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Política

Defensa en caso Anaudi inicia su desfile de prueba

El equipo de defensa de los cuatro supuestos cómplices del empresario Anaudi Hernández Perez enfiló sus cañones hacia la prueba que pesa en contra de algunos de los acusados, y aunque algunos disparos fueron certeros, otros parecen haberles salido por la culata.

El desfile de prueba de la defensa arrancó en la tarde de hoy, martes, un día después de que el juez federal Pedro Delgado Hernández declarara 'no ha lugar' a las peticiones de 'mistrial' - juicio nulo o inválido - y de absolución perentoria para los acusados por supuesta falta de evidencia que sustentara la comisión de un delito.

Para la defensa es opcional presentar prueba y sentar testigos, ya que el peso de la evidencia debe recaer sobre el Estado, que es quien busca probar la comisión de un delito. Sin embargo, en el caso Anaudi, la defensa asumió el riesgo que puede implicar sentar voces a la silla de testigo. Los dos testimonios de la tarde parecían tener comoobjetivo arrojar una nueva luz sobre la evidencia que ya se ha presentado en sala, llenando algunos espacios en blanco y buscándole nuevos matices. Sin embargo, en algunos asuntos, la Fiscalía federal fue implacable.

La primera testigo en ocupar el banquillo fue Luz Nieves Sánchez, la madre de lascoacusadasMarieliseIvonneFalcón Nieves,exvicepresidentade la Autoridad deAcueductos y Alcantarillados (AAA). Con sus espejuelos menudos, sus arrugas en el rostro y una voz alta y firme, la mujer respondió a las preguntas de ambas partes.

Doña Luz es jubilada, ama de casa y preside un negocio familiar llamado Falcón Ambulance, dedicado a recoger pacientes de salud mental alrededor de toda la Isla. En las tareas administrativas, la asiste su hija Marielis, encargada además de supervisar las operaciones diarias de las cuatro ambulancias.

Con su testimonio, el licenciado Francisco Adams, abogado de Marielis, intentó establecer que las grandes sumas de efectivo que aparecían depositados en las cuentas de las hermanas Falcón Nievescorrespondían Falcón Ambulance. Así lo logró establecer con una de las cuentas a nombres de Ivonne Falcón, a la que le llamaba 'la cuenta de Diesel' pues todos los pagos eran a gasolineras alrededor de la Isla - Bayamón, Cidra, Caguas, Naranjito, Salinas, Arroyo, Canóvanas, Manatí, etcétera - de las cuales se servían las cuatro ambulancias del negocio familiar.

Asimismo, el abogado y la testigo pudieron establecer que los depósitos en la cuenta correspondían a los cheques que firmaba la propia madre de las hermanas acusadas, los cuales preparaba pagadero 'cash'. Así, un cheque de $500 firmado el 19 de junio de 2012 por Luz Nieves, aparecía depositado ese mismo día en la cuenta a nombre de Ivonne Falcón, quien la creó a petición de su madre, aseguró la testigo en sala.

De esa forma, las grandes sumas de depósitos en efectivo corresponderían al negocio familiar y no a transacciones hechas con el excontratista de la AAA Ramón Crespo, por quien se acusa a las hermanas de extorsión. En sala, Crespo alegó la semana pasada que Marielis cobraba 10% a cambio de agilizarle las salidas de sus cheques en la agencia a través del contacto con su hermana.

Sin embargo,elfiscal federal José Capó confrontó en su turno a la testigo con otros depósitos hechos en las cuentas personales de Marielise Ivonne ese mismo día, por los cuales no pudo responder doña Luz. También, aunque quedó en el aire tras objeciones, el fiscal le preguntó si su hija Ivonneestaría mintiendo bajo juramento si hubiese dicho que doña Luzno trabajaba en lo absoluto, a lo cual la testigo respondió, 'es mentira porque yo sí trabajo para la compañía'.

Además, Capó comparó los ingresos de la compañía en el 2013 ($13,000) y en el 2014 (-$3000), según reportado en documentos sometidos al Departamento de Estado. Estos contrastaban con losdepósitos en efectivo hechos por Marielis en su cuenta, los cuales sobrepasaban los $30,000. Sin embargo, a preguntas del abogado Adams, la testigo, con voz firme y clara, aclaró que Marielis también recibía ingresos del Plan 8 por el arrendamiento de tres apartamentos.

La segunda testigo fue Mariette Rodríguez, exempleada de la Administración de Desarrollo Laboral (ADL) bajo la dirección de la coacusadaSally López Martínez, a quien también considera una amiga. Desde los diez años, la testigo vive en Salinas, pueblo natal de Sally, y trabajó en un consorcio en Ponce donde Sallydirigía la Oficina de Recursos Humanos.

De enero a octubre del 2013, Rodríguez integró el equipo de trabajo de ADL, atendiendo a empleados desplazados, a la vez que formó parte del Comité de Evaluaciones de Propuestas que un cúmulo de empresas sometían a la dependencia del Departamento del Trabajo para recibir contratos a cambio de servicios.

A preguntas del abogado de Sally, el licenciado José Aguayo, la testigo aclaró queLópez no tenía injerencia alguna sobre la concesión de contratos ya que no pertenecía al Comité de Evaluaciones, encargado de evaluar las propuestas y asignarle una puntuación.

La empresa con la mayor cantidad de puntos era la que resultaba favorecida, recomendación que a palabras de la testigo, Sally siempre recomendó y encaminó a la Oficina de Gerencia y Presupuesto (OGP) y a Fortaleza en caso de que el monto asignado superara los $10,000. LinksGroup, por ejemplo, obtuvo la puntuación más alta en una de las propuestas que sometió.

Sin embargo, cuando al fiscal federal Capó le tocó detonar un par de disparos, confrontó a la testigo con un correo electrónico en que el socio de Anaudi, Ramses Maldonado, enviaba una de las propuestas de las empresas de Anaudi directamente a Sally López, quien se suponía no tuviera en sus manos propuestas de ningún tipo hasta que no surgieran del Comité Evaluador. La testigo solo pudo responder que desconocía ese dato.

El fiscal soltó otros cañonazos cuando hizo a la testigo admitir que nunca hubiese asistido a una actividad en la suite hotelera en el Sheraton de Anaudi Hernández - como la que se celebró el día de la confirmación del nombramiento de Sally López - de saber que este ostentaba contratos en la agencia gubernamental para la que trabajaba. 'No, porque no es correcto', dijo. Tampoco hubiese aceptado regalos ni invitaciones a conciertos en el 'Choliseo' ni a cenas costosas, reconoció.

El licenciado Joaquín Monserrate Matienzo, otro de los abogados de Sally, intentó interponer un escudo antibala ante la insistencia de Capó, preguntándole a la testigo si hubiese rechazado carteras de regalo e invitaciones a cenar de una persona a la que considerara un amigo decente y honesto. Rodríguez admitió que en ese caso no se hubiese preocupado en rechazarlos.

El juicio continúa mañana, miércoles, en la sala 3 del Tribunal Federal de Hato Rey, cuando la defensa prosiga desfilando los testigos que podrían defender la inocencia de los acusados.

Desde la izq; el Lcdo. Joaquín Monserrate junto a la acusada Sally López. (Josian Bruno / Archivo NotiCel)
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