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Radiología Intervencional

La subespecialidad clave en el diagnóstico de tumores.

Dr. Eduardo González Pons, graduado de Medicina del Recinto de Ciencias Médicas en el 2007. Luego hizo su residencia en SUNY Downstate en Nueva York graduándose de Radiología Diagnóstica en el 2013, el mismo año que se hizo Board Certified por el Amercian Board of Radiology. Su subespecialidad fue en Radiología Intervencional en el hospital Jackson Memorial de la Universidad de Miami donde se graduó en el 2014. Trabajó varios años en Miami y regresó a Puerto Rico dos días después del huracán María en el 2017 como voluntario donde trabajó en entidades sin fines de lucro para ayudar a la Isla tras el devastador ciclón.
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Con el desarrollo de tecnología avanzada, el cambio en la medicina ambulatoria y el enfoque a la experiencia y satisfacción del paciente, se ha experimentado una revolución silenciosa pero trascendental: el auge de la radiología intervencional.

Esta subespecialidad, que combina imágenes médicas avanzadas con procedimientos mínimamente invasivos, ha transformado no solo la manera en que tratamos enfermedades, sino también cómo las diagnosticamos. Dentro del campo oncológico, los radiólogos intervencionales se han convertido en figuras imprescindibles, especialmente en la detección, confirmación y caracterización de tumores. Su papel, aunque a menudo poco visible fuera del entorno clínico, es fundamental para un diagnóstico certero y un tratamiento eficaz.

Tradicionalmente, el diagnóstico de tumores dependía de estudios de imagen como la tomografía computarizada (CT Scan), la resonancia magnética (MRI) o la sonografía. Si bien estos métodos continúan siendo esenciales, presentan limitaciones: una imagen puede sugerir la presencia de una masa sospechosa, pero no puede confirmar su naturaleza. Es aquí donde el radiólogo intervencional entra en acción.

Gracias a técnicas guiadas por imagen, como biopsias percutáneas asistidas por imágenes, el radiólogo intervencional puede obtener muestras precisas de tejido tumoral de forma mínimamente invasiva. Esta intervención no solo permite un diagnóstico histopatológico definitivo, sino que también reduce riesgos, tiempo de recuperación y costos en comparación con procedimientos quirúrgicos tradicionales. En muchas ocasiones, estas biopsias son el primer paso concreto hacia un tratamiento oncológico personalizado.

Uno de los principales retos en el diagnóstico de tumores es lograr llegar a nódulos o masas localizadas en zonas anatómicamente complejas: pulmones, hígado, páncreas, retroperitoneo o incluso la médula ósea. La educación y experiencia técnica de un radiólogo intervencional, junto con el uso de imágenes en tiempo real, le permite planear rutas de acceso seguras y eficaces, minimizando complicaciones como hemorragias, infecciones o daño a estructuras vitales.

Por ejemplo, en tumores hepáticos, en la mayoría de las ocasiones, el radiólogo intervencional puede realizar una biopsia guiada con una tasa de éxito superior al 95%, y evitando vasos sanguíneos importantes o estructuras biliares, lo que reduce la posibilidad de complicaciones luego del procedimiento. Es por eso que la radiologia intervencional es un puente hacia la medicina personalizada. En la era de la medicina actual, no basta con saber si un tumor es benigno o maligno. Hoy, es esencial conocer sus características moleculares, genéticas y celulares. Las muestras obtenidas por los radiólogos intervencionales alimentan estudios avanzados como secuenciaciones genéticas, análisis de biomarcadores y pruebas inmunohistoquímicas. Estos datos son cruciales para determinar si un paciente es candidato para inmunoterapia, tratamientos dirigidos o incluso ensayos clínicos.

Así, el trabajo del radiólogo intervencional no solo permite confirmar un diagnóstico, sino que facilita decisiones terapéuticas que pueden cambiar radicalmente el pronóstico de un paciente. A menudo, los pacientes llegan al diagnóstico oncológico en medio de una tormenta emocional. En ese contexto, la radiología intervencional ofrece ventajas que humanizan la atención: procedimientos ambulatorios, realizados con anestesia local o sedación ligera, con mínimas molestias y rápida recuperación. Este enfoque menos agresivo, permite que el paciente conserve su calidad de vida mientras se avanza rápidamente en su diagnóstico y tratamiento.

Además, la seguridad de estos procedimientos ha aumentado notablemente. En la mayoría de los procedimientos, las tasas de complicaciones mayores en biopsias guiadas por imagen son inferiores al 1%, lo cual las hace ampliamente seguras incluso en pacientes frágiles o con comobilidades.

El radiólogo intervencional no trabaja de manera aislada. Su rol está estrechamente ligado al de oncólogos, cirujanos, patólogos y otros especialistas. Esta colaboración multidisciplinaria es esencial para garantizar un enfoque integral y eficiente. La opinión del radiólogo intervencional sobre la viabilidad de una biopsia o el acceso a una masa específica puede ser determinante en la toma de decisiones clínicas.

Además, su participación no termina con el diagnóstico. Muchos radiólogos intervencionales también son clave en el tratamiento de tumores, ya sea mediante ablaciones, quimioembolizaciones o procedimientos paliativos como drenajes o colocación de stents. Esto refuerza su papel como profesionales integrales dentro del equipo oncológico.

A medida que avanza la tecnología de imágenes y se desarrollan nuevos métodos de intervención mínimamente invasiva, el campo de la radiología intervencional seguirá expandiéndose. La inteligencia artificial, la robótica y la navegación por imagen en 3D están empezando a integrarse en los procedimientos, prometiendo aún más precisión y seguridad.

No es exagerado afirmar que el futuro del diagnóstico de tumores está estrechamente vinculado al desarrollo de la radiología intervencional. El radiólogo intervencional, es quien transforma una sospecha en certeza, y una imagen en evidencia sólida que le permite a los oncólogos actuar. Este trabajo, aunque a veces invisible para el paciente, es vital para lograr diagnósticos rápidos, certeros y menos invasivos. Reconocer el rol de un radiólogo intervencional es reconocer la medicina moderna en su forma más eficaz y humana.