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Opiniones

¡FUERA LUMA, FUERA LUMA, FUERA LUMA!

Ángel Figueroa Jaramillo plantea que LUMA "es una empresa primordialmente organizada para apropiarse del dinero y los recursos del gobierno y transferirlos a las cuentas privadas de sus accionistas".

Ángel Figueroa Jaramillo
Foto: Suministrada

La incapacidad de LUMA para administrar, construir y desarrollar nuestra red de transmisión y distribución eléctrica el servicio al abonado no es el resultado de un proceso de transición atropellado, de un sistema plagado de deficiencias por el abandono a que fue condenado, el no contar con el personal capacitado o cualquiera otra de las múltiples excusas insustanciales que, a un año de estar dentro de la Autoridad de Energía Eléctrica, ha ofrecido su abogado Pedro Pierluisi Urrutia. La incapacidad de LUMA radica en que es una empresa primordialmente organizada para apropiarse del dinero y los recursos del gobierno y transferirlos a las cuentas privadas de sus accionistas. Todo otro objetivo corporativo queda en un segundo o tercer plano.

De la misma manera que su abogado pretende hacerle creer al pueblo de Puerto Rico que hay que darle tiempo a LUMA para que pueda hacer el trabajo de calibre mundial que prometió, los trabajadores le recordamos dos elementos fundamentales a señor Pierluisi y sus legisladores y senadores. En primer lugar, este sistema que está a ley de nada para colapsar en manos de LUMA, es el mismo que 22 días atrás los hombres y mujeres que él echó a la calle mantenían funcionando, sobreponiéndose a la gestión deliberada de tirarlo al piso y aportando su creatividad y conocimientos para mantenerlo vivo y funcionando.

En segundo lugar, los trabajadores de la AEE no tenemos tan mala memoria como suelen tener los gobernantes de nuestro país. Cuando trajeron a Liza Donahue a “reorganizar las finanzas” de la Autoridad y a Julia Keleher a dirigir el Departamento de Educación nos hablaron del calibre mundial de ambas funcionarias. La primera se fue llevándose una gran tajada millonaria del pueblo como pago a los enredos que dejó como resultado de su pobre gestión y la segunda terminó declarándose culpable de actos de corrupción en el Tribunal Federal. Ya sabemos del calibre mundial de los fracasos de LUMA en Perú, Argentina, los Estados Unidos y Canadá mediante sus matrices Quanta Services. Esperamos que prevalezca el buen juicio y se cancele su contrato para no hacer el mismo triste papel que con las mencionadas.

La labor gerencial de LUMA, a $625,000 anuales por cada vicepresidente que en total son 22, no ha sido capaz de conducir la Autoridad de Energía Eléctrica un solo día desde que asumieron su responsabilidad. Cada día son miles los abonados que permanecen extensos periodos de tiempo sin energía eléctrica, sufren daños en sus enseres, ven afectada la salud de sus familiares encamados y pasan largas horas llamando a unos teléfonos de un sistema que, como los gerentes, sirven para muy poco o nada. Hasta en algunas casas se ha quemado la cablería poniendo en riesgo la propiedad y la vida de los residentes. Ante esta muestra de incompetencia manifiesta se guarda silencio o cínicamente se pide tiempo. ¿Tiempo para qué? ¿Para que un día la Isla completa quede a oscuras?

El pasado lunes, mientras 80,000 clientes de LUMA permanecen sin energía eléctrica en sus hogares, negocios e industrias, LUMA ni siquiera conocía las razones por las que las personas no tenían luz. El pasado sábado en la noche vivimos una experiencia que nos debe servir de lección y aprendizaje rápido. Se celebraba el Torneo Americup Femenino en el histórico Coliseo Roberto Clemente. Faltaba un minuto y segundos para finalizar el juego final en el que nuestras aguerridas jugadoras de baloncesto disputaban la medalla de Oro a los Estados Unidos. ¡El Roberto Clemente quedó a oscuras!

Poco a poco comenzaron a encenderse los teléfonos celulares de la fanaticada. Un sonoro coro de voces fue subiendo de tono y en el recinto se escuchó la consigna que mejor expresa el sentir de nuestro pueblo ante el vil atropello que significa mantener la vigencia del leonino contrato con esta privatizadora. ¡Fuera LUMA, Fuera LUMA, Fuera LUMA! Así también grita hoy todo Puerto Rico.

El autor es presidente de la Unión de Trabajadores de la Industria Eléctrica y Riego (Utier).