El preso político puertorriqueño Oscar López Rivera no pudo contener su emoción en el avión que lo transportaba a su hogar luego de 35 años. Rompió en llanto. Cuando las azafatas se le acercaron para entregarle un pin y expresarle su agradecimiento por los años de lucha, la emoción lo desbordó.

La alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz Soto, contó a NotiCel que, el año pasado tras tantos días detrás de los barrotes, Oscar le confesó: 'Rasparse 35 años en la cárcel no es fácil, pero lo he hecho porque sé que le estoy sirviendo a un bien mucho mayor que yo'.

La alcaldesa lo acompañó ayer en su traslado junto con el congresista Luis Gutiérrez; la concejal de Nueva York, Melissa Mark-Viverito;su abogada Jan Sussler, y su hija Clarisa López. Aterrizaron en el Aeropuerto Internacional Luis Muñoz Marín en un vuelo de American Airlines procedente de Charlotte, Carolina del Norte.

'Yo he aprendido con él. Oscar a mí jamás me ha hablado de política. Me ha hablado de justicia, de la igualdad entre los hombres y las mujeres, me ha hablado de porqué la lucha de la comunidad LGBTT tiene que ser la lucha de todos, de porqué la lucha de los obreros por tener un salario que les permita vivir, tiene que ser la lucha de todos.' dijo Yulín con lágrimas en sus ojos.

'Oscar dice que lo primero que hay que descolonizar es la mente, y que uno vive lo que predica.' expresó Yulín añadiendo que Oscar es el que predica la solidaridad, el amor a la Patria.

El presidente BarackObamaconcedió la clemencia al independista desde el pasado 17 de enero. El preso político de 74 años de edad había sido condenado en 1981 a 55 años de cárcel por conspiración sediciosa para derrocar al Gobierno de EE.UU. en la Isla, y en 1988 fue sentenciado a otros 15 años de prisión por un intento de fuga.