Por Luis Díaz Feliciano*/ Ni Joseph Acabá, ni ?Suavemente? de Elvis Crespo en el espacio, ni siquiera Neil Armstrong en la luna ni nada, esto no es un artículo sobre aeronáutica, esto trata de mi experiencia en ?la luna? que pisara Juan Antonio Corretjer.

Como parte de la campaña por la excarcelación del prisionero político puertorriqueño Oscar López Rivera, quién cumplió 31 años en prisión hace dos semanas, mi dúo de hip hop Intifada fue invitado a participar de una jornada artística. Mucha poesía (spoken word), música y artes visuales colmaron esta serie de actividades organizadas en Chicago por la National Boricua Human Rights Network, la Union of Puerto Rican Students y el Centro Cultural Juan Antonio Corretjer, bajo la coordinación del profesor José López, destacado activista comunitario y hermano de Oscar.

En esta comunidad los puertorriqueños han echado raíces y sus frutos son evidentes. Además de contar con pequeños negocios y murales alusivos a la lucha por la independencia de Puerto Rico, también se observan proyectos de autogestión como la Pedro Albizu Campos High School, la Consuelo Lee Corretjer Elementary, el Batey Urbano, Vida Sida, el Institute of Puerto Rican Arts and Culture, entre otros en los que se integran desde muy jóvenes los vecinos del barrio, bien sean de orígenes boricuas, dominicanos, mexicanos, irlandeses, polacos, afroamericanos, centroamericanos o estadounidenses.

Oscar López Rivera lleva 31 años preso en la cárcel federal.

Cuando el poeta nacional Juan Antonio Corretjer escribió Boricua en la luna, estaba precisamente pensando en los puertorriqueños de Chicago, donde se ubica este tramo como de diez cuadras en la calle Division flanqueado por dos enormes banderas puertorriqueñas de metal, bajo las cuales pasa el extenuante tránsito de esta ciudad. Como tantas otras comunidades, El Paseo Boricua está siendo amenazado por el desplazamiento urbano, como parte de una política sistemática de aburguesamiento mejor conocida en inglés por gentrification.

La política de aburguesamiento propone desarraigar estas comunidades con el propósito de atraer proyectos de remodelación y desarrollo comercial, mientras los beneficiarios principales serán inversionistas ajenos al barrio, lo que conllevará un aumento en los costos de la propiedad y el repoblamiento por compradores con mayor poder adquisitivo. Una de las maneras en las que el gobierno de la ciudad ha utilizado para ir desplazando esta comunidad, ha sido el intento de remover las banderas puertorriqueñas que adornan esta calle y reubicarlas en Nueva York.

Pero esta no es una comunidad cualquiera y el comandante Corretjer lo supo de primera mano. Durante la década de 1950, grandes cantidades de puertorriqueños se establecieron en Chicago, donde fueron víctimas del hambre, el frío, el abandono, el abuso policial y la violencia racista. La solidaridad entre los boricuas de allá facilitó su adaptación a las condiciones del norte, desarrollando importantes núcleos poblacionales en las inmediaciones de Humboldt Park, donde floreció el Paseo Boricua, y Lincoln Park, donde se desarrolló el interesante fenómeno del Young Lords Party for Self Defense. Lamentablemente, el alcalde de la ciudad consiguió desmovilizar a la comunidad de boricuas de Lincoln Park por medio del desplazamiento y aburguesamiento.

En 1959, los padres de Oscar López Rivera decidieron mudarse de los campos de San Sebastián a la ciudad de Chicago en busca de mejores oportunidades. Pero la situación de los puertorriqueños no era mejor que en la Isla y las esperanzas de cambio se fueron marchitando poco a poco. Es en este contexto que se desató una rebelión en respuesta a los abusos de la policía que se extendió por más de una semana, por lo que se activaron tropas de la guardia nacional de Illinois. El motín de la Division Street de 1966, como se le recuerda, fue la primera chispa de la concientización entre los boricuas de Chicago, como sucedió con las comunidades negras después de los sucesos de Watts y Harlem. Desde entonces, varios proyectos de autogestión le fueron dando forma a una de las comunidades mejor organizadas de los Estados Unidos.

Mientras tanto, Oscar fue enviado a la jungla de Vietnam, donde las condiciones climáticas y el paisaje tropical le rememoraban el entorno pepiniano de su niñez, según me contó su hermano José. En medio de una escaramuza del Viet-Cong, su batallón compuesto por negros y latinos fue aniquilado. A pesar de que una bala rebotó en su casco, Oscar se incorporó para enfrentar al 'enemigo'. Mientras hacía contacto visual frente a los vietnamitas sentía como el tiempo se detenía, cuando llegaron refuerzos para rescatarlo de la muerte. En cambio, los guerrilleros que le enfrentaban fueron barridos por las balas estadounidenses. Aunque por ello fue condecorado con una estrella de bronce al valor, este evento marcó profundamente su conciencia.

El productor Ya'llzee y el 'mc' Luis Díazcomponen el binomio Intifada. Aquí caminan por el Paseo Boricua en Chicago mientras filman el video para el nuevo tema 'La estrelladel valor'.

Tras su regreso a Chicago, se unió a sus vecinos en la tarea de conseguir el mejoramiento de la educación y la salud de la comunidad, además de abogar por la independencia de Puerto Rico como alternativa ante el rechazo que habían sufrido sus pares del exilio. Oscar, junto a un grupo de activistas se enteró en 1976, que era blanco de persecución por el FBI, forzándoles a entrar en el clandestinaje. Las autoridades federales le atribuyeron a grupos de independentistas en los Estados Unidos haber participado en más de 100 atentados con bombas, entre los que se destaca el suceso de Fraunces Tavern en Wall Street. La organización que se responsabilizó por los actos se autodenominó como Fuerzas Armadas de Liberación Nacional. Cinco años después, Oscar, junto a un grupo de puertorriqueños, fue arrestado por supuestamente pertenecer a las FALN. Han pasado 31 años desde su arresto y Oscar es el único que sigue preso.

Durante la actividad de la noche del pasado viernes 6 de abril, celebrada en La Casa Puertorriqueña de Humboldt Park, Matt Rodríguez, director de la Pedro Albizu Campos High School recitaba su poema dedicado a Oscar, cuando fue interrumpido por Alejandro Molina uno de los encargados del Centro Cultural, quién le advirtió a la audiencia: 'Oscar's on the phone, Oscar's on the phone!'. Entonces todos hicimos silencio para escuchar su voz a través de los micrófonos, y nos mandaba un saludo de agradecimiento por participar en dicha actividad. Una vez terminado el mensaje de Oscar, Matt, quién lleva menos tiempo vivo de lo que lleva Oscar en prisión, continuó magistralmente con su ejecución.

No pude terminar de escucharlo. Para mi sorpresa, Alejandro me llamó porque Oscar quería hablar conmigo y con su envidiable tono de serenidad, me dijo cosas que literalmente no recuerdo. Me arropó una sensación que va más allá de las palabras. Esta es una sensación similar a la que he experimentado frente a Rafael Cancel Miranda, Elizam Escobar, Edwin Cortés, Luis Rosa, Ricardo Jiménez, Antonio Camacho y José Solís. No tengo palabras para describir ese momento. Mirar cara a cara, hablar de frente a esta gente que pasó los más valiosos años de su vida bajo precarias condiciones de cautiverio y tortura, a cambio de las cosas en las que yo creo con toda mi alma. Cómo explicar la fortaleza de espíritu que requiere un ser humano como Oscar que pasó doce años en confinamiento solitario, sin contacto humano absoluto, en una celda de 6'x 9', sin nada más que su conciencia? Cómo cabe tanto valor en un solo hombre? Lo único que sé es que hablé con Oscar y que de Chicago me traje muchos recuerdos, buenos momentos, libros, revistas y una foto suya, pero sobre todo, me traje la esperanza de verlo muy pronto en libertad, y al Paseo Boricua en el corazón.

*El autor es el 'mc'del grupo Intifada, binomiode hip hopque ha viajado el mundo representando a Puerto Rico con rap estrictamentede corte social. Díaztambién es maestrode historiade escuela superior, estudiantede maestríade historia, poeta y recientementedebutó como comentarista radial. El mes próximo participará en el Festival Mundialde la Poesía en Caracas.