proceso democrático. Los retos son obvios--habrá costos de franqueo significativos, asuntos de logística que resolver y legislación que enmendar. Pero debemos verlo como una emergencia y, si lo hacemos bien, como una potencial oportunidad para ensanchar la participación electoral y estar a la altura de los tiempos de pandemia. No hay tiempo que perder.

El autor es abogado y exsenador por el Partido Popular Democrático (PPD). Posee un bachillerato en Ciencias Aplicadas de la Universidad de Cornell y un Juris Doctor de la Universidad Interamericana. Fue precandidato a la gobernación y candidato a comisionado residente por el PPD.

El autor es abogado y exsenador por el Partido Popular Democrático (PPD). Posee un bachillerato en Ciencias Aplicadas de la Universidad de Cornell y un Juris Doctor de la Universidad Interamericana. Fue precandidato a la gobernación y candidato a comisionado residente por el PPD.