Contundente testimonio destapa ineptitud de la respuesta post María
Solo una congresista, Stacey Plaskett, y la comisionada residente de Puerto Rico, Jenniffer González, reaccionaron al contundente testimonio del sargento retirado de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, Jonathan Sutton. Ante el Subcomite de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes federal, Sutton dejó claro hoy, jueves, que quedó con demasiadas preguntas sin respuesta ante la lentitud e ineficiencia de la respuesta de las autoridades al 'sufrimiento humano' que dejó el huracán María en el país.
'Es lo más duro que he visto, más que cualquier despliegue militar al que me hayan asignado durante mi carrera', reconoció.
Sutton llegó el 23 de septiembre al Aeropuerto Internacional Luis Muñoz Marín (AILMM) en Carolina en un vuelo casi vacío desde Maui, Hawái, para ofrecerse como voluntario en las tareas de respuesta a la catástrofe. Desde allá no pudo obtener información de los noticiarios, pero compañeros militares en Puerto Rico le enviaron fotos y vídeos del estado de emergencia en que todo quedó.
'Tan pronto aterrice busque a las autoridades de Seguridad Nacional (Homeland Security) y el Negociado Federal de Investigaciones (FBI por sus siglas en ingles) para identificarme, avisarles que había pasado los chequeos de seguridad con el Departamento de la Defensa como militar retirado de la 82da División Aerea (82nd Airborne). Les hable de mis habilidades para reconstruir viviendas, restaurar sistemas electricos. Me respondieron que no necesitaban nada por el momento, que solicitara por Internet ser voluntario', detalló.
Luego de los puntos de inspección, habló con policías locales, quienes le recalcaron tener mucho cuidado fuera del AILMM porque no habían comunacaciones fuera de allí, y el vandalismo y la violencia estaban rampantes. 'Moverse por la ciudad era casi imposible, había toque de queda, víveres limitados, gasolina limitada, la gente estaba muy desesperada. Cuando salí a otras áreas era una locura, la gente se abalanzaba sobre el carro, desesperados por saber si llegaba con ayudas y alimentos. En muchas ocasiones cuando finalmente llegue a lugares donde me habían comentado de algún anciano o infante con necesidades, habían muerto la noche anterior por deshidratación o hambre. Supe de muchos que no aguantaron el desespero y terminaron con su vida saltando de los precipicios de las montañas porque sabían que no llegaría la ayuda', abundó Sutton.
El sargento retirado se albergó con miembros de una iglesia en Dorado. Siempre que lograba llegar a las áreas difíciles con medicinas, alimentos, agua recibió las mismas expresiones: 'La gente me decía 'No he visto al alcalde, ni a FEMA (Agencia Federal para el Manejo de Emergencias) ni a la Cruz Roja. ¿Puedes ayudarme?'
Sutton confesó que habló directamente con personal de FEMA para llevarse sus suplementos y repartirlos donde pudieran indicarle porque le admitían que, 'hay muchas cuestiones políticas pasando aquí y no puedo lograr nada, ¿puedes hacerlo por mí? Luego me daban más detalles, direcciones, y hasta allá llegaba. Incluso serví de mensajero para que entre familias se enteraran cómo estaban. En los 3 meses que estuve allí no encuentro palabras para describir la situación, la que aún ocurre'.
A preguntas de Plaskett, el militar reconoció que sí hubo escasez de alimentos, especialmente en áreas remotas. 'Habían puntos de repartición de FEMA, a los que la gente de verdad no podía llegar. Las calles estaban intransitables', destacó antes de lamentar que, 'Puerto Rico es hermoso; fue impresionante ver cómo quedó'.
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Esta publicación fue editada para corregir el nombre de Sutton.
SSG Jonathan Sutton (fotocaptura)