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Fue educadora, mujer maltratada y devaluada. Ya no más.

La locutora Michelle López ha vivido más allá de sus 34 años. Pero se encamina a su empoderamiento.

Michelle López, locutora de El Reguero, conversó con El Push de la Mañana, edición estelar.
Foto: Luis Alberto Lopez

Michelle López Colombani ha emergido en la radio puertoriqueña gracias a su determinación, luego de vencer tragedias personales y habiendo experimentado de entrada el discrimen y el incumplimiento de palabra de algunos que le pasaron la manita por varios años sin pagarle un centavo.

Conversar con la modelo y locutora fue descubrir detalles sobre su vida que pocos conocen. En entrevista con El Push de la Mañana, edición estelar, reveló que fue víctima de violencia doméstica dentro de su primera relación de noviazgo que comenzó a sus 19 años, con un hombre mayor que ella.

Reconoce, sin problemas, que era una relación enfermiza de ambas partes, que tuvo que pedir una orden de protección al tribunal y que dio por finalizado ese período de su vida tan pronto recibió el primer golpe físico porque ya los emocionales eran incontables. Sabía que un segundo golpe podía ser peor y huyó de ahí. Esa relación es probablemente la que marcó su relación con los hombres, una de desconfianza y de alta exigencia.

Se colocó en los zapatos de Andrea Ojeda Castro, “La Peki”, quien acusó públicamente al expúgil Juan Manuel López Rivera de violencia de género para luego rechazar continuar con el caso, alegando que el Ministerio Público le ha maltratado más que su agresor. Para Michelle, las experiencias en los casos de violencia de género son traumáticas para las víctimas y ella misma tuvo que luchar ante los organismos de ley y orden para que le creyeran, teniendo evidencia.

Pero no apoya la decisión de “La Peki” de retirar su interés en el caso. No la juzga, pero piensa que debe continuarlo y que le resulta obvio que ambos han sido infelices en esa relación típica de violencia de género.

Michelle no se cerró al amor luego de esa experiencia, pero volvió a elegir mal. Era un hombre que, según dijo, la trataba como una reina, pero no tenía ambiciones profesionales, ni un entorno que le apoyara en su superación. Ese rol lo asumió ella. Era la única que buscaba su crecimiento personal y profesional y él, enamorado, se dejaba guiar. Le apoyó y llegó a prestarle dinero para que cancelara deudas de la universidad que le permitirían regresar a estudiar. Pero no fue consistente y se quitó. Y ella, al no ver su interés, se "quitó" de él.

Unos seis meses después de esa ruptura, el joven falleció en un accidente de tránsito. Fue la única ocasión en que se emocionó hasta las lágrimas en la entrevista. Era el hombre de su vida y lamenta que no haya querido progresar junto a ella porque era el hombre de su vida.

Esta chica se crió en Guaynabo, en un matrimonio en el que sus padres se llevaban 26 años de diferencia y con un hermano mayor, hijo de su madre. Estudió siempre en “La Provi”, un colegio de monjas en la que le iba bien y mal. Tenía buenas notas aunque las monjas eran sumamente estrictas. Y quién diría. Con lo hermosa y sensual que es, en su época escolar la molestaban y le llamaban “Tío Cosa”, por su pelo eternamente largo y su timidez.

Estudió Educación Especial en la Universidad Interamericana y entró al Departamento de Educación como maestra. Estuvo siete años ahí pero se frustró y lamenta el rol burocrático que se le asigna a los maestros de educación especial. Aseguró que pasaba más tiempo llenando papeles que enseñando, que la agencia falla en proveer a los estudiantes material didáctico y que la infraestructura de las escuelas no es agradable para el aprendizaje.

Finalizó su desempeño como maestra cuando ya había llegado a la radio, en una oportunidad que surgió en el programa La Junga, junto al Coyote y Mario VI. Tres años fue parte del elenco y tres años estuvieron pasándole la manita, sin pagarle, y haciéndole promesas a futuro que nunca se concretaron, aseguró.

Pero pese a la experiencia, que reconoce no le hubiera ocurrido a un hombre en su lugar, dice que aprendió y se divirtió y prefiere agradecer la oportunidad que amargarse pensando en lo que pasó. Después de todo, esa experiencia contribuyó a su trabajo actual como locutora- con paga- en El Reguero, programa de entretenimiento que va al aire de lunes a viernes en La Nueva 94 y que conduce junto a los comediantes Danilo Beacuhamp y Alejandro Gil. No resiente que con frecuencia la cojan de punto y admite que no siempre entiende sus chistes.

Esa oportunidad surgió tras una breve pausa en la que se fue a Miami a participar de “Enamorándonos”, un programa donde se pretende encontrar el amor, en un proyecto que comienza a ciegas. La pandemia se hizo cargo de ese plan y terminó. Igual ocurrió con un programa en MegaTV.

Ahora se siente valorizada y más confiada. Ha iniciado su propio proyecto de reels en Instagram, @peornoesna, en la que satiriza las relaciones de pareja en las que solo las mujeres se llevan el mote de “tóxica”. Está clara en que hay un hilo muy fino entre ese papel y perpetuar el concepto pero tiene la esperanza de que la gente lo vea como lo que es, una sátira. Ese reel publica todos los martes en la plataforma social.

A sus 34 años le quedan demasiado proyectos por hacer. Y ahora que se le toma en serio, no hay límites.

Mire la entrevista completa aquí:

Egresada de la Universidad de Puerto Rico. Periodista con 23 años de experiencia en los medios de comunicación. Mamá de Manu, portavoz de la adopción de niños grandes y creadora de #primerizayqué