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Política

España le concedió ciudadanía a un exgobernador pero no dejó mucha inversión en PR

La crisis económica instalada en Puerto Rico desde hace una decada e intensificada ante la imposibilidad de pagar la deuda pública ha ralentizado la inversión española en la isla, donde poco más de diez grandes empresas del país iberico tienen operaciones de calado.

Esta semana se confirmó que España había concedido ciudadanía al exgobernador Alejandro García Padilla, responsable de la visita de los reyes españoles el año pasado a Puerto Rico y cuyo gobierno buscó adelantar estrategias de inversión española en el territorio estadounidense.

Pero los datos de dicha inversión lo que reflejan es una caída estrepitosa en años recientes.

El consejero económico del Consulado de España en Puerto Rico, Andrés Salinero, explicó a Efe que la complicada situación por la que atraviesa este estado libre asociado a Estados Unidos ha contribuido a que el flujo comercial de productos y servicios españoles hacia la isla haya caído sensiblemente en los últimos 5 años.

Las exportaciones españolas a Puerto Rico en 2015 -últimos datos disponibles- alcanzaron los 179 millones de dólares, un 32.4 % menos que en 2014.

La caída de las exportaciones no es nueva y se venía registrando desde 2012, año en el que las ventas desde España a Puerto Rico sumaron 328 millones de dólares. En sentido contrario, las importaciones de productos puertorriqueños desde España se redujeron un 0.2 % en 2015 respecto al año anterior, hasta los 1,335 millones de dólares.

Las exportaciones españolas a Puerto Rico están encabezadas por los combustibles minerales (47 millones de dólares), bebidas (20 millones de dólares) y productos químicos (18 millones de dólares).

Las importaciones españolas de productos puertorriqueños están menos diversificadas y en más de un 98% se centran en productos químicos y farmacéuticos. Se trata de un comercio que se realiza como parte de la cadena de valor de las multinacionales farmacéuticas que tiene centros de producción en distintos países del mundo.

'La inversión española en la isla es relativamente pequeña', destacó Salinero, para quien además de la coyuntura económica adversa pesan el reducido tamaño del mercado, los altos costos de establecerse en Puerto Rico y la enorme burocracia en la obtención de algunos permisos.

En cuanto a los datos concretos del flujo de inversiones, recordó que en Puerto Rico no se publica información de inversión exterior (solamente flujos financieros), mientras que en lo que se refiere a fuentes españolas los datos de inversión en Puerto Rico se incluyen dentro de los correspondientes a Estados Unidos.

No obstante, son públicas importantes inversiones llevadas a cabo durante los últimos años por compañías españolas en Puerto Rico, como la de Abertis a finales de 2011, cuando junto a Goldman Sachs se hizo -por medio de una Alianza Público Privada- con la gestión de las autopistas PR-22 y PR-5 por 1,436 millones de dólares.

En abril de 2016 se anunció el acuerdo entre Abertis y el Gobierno de Puerto Rico para la extensión durante 10 años adicionales del plazo de concesión de esa autopistas a cambio de 115 millones de dólares.

Otra empresa española con presencia en Puerto Rico es Ferrovial Agroman, que en 2015 ganó varios contratos con el Gobierno local que ascienden a cerca de 60 millones de dólares.

Gestamp Eólica cuenta con un parque eólico operativo desde finales de 2012 en Naguabo, en la costa este de la isla, con una capacidad de 40 megavatios que supuso una inversión de 80 millones de dólares.

Uriel Inversiones, junto a la local Coqui Power, invirtió 72 millones de dólares en el Municipio de Loiza, donde se instalaron 80,000 placas fotovoltaicas.

No se puede olvidar tampoco que Air Europa enlaza la isla con Madrid desde mayo de 2014 y que Iberia retomó sus operaciones en la isla en 2016.

'Además de las grandes compañías hay pequeños empresarios españoles que tienen negocios relacionados principalmente con la restauración', apuntó Salinero, para quien se trata de un colectivo reducido que probablemente ni supera el centenar de personas.

'Para un español es muy difícil venir a vivir a Puerto Rico', señaló el funcionario en relación a las trabas de inmigración que supone instalarse en la isla, donde son las autoridades estadounidenses las responsables del control de fronteras, que funcionan con la misma rigidez que si se tratara de cualquier otro territorio del país norteamericano.

Salinero subrayó que, no obstante, hay sectores en los que en los próximos años puede verse un incremento en la llegada de capital español a la isla, en concreto los de energía, transporte, construcción/concesiones, turismo y biotecnología.

Las Alianzas Público Privadas son, es su opinión, una de las herramientas que pueden facilitar la llegada de inversión de empresas del país ibérico, que dada la crítica situación de la economía local supondrían una ayuda para el territorio caribeño.

Puerto Rico sufre desde hace más de una década una profunda crisis económica a la que ahora se suma la imposibilidad de pagar una deuda pública que ronda los 70,000 millones de dólares.

El Rey Felipe de España durante su visita a Puerto Rico en 2016. (Josian Bruno Gómez / Archivo NotiCel)
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