Cómo cuidar a una persona encamada
Cuando se habla de un paciente encamado se piensa de inmediato en el factor de la edad. Sin embargo, existen muchos otros motivos que pueden llevar a una persona a permanecer inmóvil, como un accidente o una enfermedad terminal. No importa cuál sea el caso, la realidad es que este tipo de paciente requiere de un cuidado especial y a cualquiera pudiera tocarle ser el responsable de esta tarea.
Podría decirse que la atención adecuada a estas personas ocurre cuando se vigilan tres puntos principales: la alimentación, la higiene y el ejercicio. Si se logra crear una rutina en la que estos tres factores sean los protagonistas, se puede llegar al cuidado ideal. Aquí resumimos algunos puntos de todo lo que debe saber respecto al cuidado de un paciente postrado.
Alimentación
- La postura del paciente debe ser la adecuada. Debe ayudarlo a incorporarse con la misma cabecera de la cama de posiciones o colocando almohadas en su espalda para que pueda apoyarse. Esta posición también está recomendada para pacientes que tienen otra vía de alimentación –como la gastrostomía (sonda por el estómago) o la nasogástrica (por la nariz)–, pues puedes evitar complicaciones como la broncoaspiración, que ocurre cuando un alimento –sólido o líquido– pasa a las vías respiratorias accidentalmente.
- La dieta debe ser balanceada y rica en proteínas y vitaminas, pues estas aportan a la regeneración de los tejidos. Además, la carencia de nutrientes aumenta la posibilidad de formación de úlceras, algo muy común en pacientes postrados. Asegúrese de incluir un aporte de fibras, pues es muy importante que se mantenga el ritmo intestinal en óptimas condiciones.
- Los tradicionales ocho vasos de ocho onzas de agua diarios que son recomendados como mínimo para cualquier persona que no esté enferma, también son recomendados para los pacientes encamados, a menos que su médico recomiende lo contrario.
Higiene
- El aseo diario es muy importante para estas personas ya que, además de ayudarles a sentirse más cómodos y libres del sudor provocado por su permanencia en cama, también alivia otros malestares como el dolor o la picazón que produce el sudor y la piel reseca.
- Prepare el agua que utilizará dejándose llevar por la temperatura de la habitación donde se encuentra el paciente: si hace calor, agua a temperatura ambiente para que se sienta más fresco; si está en aire acondicionado, agua tibia. Siempre utilice una esponja suave y un jabón neutro para evitar la resequedad de la piel.
- Comience con el paciente boca arriba y en el orden normal: de la cabeza hasta los pies. Luego, ayúdele a voltearse de lado para que pueda lavar la parte posterior de su cuerpo.
- Después del baño, y utilizando la misma técnica de colocar al encamado de lado, cambie las sábanas de la cama. Esto se debe hacer a diario y siempre deben permanecer sin arrugas, ya que estas propician la salida de úlceras e incomodidad en el paciente.
- Los ojos deben lavarse con un paño suave o gasas humedecidas, pasando suavemente desde la parte lagrimal hacia la parte exterior del ojo. La boca puede lavarse también con gasas y debe hacerse después de cada comida. Humecte los labios con vaselina.
Ejercicios
- Es muy importante prevenir la salida de úlceras en pacientes encamados o que sus músculos y articulaciones se vuelvan más rígidos con el paso de los días, por lo tanto, una persona postrada no debe pasar más de dos horas en la misma posición.
- Puede ayudar al paciente estirando sus brazos y elevándolos por encima de la cabeza – a la vez o uno a uno, dependiendo de la condición de cada persona– y sujetándolos a ambos lados de la cabeza por espacio de cinco segundos. Hágalo tres veces con cada brazo.
- Con las piernas, se puede hacer un ejercicio que consiste en intentar llevar la rodilla lo más cerca de su pecho que el paciente pueda. Se necesita la ayuda de quien lo cuide para ir poco a poco y preguntarle al paciente cómo se va sintiendo. También se puede hacer tres veces con cada pierna. El paciente puede hacer ejercicios de rotación con cada uno de los pies.
- Cuando la persona postrada esté de lado en la cama, es importante dar masajes en la espalda con alguna crema que le ayude a hidratar el área. Esto ayudará a prevenir úlceras, que son muy comunes en esta área.
- La persona que cuida siempre debe mantener una buena postura al ayudar al paciente para asegurarse de que no resulte lesionado.